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Chloe


Todo, absolutamente todo había cambiado, con Ethan no podíamos evitar lo que sentimos, no éramos amantes ni nada eso pero cuando sea el momento nos la vamos a jugar por lo que sentimos. Mi relación con Olivia había mejorado y mucho. Tanto que hoy estoy en casa reunida con ella y sus amigas de la universidad y sus hijas, de todas las edades, tenía ganas de poner los ojos en blanco cada vez que llamaban a la puerta y una amiga de Olivia entraba a casa. Sofisticadas, vestidas pulcramente, un gran desperdicio de sábado, desearía poder estar en cualquier otro lugar hasta estudiando, esto es muy empalagoso, todas visten de punto, yo desentono descaradamente, con mis jeans negros ajustados y rasgados por todos lados, mi remera sin mangas de Nirvana que en algún momento perteneció a Jackson y para completar mis botas tipo militar, si vamos a desentonar vamos hacerlo en grande.

- Nos vemos hija - dice Jackson interrumpiendo mís pensamientos

- ¿a dónde carajo vas? - pregunte mirándolo con el ceño fruncido, no puede dejarme sola ahora.

- Tarde de Balance en la fábrica - miente tan mal el condenado de mi padre

- ¿balance? ¿Contable? - lo miro enojada - aprende a mentir Jackson H. Franco

- Bueno está bien voy por una cervezas con Parker y los mellizos - traidores.

- ¿me llevas? - dramatizo haciendo gestos

- Apenas puedo escapar yo - dice riendo hacia la puerta del patio - que te la pases lindo florecita - dice irónicamente

- Capullo... cobarde - grito cuando sale al patio y lo veo reir, será maldito cabrón

Camino hasta la heladera, si voy a aguantar tanto drama femenino tantas hormonas al menos las voy a pasarla con cerveza, agarró una y me siento en la mesada que ocupa gran parte de la cocina, veo que Olivia entra y acomodo la botella atrás mío. A ella la sigue una hermosa rubia de mi edad, vestida con vestido de vuelo hasta por debajo de la rodilla de color celeste pálido un moño en su cabeza del mismo color y su pelo cae en bucles perfectos a los costados, lleva zapatillas sin plataforma, no va maquillada ni nada, luce hermosa, y le veo cara conocida pero la verdad es que no se de donde, tampoco que hago el intento de acordarme.

- Cariño esas bandejas también - dice Olivia hablándole a la rubia - ho hija acá estabas, pensé que estabas escondida en tu habitación - le sonrió

- No sabía que esa era una opción - digo y su mirada se apaga, Mierda todavía no entiende mi humor ácido - es chiste Oli - digo y hace una mueca que no llega a sonrisa.

- Nosotros estamos terminando de preparar todo para el te, que ridículo suena eso

- Ahí voy - digo para mejorar su ánimo.

- Oh ella es Lori - me presenta a la rubia y algo en mi se molesta, se de ella, se que pasó y sé, se todo. - Lori ella es Chloe nuestra hija.

- Si la recuerdo - dice y pone cara de mojigata - creo haberla conocido en tu boda tía.

- Oh claro claro seguro te la presento...

- Ethan - la corta ella y sonrió incómoda.

- Bueno vamos a llevar esto - me mira - te espero en el comedor

Cuando las veo salir agarró la botella y me la empujó tomando todo su contenido de una, camino hasta la alacena secreta y saco una botella de tequila, ni sé porque el solo hecho de saber que Lori está acá me altera de manera que no controlo. Me tomo dos chupitos seguidos de tequila que nisiquiera asimiló la quemazón cuando baja por mi garganta. Vuelvo a guardar mi botella, desacomodo aún más mi cabello y mi remera porque no pienso fingir algo que no soy. Tomo aire y camino al comedor donde el cotorrerio es impresionante todas hablar rien y opinan de cosas variadas, apenas pongo un pie ahí , las nueve mujeres y las tres niñas de no más de siete años, me miran, como si fuera un bicho raro, "hola ya se que no encajo acá pero disimulen están en mi maldita casa", pienso pero no digo.

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