Capítulo con contenido sexual explícito leer bajo advertencia ✍️
Chloe
Mi cuerpo dolía, estaba cansada, hoy no había ido a trabajar para poder ensayar la coreografía con Adrián, y el maldito era super exigente y perfeccionista, pero aún así disfrutaba de llevarla a cabo, nos salía bien, coordinamos a la perfección e íbamos al mismo tiempo, nos había costado aprenderla y llegar a que nos salga bien, pero el esfuerzo valía la pena, cada dolor muscular y el cansancio lo valía. Seque con una toalla de mano el sudor de mi frente y vientre, cuando Adrián me tendió una botella de agua que vacíe casi en el acto.
- Vale la pena tanto esfuerzo – dijo después de haber tomado agua.
- Si, hasta que por fin nos salió como queríamos – dije chocando nuestras botellas
- La vamos a romper mañana – sonreí – le vas a demostrar a todos lo bien que bailas
- Ya lo saben – dije – me han visto bailar soy yo la que no le gusta hacerlo – dije encogiéndose de hombros.
Después de cambiar el aire y reponernos un poco Adrián volvió a poner “it this love” de Bob Marley y otra vez comenzamos con nuestra performanse, y digo performanse porque no es sólo una coreografía ya que en la misma actuabamos de ancianos que bailaban.
Después de tres repeticiones de la coreografía dimos por terminado nuestro ensayo, asique acomode mi pelo como pude ya que estaba todo alborotado, me abrigue aunque el sudor había vuelto aunque menos intenso. Adrián me acompañó hasta la entrada de su casa donde tenía aparcada mi moto, lo raro fue que había alguien ahí de espaldas apoyado cómodamente en mi preciosa Harley. Mi compañero hizo el amage de acompañarme pero lo detuve del brazo.
- No hace falta que me acompañes puedo sola – le dije mirándolo a los ojos
- No voy a entrar hasta que te vayas – asentí, y le di un beso en la mejilla – nos vemos mañana.
Camine hasta mi moto con mi casco y mi mochila en la mano, me hacerque hasta él y me aclare la garganta.
- Nunca imaginé que serias tan puta, ya te estás revolcando con un niño que no me llega ni a los talones – me dijo Sam dándome una mirada de ascó.
- ¿me estás siguiendo Samuel? – me crucé de brazos
- Samuel – dijo indignado – tengo que cuidar lo que es mío.
- Entonces anda y cuida a tu mujer la que está embarazada ¿sabes de quién hablo no? Yo no te pertenezco vos y yo...
- Escuhame – dijo agarrando mi cara con fuerza – siempre vas a ser mía, me perteneces.
- Estas enfermo – trate de soltarme de su agarré
- No, no, no, no mi vida – dijo negando con el dedo, y me miró sus ojos estaban rojos, claramente estaba drogado – jamás vas a ser libre, jamás vas a poder estar con nadie aunque yo no esté cerca.
- ¿Estas seguro de eso? – lo desafíe
- Claro que sí amor – estiro su mano para acariciarme y di un paso hacia atrás, me miró enojado – yo fui el primero en tu vida, te enseñe todo lo que sabes, te saque de ese pozo de mierda en el que estabas, y eso mi vida no se olvida – y ahora sí acariciaba mi brazo.
- ¿Eso querías decirme? Que no me vas a dejar tranquila, listo mensaje recibido ya podés irte.
- En realidad mi amor vine a contarte, que voy a ser padre de una niña, Luz le voy a poner – mi corazón se rompió, parpadee varias veces para que las lágrimas no salgan – en dos semanas me caso con Sky – sonrió el muy capullo – en algún momento tenía que formar una familia, con una mujer que valiera la pena presentar a la familia.

ESTÁS LEYENDO
Frágiles
Teen FictionLa vida puede ser tan frágil como una copa de cristal al estrellarse contra el piso...