Cortos de Calle y Poche

¿Distraída?

Poché entro a la pastelería, junto a Sebastián y a Mario, se sentaron en la mesa que quedaba para la ventana, y a la vez, tenían completa visión en el sitio.

Poché mientras hablaba con los chicos, sus ojos recorrieron el lugar, hasta que quedaron en una chica, que estaba atendiendo una de las mesas.

– Y luego de golpear al chico, tuve que salir corriendo porque mi novia me estaba observando mal, entonces recordé que estaba jugando con ella, con pistolas de agua y... – Sebastián siguió contando su anécdota, de la cual la peli-azul se desconectó.

Sus ojos seguían a la castaña, mirando su trasero, antes de que la chica se sintiera observada, mirando hacia la mesa de esta. A lo cual Poché rápidamente miró hacia los chicos.

– Ella me ganó – Este finalizó un poco frustrado.

La mesera llegó, levantando una ceja, con una sonrisa en sus labios – ¿Que van a pedir? – Está preguntó, y miró a los chicos.

Poché volteo a ver a la chica nuevamente, quedandosele viendo desde los pies, hasta el rostro, donde se perdió unos minutos.

– Poché, tierra llamando a Poché – Mario comentó en un tono burlón.

– Poché, si la sigues mirando te vas a babear – Sebastián comentó, causando que la peli-azul sacudiera su cabeza, su rostro tornándose de un pigmento rojo carmesí.

– Un pastel de fresas y leche – Fue lo único que comentó la peli-azul, sin mirar a la chica.

Está dejó salir una pequeña risa, marcando la orden en el papel, y se marchó.

– Su nombre es Daniela – Sebastián comentó, con una sonrisa coqueta.

– ¿Y? – Poché murmuró, llevando su vista de nuevo hacia la chica, viendo como está se recostaba del mostrador colocando los papelitos de las ordenes en este.

Sebastián y Mario, se intercambiaron miradas, viendo que su amiga, no les prestaba ni un poco de atención, y comenzaron a reírse.