Poché se sentó en el borde de la cama, mientras las lágrimas recorrían su suaves mejillas, empapando con gotas el papel que contenía en sus manos, arruinando una que otra letra que se encontraba en esta. Una caja se situaba a su lado, dentro había muchas más carta en ella, con diferentes contenidos, todos con algo en común. Sentimientos falsos.
– ¿Poché, que hace...? – Las palabras de la castaña murieron al instante que cuerpo se hizo visible en la puerta, y sus ojos se posaron en la peli-rosa.
– Jamás pudistes satisfacer te – Poché hablo entre dientes forzando las palabras por el nudo que se formaba en su garganta – Camila, Matu, Sofía, Lele, Erika, Paula – Está comentó cada uno de los nombre a los cuales las cartas se dirigían – Cada una con un corazón roto, cada una con un sueño arrebatado, cada una callendo a tus pies – Se levantó de la cama con el papel arrugado en su mano, a causa del enojo que tenía.
Calle observó el fuego de rabia que dejaban mostrar los ojos de la peli-rosa, haciéndola sudar frío, mientras sentía como sus piernas se debilitaban a causa del miedo que la invadía – E-esa c-c-cartas- s-son viejas – La castaña tartamudeo cayendo de espaldas al suelo, al dar pasos hacia atrás y tropezar se.
Poché comenzó a reír fuerte, mientras volvía con rapidez a la cama tomando varias de las cartas, y unos fósforos – No pensaste en nadie más que en ti, jamás pensaste en mi, ni en ninguna de ellas, solo pensabas en como te divertias, en como lograbas lo que querías, mi hermana estaba en lo cierto cuando le conté lo que me has hecho, no eres más que una simple y patética basura, que debería morir – Poché gruño furiosa, arrojándole las cartas a la chica, viendo cómo estás tenían fechas de noches anteriores.
Calle no pudo decir nada, mientras observaba como las palabras escapaban con veneno y dolor de los labios de la contraria, y las lágrimas le recorrían el rostro. Sus ojos se agrandaron, al ver como la pequeña tomaba uno fósforo y lo encendía, reflejando las llamas en los ojos de la chica antes de arrojarlo dentro de la caja, quemando las cartas junto con parte de la cama, mientras poco a poco el fuego iba extendiéndose por toda la habitación.
La peli-rosa camino hacia la puerta, pasándole por el lado a la castaña, golpeándole con fuerza una de las piernas, causando que la otra se quejara de dolor – Espero que verte en las noticias – Comentó con odio marchandose de la casa, mientras la dejaba inmóvil de una pierna.
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Cortos de Calle y Poche
عشوائيSon pequeñas historias, normalmente de un capítulos de la pareja.