Cortos de Calle y Poche

Es mi ultima decisión

– Eres débil – Sebastián gruño entre dientes, mientras sus ojos brillaban en amarillo, dando a entender que estaba apunto de convertirse en lobo.

Poché lo miró con seriedad, pero no decía ni una palabra, solo mantenía la calma, observando cada movimiento, y escuchando cada palabra.

– Sangre por sangre – Este volvió a repetir – Siempre a sido así, y ahora llega ella – Este levantó su brazo el cual contenía un cuchillo entre sus dedos, apuntando a una castaña – Una mundana, de quien sabe dónde, y nos dice que debemos parar, ¿luego de matar a nuestra villa del sur? Murieron nuestra gente, sangre inocente y débil, cubrieron esas tierras – Este dió un paso adelante, causando que Poché levantara las mirando hacia sus guardias quienes habían dejado su sitio.

– Debemos demostrarles que podemos hacer la paz, dejemos que esta vez sea como Calle quiera, pero si vuelven a atacar, no tendremos piedad hacia su pueblo – Está comentó con autoridad y firmides.

– Estoy en contra, ¿por qué esperar a que nuestra sangre siga manchando las tierras? ¿Para demostrar algo que no va a pasar? – Sebastián volvió a protestar convirtiéndose en lobo, y preparándose para atacar.

Poché gruño – No sangre por sangre – Está finalizó – Esa es mi última decisión – finalizo.

Estas últimas palabras, le dieron señal al lobo de lomo oscura a atacar, corriendo hacia la castaña, antes de ser derrumbado por una loba de lomo blanco, marcas de pintura negra en sus ojos como un diseño.

Está no dudó en enterrar los colmillos en el cuello del macho, causando que expulsará sangre, usó sus uñas, para marcar la cara de este, antes de llevarlo hacia la ventana, arrojándolo hacia afuera de esta; una caída de más de 15 pisos no sería nada lindo al final.

– ¿Alguien más está encontrá de la decisión? – Está preguntó, convirtiéndose nuevamente en humana, mirando por encima de sus hombros.

La castaña, cuyo nombre era Daniela Calle, se le quedó observando sin decir ni una palabra; una mirada inquisitiva.