No fue sólo un beso

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Las gotas de aquella botella de licor, que se encontraba vira en la mesa, se dejaba escuchar en el fondo, mientras la habitación era apoderada de un aroma a licor, y a sexo.

El calentón que había, era demasiado, por lo cual podías notar las piezas de ropa, regadas por todo el suelo.

– P-poché, n-no creo que deberíamos estar haciendo esto – Calle comentó acordándose de su novio.

La nombrada sonrió de lado, observando a la castaña a los ojos – ¿Segura que quieres que me detenga? – Está comentó, en un tono ronco y seductor, dejando su dedo rozar el abdomen de la chica.

La castaña cerró los ojos, temblando al tacto, dejando su respiración dificultarse, a lo que negó con la cabeza, jalando a la otra por el cuello, capturando su boca con la de ella.

En el beso, pelearon con sus lenguas para ver quién dominaba, a lo que la mano de Poché iba bajando, hacia la entre pierna de la chica, dejando entrar uno de sus dedos, ocasionando que Calle gimiera opacado por el beso.

La peli-azul, rompió el beso, mordiendo el labio inferior de la chica, mientras introducía otro dedo. Calle arqueó la espalda hacia arriba, llevando sus manos a la espalda de la chica, clavándole las uñas, mientras pedía por más, en un susurro al oído de su compañera.

Poché aceleró su movimiento, a lo que la castaña terminó dejando salir un grito, dejándole saber a la peli-azul que ya había llegado a su límite, pero esta no tenía intenciones de detenerse, por lo cuál continuó moviendo sus dedos, a tal punto que Calle respiraba pesado, con lágrimas en los ojos, habiéndose corrido varias veces seguidas.

Al día siguiente en la escuela, Calle le confesó a su novio que simplemente se había besado con Poché a causa del alcohol, a lo que el chico un poco molesto le creyó, diciéndole a la vez que no quería que estuvieran de nuevo cerca.

Poché simplemente sonrió, lamiéndose el labio inferior, mientras le regalaba una mirada a la castaña, y disimuladamente señalaba su cuello, donde en la castaña se dejaba ver una marca roja.

Cortos de Calle y PocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora