five

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Jungkook ya se ha acostumbrado a dormir en esa cama tan extremadamente cómoda. Aunque deseara todas las noches no levantarse nunca de aquel paraíso con forma de colchón.

Sacude su cabecita intentando despejarse para ir a tomar el desayuno.

A sus padres no les gusta que duerma demasiado, porque dicen que es bueno aprovechar la mañana, sino se pierde la mayor parte del día. Y, en cierto sentido, está de acuerdo con esa afirmación, pero le gustaría descansar más los fines de semana.

Se pone sus zapatillas de los aliens de Toy Story, y va a la cocina, donde seguramente le espere Oh Yeon Joo, que es la mujer que se encarga de limpiar y ordenar las cosas en su casa, así como de cuidarle en todo lo que necesite.

Sus padres son los jefes más importantes de hotel del Halekulani de Honolulu, ellos incluso mandaron construirlo, fue un trabajo en el que emplearon mucho tiempo y esfuerzo, y es muy valioso para ellos que todo salga adelante, por lo que entran muy pronto a trabajar y vuelven tarde a casa.

A Jungkook no es que le agrade mucho, pero ha sido el último en llegar y aún le cuesta expresar abiertamente lo que siente, pero al menos Oh Yeon Joo se encarga de que él tenga todo lo que precisa y le hace compañía, porque aunque haya otros tres empleados en la casa, ella es la única que accedería a jugar con él. 

Además, es coreana al igual que él, así que le transmite más confianza hablar con ella.

A pesar de que Koa también es la mar de simpático.

—¡Buenos días precioso! —Dice animadamente la castaña cuando ve al morenito bajar las escaleras, limpiando sus ojos, aún adormilados, en cuanto llega a la planta baja.

—Buenos días noona. —Murmura entre un leve bostezo.

—¿Adivinas qué? Tu desayuno favorito ya está listo. —Una sonrisa se posa en su rostro y los ojos se le encienden de sólo pensar en sus pancakes de plátano y el zumo de naranja. 

Se sienta rápidamente en la mesa, adoptando su posición habitual a la hora de comer, esperando ansioso por su rico aperitivo.

Él nunca hubiera imaginado que viviría en una casa tan gigante como aquella, ésta tenía cuatro plantas, era súper enorme, incluso él se había perdido el primer día.

Había dos cuartos hechos aposta para el servicio, ya que dormían con ellos.

A su papá le encantaba jugar al billar y al futbolín, así que en el sótano, aparte de un gran proyector, tenía su propia sala de juegos.

A menudo, invitaba a sus amigos y los llevaba allí.

Por el contrario, en la otra parte restante del sótano, mamá tenía una sauna, y a él no es que le gustaran esas cosas.

Lo comprobó cuando la probó a traición y sentía que se ahogaba a medida que pasaban los segundos en ese horrible lugar.

Su cuarto era muy grande también, tenía todo tipo de juguetes, aunque a él sólo le gustasen los de Toy Story, porque era la única película que había visto de Disney hasta el momento, bueno, y aquella del ogro que tanto le gustaba a Taehyung, cuando la ponían en el orfanato, él prácticamente lloraba de la emoción.

Ah... Taehyung...

Se pregunta todos los días si seguirá en el lugar donde lo dejó, y, de ser así, ¿habrá hecho otros amigos y se habrá olvidado de él?

Niega calurosamente con la cabeza.

Es imposible que su TaeTae se haya olvidado de su mejor amigo, él le ataba los cordones, le limpiaba cuando se manchaba, e incluso le abrazaba cuando estaba malito.

Es imposible que no se acuerde de él tanto o más como Jungkook lo hace.

Le gustaría tanto invitar al castaño a su piscina a jugar, apuesta a que al chico le encantaría la canasta de baloncesto que tiene en el patio trasero, a pesar de que él no le da demasiado uso.

—Gracias. —Sonríe al darse cuenta de que el plato ya ha sido puesto en frente suya y Oh Yeon Joo está fregando los platos. Ésta le sonríe de vuelta y continúa con su labor.

El colegio tampoco está nada mal. Los profesores son las personas más listas que ha llegado a conocer en toda su vida. 

Le mandan muchos deberes, pero siempre los tiene bien, y eso le anima mucho a la hora de hacerlos. Además, si no entiende algo, le puede preguntar a Koa, que es súper listo también, y se lo explica genial.

Come los pancakes con gusto, saboreando cada bocado y disfrutando del olor que éstos desprenden a su vez.

No lleva mucho tiempo en ese lugar, pero ya le cuesta imaginarse sin todas esas comodidades.

Aunque le gustaría ir a la playa con sus padres para jugar con ellos, ir de picnic o ver pelis juntos, como le cuentan que hacen sus compañeros del colegio.

Él lo máximo que ha hecho por ahora es, acompañarles al hotel para ver dónde trabajan.

Le costaba imaginar un lugar más grande que su casa, pero aquel edificio era increíble. Y de él sólo salía gente tan bien vestida como su mamá.

Incluso su ropa era algo que jamás se hubiera planteado tener. Siempre llevaba polos con pantalones ceñidos y de colores pastel.

Comparado con lo que vestía en el orfanato, la cosa había cambiado demasiado.

Hasta la Señora Meli, que es otra de las empleadas de la casa, le peina todas las mañanas con gomina, poniéndole el pelo tan grueso que no se puede ni siquiera mover.

Cuando termina de comerse el último trozo de su delicioso desayuno, corre de nuevo a su habitación para ponerse el bañador y entrar a la piscina.

Es divertido tener una piscina, pero no para ti solo.

Suspira, pensando nuevamente en su mejor amigo.

¿Qué tal te estará yendo a ti, Taehyung? 

¿Te habrán adoptado ya?

Y, sin más, comienza a chapotear, olvidando todo lo que ha comenzado a imaginar y disfrutando de los rayos de sol que inciden con fuerza en la mañana.

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¡Hola!

Espero que la historia os vaya gustando.

Amo Hawaii, así que, ¿por qué no hacer una historia allí? Y este es el resultado de mezclar nombres coreanos y hawaianos ... (No olvidéis que no habrá muchas personas de origen coreano, sólo las justas, porque la mayoría son residentes de Hawaii (ah y lo escribo en inglés porque me gusta más xd.))

En fin, nos vamos leyendo. 😊


SUMMER PARADISE🏝 ••KookV••Donde viven las historias. Descúbrelo ahora