SUMMER PARADISE🏝 ••KookV••

six

Taehyung también está encantado con su forma de vida.

Le encanta su nueva casa, es como siempre se la hubiera imaginado.

Se trata de una pequeña cabaña que está a, no más de un metro, del mar.

Sus padres no paran de reír, pues el pequeño alaba todo lo que tiene como si en verdad fuera un tesoro de valor incalculable. 

Su cuarto es, sin duda alguna, su parte favorita de la casa. Tiene una cama muy grande porque ahora no sólo tiene un padre y una madre, sino que tiene un hermano, así que la comparten.

Se llevan cuatro años de edad, y él es el menor, pero en verdad encuentra a Taeyong como un verdadero referente. 

Es un chico estupendo, siempre está ofreciéndole hacer cosas juntos y nunca se aburren.

No entiende cómo los chicos de su cole se quejan de tener hermanos si para él es una pasada.

Además, su hyung toca la guitarra súper bien y se ha ofrecido a enseñarle, y está deseoso por saber tocar alguna canción.

Su madre es la mujer más guapa que jamás ha visto, mucho más que la Señorita Choi. 

Tiene el pelo larguísimo y siempre se hace trenzas o coletas cuando está haciendo surf.

A Taehyung le encanta ver cómo su papá y su mamá salen a surfear, ambos lo hacen genial y es alucinante ver cómo el sol se esconde mientras están entre las olas.

Cada vez que observa esa imagen, Taeyong dice que parece que está en otro mundo. 

Pero es que el mar lo significa todo para el castaño.

En los días que lleva viviendo en aquel lugar, cada mañana, mientras desayuna alguna que otra fruta que sus padres le han preparado, corre hacia el agua, tirando el pijama por la arena y al final acaba pareciendo una croqueta de lo rebozado que va.

Se sorprendió cuando descubrió que sus padres no intentarían impedírselo.

Siempre que iba a la piscina sin permiso o quería ir a la playa en el orfanato, tenía que ser a escondidas, o sino las profesoras le regañaban o le ponían más tarea, a pesar de que entre risas decían que no tenía remedio.

Pero no es así con su madre y con su padre. Ellos sonríen cuando le ven disfrutando del mar, o lanzándole algas a Taeyong para que entre con él al agua.

De hecho, incluso ellos se unen a veces, haciéndole leves aguadillas o chapoteando como si tuvieran su edad.

Su mamá trabaja en la costura, todos los días, después de ir a correr por la playa o vigilar el mini huerto que tienen detrás de la casa, va al taller y no llega hasta la hora de comer.

Su padre, por lo contrario, entra al trabajo después de comer, por lo que están bien organizados. Él es un carpintero. Tiene su propio taller en casa, pero mientras trabaja no le gusta que le molesten, así que tienen que hacer como si no estuviera en la cabaña.

Mientras que, cuando no están en el colegio, ambos hijos se dedican a cuidar el huerto.

Hace poco que Taehyung también descubrió que a su familia le gusta regalar parte de lo que cultivan a la gente que habita cerca de la costa, por lo visto todos se ayudan unos a otros y al castañito le parece precioso.

Así que, ese sábado por la mañana, no es ninguna novedad que el pequeño se levante antes que su hermano y le despierte llenándole de besitos y abrazos.

—Hyung... —Murmura mientras se posiciona a su lado cual koala. —Despierta. Ya ha salido el sol. —Señala hacia la ventana, la cual no tiene cortinas, por lo que Taehyung siempre se despierta cuando los rayos solares inciden con más fuerza.

Tras varios gruñidos por parte del contrario, comienza a reír porque éste ha empezado a hacerle cosquillas.

—Buenos días Taehyungie. —Dice en voz baja, mientras bosteza y comienza a espabilarse.

Una vez ha concluido su misión, se levanta corriendo, lleno de energía, hacia la cocina, dónde sabe que están sus padres, preparando algo rico de desayuno.

Y, así es, su madre está partiendo algo de fruta mientras su padre abre un coco para poder servirles su agua.

—Pero muchachote, cada día te despiertas más temprano. —Dice antes de que el mencionado se le lance a los brazos y le dé un beso de buenos días.

—Hola cariño. —Añade la rubia, que se ha agachado para que éste no tenga problema a la hora de saludarla. —¿Taeyong ya está despierto? —Éste asiente calurosamente antes de sentarse en la mesa y juguetear con las cortezas de los cocos que ha cortado su padre.

Al rato, los dos pequeños de la familia ya han terminado de desayunar, y el castaño no tarda en colocarse su bañador para salir corriendo a la playa.

Las únicas personas que hay a esa hora en la costa, son sus vecinos, a los que saluda con la mano antes de zambullirse en el mar.

Nada hasta que hay un poco más de profundidad y mueve con fuerza la cabeza para que el pelo se le quite de los ojos, pero es demasiado tarde porque su hermano ya le ha interceptado y está tratando de hacerle una aguadilla.

—¡Hyung! —Se queja, chapoteando con mucha más fuerza y riendo cuando el contrario le agarra del pie y le arrastra por la orilla.

—¡Eh, mira eso! —Grita el mayor, corriendo hacia la arena, que, al haber habido una marea más alta, se ha llenado de conchas y de piedrecitas que brillan por el sol. —Voy a por un cubo, mientras elige las más bonitas.

—Vale. —Comenta satisfecho, mientras va recolectando algunas de éstas en su mano. Hay hasta pequeños cangrejos a los que libera en cuanto nota que los ha cogido por error.

Sonríe al ver la gran gama de colores que ahora se extiende por la palma de su mano, en verdad la belleza reside en las cosas pequeñas, como le recuerda siempre su mamá.

Pero cuando alza la cabeza para enseñarle su botín a Taeyong, ve a lo lejos una cara demasiado conocida, acompañada de una mujer bastante joven.

La sonrisa cuadrada que le caracteriza, no tarda demasiado en adornar su cara, mientras lo que ha recolectado se cae de sus manos por la sorpresa.

Jungkookie.

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Hey hey hey.

¡Espero que os vaya gustando mucho la historia!

Quise narrar el tipo de vida que lleva cada uno para que veáis más o menos los valores que los van a ir caracterizando, pues me parece lo más importante del fic.

Muchas gracias por leer.🤗