Ethan
Algo había cambiado, algo adentro mío había cambiado, no se cuando ni como ni siquiera el porque, pero acá estába una semana después de la fiesta, de haber follado con Jess, esperando a que ella despierte para llevarla a su casa. No había nada bueno en la televisión para ver, al menos nada que llame mi atención. Se escucho el sonido de la puerta y a continuación papá entró.
- Hola – saludo y se dirigió a tomar agua en la cocina
- Hola ¿mucho trabajo? – pregunté
- Algo, hijo me voy a bañar y cambiar y está viniendo Olivia para cenar con nosotros
- ¿pedimos comida?
- No, ella dijo que traía – y papá levantó los hombros – creo que discutió nuevamente con Chloe y necesita refugiarse en algún lugar.
- ¿Con Chloe? ¿Por que? – me senté erguido en el sillón
- No lo sé no le pregunté, supongo... supongo que por el comportamiento de ella
- ¿comportamiento de ella? – pregunté enojado – ¿Qué tiene el comportamiento de ella?
- No lo sé Ethan – dijo casi gritando – pero por favor no juzgues a Olivia, porque estás enamorado – trate de hacerle señas para que se callara pero fue tarde – de… - le tape la boca
- Shh, joder – me miró esperando un explicación – Jess esta durmiendo en la habitación
- Mierda ¿me habrá escuchado?
- Espero que no – dije apretando los dientes – no quiero lastimarla - recién ahora ah recuperado esa frescura que la caracterizaba y volvió ese brillo en sus ojos pensé pero no lo dije
- Tu problema no el mío – dijo entrando al baño, será cabrón.
Me quedé unos segundos ahí solo en la sala esperando a ver si había alguna reacción de Jess, pero los nervios y la curiosidad pudieron conmigo asique abrí la puerta de mi habitación. Jess estaba sentada en el borde de la cama con el celular en la mano, al verme entrar me sonrío, bien al menos no está enojada, ¿habrá escuchado? No creo, me reconfortó a mi mismo.
- Me llamo Adrián – dijo mostrándome el celular
- Ah – balbucee acercándome despacio – si llegaron unos tíos de Texas y vamos a comer a lo de la abuela asique me pasa a buscar ahora
- Puedo llevarte si querés
- No amor está bien – dijo parándose a mi lado y acunando mi cara para luego besarla – queda de pasada por eso mi primo se ofreció a pasar a buscarme.
Asentí no muy convencido, pero quiero creer que no escucho nada, necesito que no haya escuchado nada. El teléfono de Jess sonó y ella agarró sus cosas, la acompañe en silenció hasta el auto de Adrián que apenas me miró, pero no le presté atención, bese a Jess antes de abrirle la puerta del auto.
- ¿nos vemos mañana? – le pregunto antes de que entrara en el auto.
- Claro ¿algo especial para el día de los enamorados? – mierda
- Obvio – menti y ella me beso, se subio al auto. Adrián arranco ella ni siquiera me miro ya que ya iba charlando con su primo.
Me quede cruzado de brazos en la vereda, el aire está frío me abrace a mi mismo. Qué le voy a preparar a Jess mañana es el jodido San Valentín y no sé qué mierda voy a hacer con ella, ¿tal vez una cena y cine? ¿Lo básico? me imagino un lugar especial, como la terraza del departamente en Los Ángeles de Olivia, con una vista espectacular, al atardecer, una mesa, velas una cena como se debe un buen vino, música lenta, creando un ambiente, los dos ahí, sin restricciones, pudiendo admirar su belleza, su simpleza, oírla reír, verla llevarse una cerveza directamente de la botella a la boca mientras cuenta alguna anécdota donde seguro rompió algo o se mando alguna de las suyas. Con mi guitarra cantándole alguna canción, tal vez le cantaría Gravity de Coldplay nuevamente, la vería bailar alrededor mío, admiraría su brazo tatuado, la vería morderse el labio inferior cuando la hago suspirar, escucharla gemir mi nombre cuando entro en ella, escucharla llamarme muggle y besarme la punta de la nariz y dormiría con ella abrazándola por la cintura como he hecho incontables veces. Y ese es exactamente el problema que no me imagino una cita con Jess sino con Chloe. Había prometido que apenas no viviremos bajo el mismo techo iba a pelear por ella, pero todo se complicó, y mierda la vida siempre hace lo que quiere.
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Frágiles
Teen FictionLa vida puede ser tan frágil como una copa de cristal al estrellarse contra el piso...