Cortos de Calle y Poche

¿Siempre Amigas?

Las manos de la castaña se encontraba en el cuello de la peli-azul, cortando la habilidad de la chica para respirar.

– ¡ME HABÍAS PROMETIDO QUE SIEMPRE ESTARÍAMOS JUNTAS! ¡ÍBAMOS A SER AMIGAS POR SIEMPRE! Y ¡TE FUISTES! – Calle grito con rabia dejando sus dientes ser expuesto, y sus orejas estaban a la defensiva.

Poché aguanto la mano de la chica, poniendo los pies en la pared aguantando su peso en el brazo de la chica para no asfixiarse.

– Jamás te dejé, solo no quiero ser más parte de los Dragones, hacen cosas horribles, todo lo que nos han dicho es pura mentira, y Shadow Ray nos a estado manipulando – Poché comentó, intentando soltarse del agarre de la híbrida loba humana.

– ¡¿AHORA ES QUE VINISTE A DARTE CUENTA?! ELLA SIEMPRE NOS HABÍA MANIPULADO, PERO CLARO, COMO TU ERAS SU FAVORITA – Calle levantó a Poché, apretando el agarre antes de arrojarla al suelo.

– Yo jamás te dejé, sabes que volví para buscarte y no quisiste irte – Poché escupió, sintiendo su respiración volviendo a la normalidad.

Calle observó a Poché levantando una ceja, gruñendo – Sabes que, mejor cállate – Está comento llevando su mirada hacía los labios de la pequeña, desviando la mirada rápido para el lado.

Antes de que Poché pudiera seguir hablando las alarmas del territorio oscuro comenzó a sonar, alarmando a los del sitio.

Calle miró la espada de Poché y la tomó apuntando la punta hacia la peli-azul, antes de voltear la dejándose la por el mango.

– No es porque me gustes, solo es porque sin ti aquí, yo soy la comandante – La castaña comentó mirando hacia el lado contrario.

Poché la mira, levantándose del suelo, mirando a Calle con duda, antes de tomar la espada.

– Lárgate – Calle murmuró entre dientes sin mirarla.

– Debes de saber que yo jamás te cambiaría – Poché comentó antes de salir corriendo.

Pasaron unos minutos antes de que Calle desviará su mirada hacia donde se fue Poché.

– ¿Dónde está Poché? – la voz ronca de Shadow Ray, se escuchó, haciendo irritar a la castaña.

– Se escapó – Fue lo único que la castaña comentó, caminando por el lado del mayor, y alejándose.