Cortos de Calle y Poche

Donde estas?

Poché entro a su habitación, arrojando su bulto hacia una esquina, mientras dejaba sus ojos detenerse en su pared.

Tú eras la sombra de mi luz, 
¿nos sentiste? 
Otra comienzo, 
tú te esfumas, 
temo que nuestro objetivo no esté al alcance la vista, 
quiero vernos vivos. 

Fotos se veían, de ella con sus amigos, con su hermana, con su padre... Y su... Novia.

¿Dónde estás ahora? 
¿Dónde estás ahora? 
¿Dónde estás ahora? 
¿Fue todo una fantasía mía? 
¿Dónde estás ahora? 
¿Fuiste solo imaginario? 
¿Dónde estás ahora? 

– Prometiste estar conmigo para siempre, prometiste que viviríamos juntas – Está comenzó, sintiendo sus ojos poniéndose borrosos, y un dolor en el pecho crecía más.

Atlántida, bajo el mar, bajo el mar, 
¿donde estás ahora? 
Otro sueño, 
el monstruo corre libre por dentro de mí. 

El recuerdo de la castaña abrazándola la invadió, junto con la hermosa sonrisa, sus miradas, sus risa... Y el accidente... El llanto, su mirada sin vida.

Me estoy desvaneciendo 
desvanecida, 
tan perdida, desvanecida, 
desvanecida, 
tan perdida, olvidada. 
Estas aguas poco profundas nunca me dieron lo que yo quería, 
lo dejo pasar, 
una zambullida más profunda, 
el eterno silencio del mar, 
estoy respirando, viva. 

– Estoy viva, ¿Verdad? Estoy despierta ¿Verdad? ¿Por qué te fuistes? ¿Por qué me dejaste? – Su llanto era cada vez más fuerte, caminando hacia la pared y arrancando cada una de las fotos con aquella castaña.

¿Dónde estás ahora? 
¿Dónde estás ahora? 
Bajo las brillantes pero descoloridas luces, 
tú prendiste fuego a mi corazón 
¿Dónde estás ahora? 
¿Dónde estás ahora? 
¿Dónde estás ahora? 
Atlántida, bajo el mar, bajo el mar, 
¿donde estás ahora? 

– Estoy tan malditamente sola, no se como puedo seguir sin ti, te necesito Calle – Está sollozó, golpeando la pared, antes de caer de rodillas al piso, llevando las fotos a su pecho.

Otro sueño, 
el monstruo corre libre por dentro de mí. 
Desvanecida, 
olvidada, 
tan perdida, olvidada, 
olvidada, 
tan perdida, desvanecida. 

– Quisiera que Dios no hubiera decidido llevarte tan pronto – Está lloró más alta, escondiendo su rostro entre sus piernas, mientras recordaba a Calle, quien la abrazaba en los momentos más oscuros de su vida, pero él solo saber que ese dia no iba a suceder, ni los próximos, le dolía más.