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Chloe


Me desperté cuando escuche movimientos en la planta de abajo, me obligue a despegar mi trasero de la cama y lo arrastre hasta el baño, me lave los dientes cepille mi largo pelo y lave mi cara con abundante agua fría, y comencé a dirigirme hacia la cocina a comer algo, mis tripas ya rugían cual león hambriento. Baje las escaleras y me encontré con un chico mirándome de frente algo confuso.  


- ¿y vos quien coño sos?- le pregunte... repaso mental a ver anoche me tome un par de cervezas con Samuel y después me vine a casa no pase por ningún bar ni nada, por lo que no había ligado con nadie en el camino, no era ninguna de mis conquistas, tampoco andaba por ahí conquistando, aunque mirándolo bien podría serlo, digo está bastante bueno, bajo esa facha de Nerd, usaba jeans claros una remera de The Beatles y un saco por encima, cabello rubio bien peinado, anteojos cuadrados de marco negro grueso onda hipster, que le hacían resaltar los ojos azules hermosos que tenía y esa boca que pedía a gritos ser besada. 


- Soy Ethan - me respondió sacándome de mis pensamientos lujuriosos - ¿Vos debes ser Chloe? 


- La misma que viste y calza ¿y mi papá? 


- Ah si, me fue a buscar y me trajo para acá, se acaba de ir lo llamaron de urgencia de la empresa o algo así.

Ethan


Jackson y mamá me vinieron a buscar al aeropuerto de Los Ángeles, cuando arrastraba mis maletas por el mismo vi la cabeza de mamá mientras agitaba sus manos, su sonrisa era contagiosa a su lado estaba su futuro marido, él me cae bien, se nota que ama a mamá, la hace feliz y es bastante comprensible ¿Cómo lo sé? Fácil, había hablado con él un par de veces cuando me visitaban en Londres. 


- Mi pequeño ya está acá- me dijo mamá mientras me abrazaba y yo le correspondía al abrazo.

 
- ¿Qué hay campeón? – me saludo Jackson mientras estrechaba mi mano.

 
- Cansado y hambriento-  respondo con una sonrisa. Me compraron algo de comer mientras íbamos camina a la casa de Jackson. 


- Te vas a quedar en casa ya te preparamos una habitación así conoces a Chloe y para la boda no son dos extraños- me dijo Jackson mientras me miraba por el espejo retrovisor. 


- ¿y vos mamá?- pregunte 


- Yo hijo me voy a quedar en el hotel hasta la boda con tus tías así me encargo de los últimos detalles. 


- Okey -  no pude evitar poner los ojos en blanco, iba a vivir con la hija de papi, preferiría ser voluntario como tributo en la cosecha de los juegos del hambre. 


Dejamos a mamá en el hotel donde dentro de dos días se haría la boda y fuimos directo a casa, si a casa porque después de todo esa iba a ser mi casa hasta que vaya a la universidad. Él me ayudo con mis cosas, a acomodarlas en mi nueva habitación, tenía lo mismo que había dejado en el departamento de mi madre antes de fugarme a Londres, solo que más grande y tenía un baño privado, santa mierda, al fin un poco de privacidad. Me mostro la casa que era muy grande para dos personas, aunque en teoría ahora seriamos cuatro, en la planta principal había una sala con grandes sillones y un exagerado televisor de Plasma con equipo de sonido y todo, una cocina muy grande con una mesa para desayunar al lado un comedor para ocasiones especiales con una gran mesa de madera oscura y vidrio y que si no conté mal tenía doce sillas y junto a la puerta que daba al patio había un pequeño; nótese mi sarcasmo; gimnasio,  ¿de verdad necesitaban tantas cosa?, junto a la escalera que llevaba al piso superior había un pasillo que llevaba derecho a la habitación de ellos, en la planta alta, había una biblioteca, mi habitación y la de mi querida y futura hermanastra. 

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