Frágiles

1

Chloe

Durante toda la última semana de clases mi papá me había estado recordando que el sábado cenaríamos con su futura esposa Olivia Adams y su hijo, ella es una publicista de Los Ángeles, muy estructurada y amante del orden y las reglas. Todo lo contrario a mi papá y a mí, él y yo somos más amigos que padre e hija y oigan no lo culpo, fue padre y viudo a los 20 años y aun así se hizo cargo de mí, con la ayuda de mis abuelos, ellos lo obligaron a terminar sus estudios para así algún día hacerse cargo de la empresa familiar. Jackson Franco alias papá es un hombre muy lindo y joven, tiene exactamente 37 años maneja la refinería de petróleo del estado de Pasadena, que mi abuelo le había heredado junto con la casa y un par de propiedades más, lo que lo convierte en una persona con mucho dinero. Había visto muchas mujeres tratar de conquistarlo y no las culpo mi condenado padre sí que es atractivo, tiene buen cuerpo ya que ambos le dedicamos al gimnasio y la natación una hora al día juntos, lleva el pelo largo pero prolijo siempre recogido, y una barba demasiado sexy que hace juego con perfecta sonrisa de dientes blanco que contrastan con el tono de su piel.

No puedo culpar a Olivia por haberse fijado en él, y menos a mi papá por haber fijado su atención en ella, debo admitir que es muy hermosa, usa el pelo corto con distintas tonalidades que van desde el castaño hasta el rubio dorado que cae hacia un costado, se le marcaba un hoyuelo del lado derecho cuando sonreía, tiene ojos celestes como el cielo, y lo más importante no vestía como una zorra, sino que siempre llevaba un outfit muy elegante.

- Chloe hija ¿Qué esperas para levantarte? Ya son más de las 6 de la tarde - me dijo mi papá mientras entraba en mi habitación y encendía la luz.

- Joder papá tengo resaca, apaga esa maldita luz- le gruñí entre dientes

- Dale nena báñate y alístate que en un rato nos vamos- dijo mientras me dejaba un medicamento y un vaso de agua en mi mesa de noche, para después salir de mi habitación.

Me estire sobre la cama para sacarme la pereza que tenía y luego tome esa pastilla con un gran sorbo de agua, joder anoche había sido una locura y el dolor de cabeza me pasaba factura, obligue a mi cuerpo a levantarse y fui hasta la ducha, necesitaba urgente una. No me detuve a verme al espejo estaba segura que lo que vería no sería agradable. Luego de unos 40 minutos en la ducha salí y me dispuse a cambiarme, elegí un pantalón ancho de una tela liviana y fresca tiro alto, con una blusa blanca casi transparente sin mangas acomodada dentro del pantalón y unas botas altas que quedan escondidas dentro de la caída del pantalón, me había atado mi largo pelo negro en un moño desalineado. Mi maquillaje constaba en un delineado negro perfecto un poco de mascara para pestañas y un labial rojo ben fuerte, un poco de perfume y ya estaba lista para encontrarme con mi padre. Baje las escaleras hacia la sala donde estaba el, vestido con un pantalón de jeans negro una camisa blanca con un saco negro y llevaba el pelo atado en un rodete bien alto.

- ¿quien sos y que hiciste con mi hija? – me pregunto cuando me vio, no pude evitar poner los ojos en blanco.

- ¿Si queres me pongo mis mejores converse y un jeans y la remera del Barca?- le pregunte irónicamente.

- Ja... ahí está mi pequeña Chloe- dijo divertido- tengo que pasar por la oficina y después vamos al centro a juntarnos con Olivia ¿si?

- Lo que tú digas camarada- le asentí.

Sin más subimos al Audi R8 negro que el usaba en ocasiones especiales y nunca pero nunca me prestaba, no lo culpo ya había destrozado dos usados... una vez adentro del auto coloque el bluetooth de mi celular y la música acompaño nuestro camino, mientras hacíamos solos de guitarras imaginarias y cantábamos al ritmo de los Stone, el tiempo se me paso volando sin darme cuenta ya habíamos pasado por la oficina y estábamos estacionando frente al restauran favorito de mis abuelos, justo antes de bajarme papá me agarro la mano para que lo mire.