Chloe
Nuestras vacaciones habían sufrido una gran variante al enterarnos la desaparición de Jess, con el Muggle le habíamos rogado a nuestros padres volver para aunque sea brindar apoyo a la familia, Adrián era un muy buen amigo nuestro y ya se sentía muy culpable por haber dejado a su prima sola a su suerte en esa fiesta. Habían pasado ya tres semanas desde Navidad y ya nada pero nada era igual, Ethan vivía con Óscar en un departamento en el centro cerca del instituto. Él ya no vivía más en casa, ya no desayunamos juntos, no podía colarme en su cama o él en la mía a media noche, ya no me llevaba al instituto ni estudiábamos juntos. Papá había puesto a su gente a disposición del Sheriff para los trastrilleos de terrenos buscando algún indicio, habían hecho cuatro hasta el día de la fecha, uno en el lugar donde desapareció, y los otros tres en cercanías. Pero nada, ni una sola pista es como si se la hubiera caído en otro plano, como si un demogorgon se la hubiera llevado.
Tuvimos que soportar escuchar críticas de esta sociedad enferma en la que vivimos, que con que ropa iba, que si había tenido muchos novios, que seguro estaba ebria o drogada, que, que, que, puras mierdas, no me consideraba la mejor amiga de Jess, pero no la juzgaba porque en vez de preocuparse porque había una chica desaparecida, la gente se preguntaba ¿qué hizo esa chica para que se la llevarán? Y ella era simplemente una víctima más, de las tantas que hay en todo el mundo. Los comentarios de la gente dolían, no a mí; a mi me molestaban; le dolían a Adrián, a los padres de Jess y hasta al Muggle le dolían, porque a pesar de lo que pasó entre nosotros él era su novio.
Con todo esto de Jess él había enfocado sus fuerzas y energías en estar ahí para cualquier cosa que la policía necesite, apenas si nos veíamos en el instituto durante el almuerzo o en las clases, pero como no había tenido el valor de terminar con Colton, sentía que Ethan me guardaba rencor, pero en realidad lo hacía por él, aunque suene raro, si Jess aparecía él iba a querer estar con ella, si ahora apenas soportaba la culpabilidad no me quiero imaginar si nosotros estábamos juntos y Jess se enteraba. Era como si nos burlaramos de ella en su cara. No podía hacerla sufrir más de lo que ya está sufriendo. Porque se que la van a encontrar.Jess
Ya ni sé qué día es hoy, si es de día o de noche, no sé hace cuánto que estoy en esta posición, mis brazos duelen, estoy atada al respaldo ver una cama vieja, tumbada sobre un asqueroso colchón que huele a orina, el olor a humedad de la habitación al principio me descomponía ahora hasta me agrada, mi ropa está rasgada, creo, no lo se, tengo los ojos vendados, el cuerpo me duele, lo tengo frío, no se hace cuánto que no tomo agua ni como algo, quiero morir, ¿Por qué me pasa esto a mi?, No tengo respuesta a eso, tal vez estaba en el lugar y momento equivocado, pero si no me tocaba a mí, le hubiera tocado a otra. Extraño a mi mamá, sus abrazos, uno ahora me haría falta. Extraño a mi papá y su instinto sobreprotector, lo necesito, extraño a mi mejor amigo a mi primo Adrián, el único que me escucha cuando tengo muchas cosas que decir, él único que por mi es capaz de todo. Extraño a mis amigos, ese grupo de locos con los cuales paso parte del día y que no se si voy a volver a ver, lloro, hacia rato ya que lloro ante cualquier recuerdo. Escucho pasos y trato de estar alerta, no sé de qué son capaces de hacerme, no sé realmente que quieren de mi, mi familia no tiene dinero para un rescate.
ESTÁS LEYENDO
Frágiles
Teen FictionLa vida puede ser tan frágil como una copa de cristal al estrellarse contra el piso...