Cortos de Calle y Poche

Sustituta

Calle se levantó de la cama, guardando su teléfono en el bolsillo al enviar el último mensaje, observándose por quinta vez en el espejo, moviendo un mechón de pelo hacia detrás de su oreja, sonriendo al estar satisfecha con su vestimenta que consistía de una camisa blanca que reposaba encima de su ombligo, unos pantalones de camuflaje color rosa, y unas botas del mismo color.

Se tiró un guiño, caminando hacia la puerta tomando su mochila y saliendo de esta, cerrando la puerta a sus espaldas, ya que no le gustaba cuando entraban a su habitación.

Al salir de la casa se encontró con Sebastián esperándola en el carro, moviendo su mano. Está arrojó su bulto en el asiento de atrás, brincando por encima de la puerta, ya que este tenía la part del techo guardada.

El recorrido paso rápido, entre charlas y cantos, llegaron a la escuela, al momento que sonaba el timbre.

– Dale chico, nos vemos luego, que la maestra es una desgraciada y me va a dejar afuera si no llegó antes de los cinco minutos – Está comentó con una sonrisa juguetona, chocando la mano de Sebas.

– Ni que fuera la primera vez – Este burló – Por si te dejan afuera, me traes un café – Este finalizó.

A lo que está solo asintió sacándole el dedo del medio y corriendo hacia su clase. Al llegar al pasillo donde dicha aula se encontraba, levantó una ceja al notar la puerta del salón abierta a pesar de los minutos que habían pasado.

– Esto debe ser una trampa – Este susurró hacia sí mismo, caminando lentamente hacia la entrada, escuchando una voz que no conocía.

– Bueno estudiantes, la Sr. González... – Está paro en seco sus palabras.

Calle se encontraba en la puerta, recostada del marco, pues se encontraba en shock, perpleja de la bella al frente de ella.

La maestra llevaba unos tacones, por lo cual la hacia parecer un poco más alta, con una falda negra, y una camisa blanca de botones, dejando que su pelo azul resaltará con sus ojos verdosos.

– Señorita, que estás esperando, ¿una invitación para que entres? – La desconocida comento sería, sin apartar la vista de unos papeles que tenía en la mano.

– Bueno, esperaba una invitación para salir, pero está bien, entraré al salón con gusto – Calle sonrió observando a la chica de arriba abajo, observando la pizarra en la parte de atrás, viendo el nombre “Sra. Garzón”

La maestra levantó por primera vez la vista, viendo a Calle, caminando hacia su asiento dejando que sus ojos, al igual que la castaña recorrieran su cuerpo.

– Debo adivinar que tú eres la Señorita Calle – Está comentó con un tono seco.

– ¿Que comes? que adivinas – Está comentó juguetona.

– Veo que tienes un buen sentido del humor, me preguntó si lo seguirás teniendo cuando te diga que tendrás detención – La maestra comentó haciendo que la sonrisa en el rostro del Calle desvaneciera, causando que todos en la clase comenzarán a reír.

Calle frunció el ceño cruzando los brazos mientras dejaba sus ojos permanecer encima del cuerpo de la chica.

– No deberá de ser tan malo – Está susurró para si misma, antes de observar a su alrededor viendo que ya todos tenían la libreta afuera, excepto ella, la cual no iba a sacar.