Cortos de Calle y Poche

Tatuadora

La peli-azul se ató el cabello para luego poner en marcha su próximo trabajo, limpiando su máquina de trabajar, en lo que las clientes se decidían lo que iban a hacerse.

Al parecer, era un grupo de chicas, más o menos de su edad, intentando de convencer a la más pequeña del grupo a hacerse uno: primera vez que lo intenta.

– Pero tengo miedo – La menor comentó un poco aterrorizada, a todas está la peli-azul aún no ha logrado verle el rostro bien a esta.

– Vamos no va a ocurrir nada, todo va a estar bien – La rubia del grupo le contesta.

– Yo no... – La castaña comenzó, antes de ser interrumpida por la tatuadora.

– Vamos chicas, debieron haber discutido esto afuera, tengo demasiados clientes hoy, y los están haciendo molestarse – Está comentó un poco fastidiada mientras depositaba, ya la máquina limpia a su lado, y se paraba, acercándose al grupo – ¿Que es lo que buscan? – Está preguntó ya una vez cerca.

Su mirada se posó en la castaña, quien tenía reflejado un poco de miedo en los ojos, mientras observaba los diseños en las carpetas.

– ¿Por qué no mejor te haces uno más sencillo? – Poché preguntó, buscando una de sus carpetas con diseños más sencillos, y colocándose la al frente.

Esto causó que la castaña mirara hacia ella por primera vez, y se quedará estática observando a la mujer que la iba a tatuar.

– Por que no me habían dicho que la que me iba a tatuar era hermosa – La castaña comentó sin percatarse, observando cómo su grupo le abría los ojos, y Poché sonreía.

– Saben algo, creo que Calle estará en buenas mano, vámonos que me ha dado hambre – Una de las chicas, con el pelo negro comentó, empujando a las demás y dejando a la castaña sola.

Calle se sonrojo, cayendo en cuenta que se encontraba sola – Malditas ingratas – Está comentó observando hacia la puerta.

– Ahora somos tu y yo – Poché sonrió con un tono coqueta – ¿Que es lo que quieres? – finalizó un poco seria, sin apartar la mirada de la chica.