Piscina

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Poché estaba sentada en el borde de la piscina, observando cómo Paula y Sebastián hacían una competencia, en quien nadaba más rápido.

– Ya tomen un descanso, supera que Paula es más rápida que tú – Poché burló, viendo como el chico volvía a perder.

Sebastián gruño, golpeando el agua haciendo que está salpicará hacia la peli-azul.

– Solo estoy calentando – Este comentó.

– Llevas diciendo eso desde que empezaron – Poché volvió a decir.

Estos dos comenzaron una discusión, a lo que terminó cuando Paula empujó a Poché al agua, al escuchar las puertas del sitio, y unas voces.

– Poché mira quién está ahí – Paula comentó señalando con la mirada.

Poché dejo su vista escanear el lugar, posandose en la entrada, observando a la castaña, quien llevaba unos mahones, una camisa blanca, y una gorra del mismo color, llevando un carrito con varias toallas.

– ¿Alguien se puede mojar dos veces? Porque yo cree que Poché se volvió a mojar – Sebastián burló entre risas.

Poché frunció el ceño, matandolo con la mirada antes de salirse de la piscina, volviendo a ser empujada causando un grito, que resonó en el lugar, llamando la atención de la castaña quien se quedó observando al grupito, en especial a la causante del grito.

– ¿Por qué hiciste eso? – Está preguntó un poco molesta.

– alguien te está viendo – Sebastián comentó observando rápido hacia atrás, y volviendo su  mirada hacia Poché.

Poché levantó la vista, encontrándose con los ojos de la castaña en ella, causando que aquella se sonrojada y desviará la mirada, volviendo con lo que hacia.

– Vengo ahora – Poché sonrió, saliendo de la piscina.

– No puedo creer que al fin va a hacer algo, rápido, busca el celular – Paula comentó, levantándose y corriendo hacia su bulto.

Poché negó con la cabeza, una sonrisa en su rostro » ¿Que mierdas estás haciendo? ¡¿TE HAS VUELTO LOCA?! ¡RETROCEDE! « La chica aclaró su garganta una vez detrás de la castaña.

La castaña se dió la vuelta, apunto de hablar, pero olvidándose lo que iba a decir, por lo cual solo se quedó con la boca abierta.

– Chica de las toallas – Está sonrió, llevando una de sus manos hacia el mentón de esta, y cerrándose la – Me he mojado y necesito tu ayuda – Está comentó con un tono lujurioso.

La castaña por instinto llevo su mano hacia el carrito y tomo una de las toallas, acercándose la hacia la peli-azul.

Poché miró la toalla – No me refería a eso – Está comentó con una sonrisa victoriosa al notar el sonrojo carmesí en las mejillas de la chica, y la forma en la que desviaba su mirada hacia el cuerpo de esta, y hacia los lados – Gracias – Está finalizó caminando con la toalla en manos.

Cortos de Calle y PocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora