Im Good → J. JungKook #wattys2019

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Sólo haré dos cosas; 7u7 y :c. Ustedes entenderán al final porque.

-SaeJin-

JungKook estaba sentado de manera recta, con ambas manos en sus rodillas, parecía que estaba sosteniendo todo el aire dentro de sus pulmones, y de ser así esperaba que no se ahogara. Mire alrededor e internamente agradecí que la carretera y la parada del autobús estuviera completamente vacía. Había sido buena idea quedar con él fuera de la cuidad para poder reunirnos con más tranquilidad.

— Así que tú eres el novio de mi niña. —hablo con voz seria, tanto que a mí me asusto un poco.

— Abuela...

— SaeJin, cierra el pico. —quería que la tierra me tragara— Escúchame bien niño.

JungKook asintió de manera frenética.

— Si llegas a hacerle por lo menos una grieta al corazón de SaeJin puedes estar seguro de que te buscare y te haré pagar por ello, y el que seas famoso no me detendrá. ¿Entendiste? —él volvió a asentir— Les deseo lo mejor, enserio. —y sonrió como si segundos antes no hubiera amenazado a nadie de muerte.

Luego de subir las bolsas, sí, bolsas en lugar de maletas ya que sólo pasaríamos dos días y una noche en la playa. Subimos al auto de Kook y comenzamos con el viaje de no más de dos horas. Sólo iríamos a Muchangpo, una playa poco concurrida en esa época del año a pesar de que estaba cerca de Seúl.

[...]

Después de haber rentado dos habitaciones de hotel cercanas a la playa, bajo mi nombre, decidimos salir a caminar un poco por la orilla para explorar un poco el lugar, y vaya que era realmente hermoso. La playa estaba totalmente vacía por lo que se podía apreciar de mejor manera, y también podíamos estar un poco más tranquilos sin miedo a que descubrieran a JungKook.

— Hay algo de lo que he tenido mucha curiosidad.

Ambos estábamos caminando de forma tranquila por la calle principal que estaba a un lado de la playa.

— Dime.

— ¿Y tus padres?

Al instante deje de caminar. La respuesta era simple, pero me costaba decirlo abiertamente.

— Murieron hace mucho tiempo. Ni siquiera tengo recuerdos de ellos.

El silencio se hizo presente, y sólo se podía escuchar las olas chocando entre sí. Camine hasta el barandal que separaba a la calle de la playa y pose mis manos sobre esta, tomando un profundo y calmado respiro.

— Yo...

— Es precioso. —cambie el tema de conversación.

Él no contesto nada y en su lugar camino hasta donde me encontraba.

— Hace mucho tiempo que no venía al mar. —se colocó a mi lado y roso una de sus manos con la mía. Agradecí que no insistiera en el tema.

— Es la primera vez que la veo de este modo. —busqué con mi mirada a mi abuela, y al verla a unos cuantos pasos de notros tocando la arena con sus pies descalzos sonreí. Se veía muy contenta, y hasta me atrevía a decir que parecía una pequeña niña— La primera vez que estuve en el mar —regresé mi atención a JungKook— ya era tarde y la noche no dejaba ver mucho. Además, fue por trabajo.

— ¿Fue aquella vez que estuviste con Jin? —y ya estábamos con los celos otra vez.

— Ya te dije que fue por trabajo, ya deje en claro mis sentimientos. —me queje— Además... —¿Lo digo o no? — Sólo olvida eso.

Quité mis manos del barandal y comencé a caminar en dirección a mi abuela. Me declaraba una total cobarde.

[...]

— ¡¡¿Qué?!!

— No grites. —me dio un manotazo en mi brazo y me queje al instante.

— Abuela... No me puedes hacer esto. —la jale un poco de la manga de su suéter— En la habitación hay dos camas, por favor.

A mi abuela se le había ocurrido la grandiosa idea de hacerme dormir en la misma habitación que JungKook, y no era que me molestara, pero eso pasaba de los límites de nuestra relación. Apenas llevábamos un mes como para dormir en la misma habitación.

— Entonces duerme en el pasillo.

Y sin más cerró la puerta de la habitación en mi cara.

Con cara de indignación y totalmente resignada camine a la siguiente puerta, me quede parada por varios segundos sin hacer nada hasta que tome valor y toque el pequeño timbre. Pasaron alrededor de dos minutos hasta que la puerta se abrió, y mis ojos casi se salen de mi cara al ver tal imagen.

JungKook sólo tenía puesta una toalla alrededor de su cintura dejando ver su perfecto abdomen en su totalidad. Quite mi mirada de su cuerpo y me concentre en lo largo del pasillo.

— ¿Hay dos camas? —fui directamente al punto.

— Sí. —contesto con extrañes.

O él no se daba cuenta del modo en que estaba, o simplemente le daba lo mismo que lo viera así.

Sin decir nada lo hice a un lado y entre como si fuera la dueña del lugar. Al ubicar sus cosas en una de las camas camine hasta la otra para tirarme de forma brusca sobre esta, dejando mi cara contra el colchón. No se me quitaba esa costumbre de aventarme como si nada.

— ¿Ocurrió algo?

Sentí la cama hundirse a mi lado, y por supuesto que se trataba de JungKook. Y todo hubiera sido completamente normal de no ser porque él andaba con sólo una toalla.

— Sólo digamos que mi abuela me hecho por querer la habitación para ella sola. —ni loca le decía el macabro plan de ella.

— Hmm...

Trague saliva ante ese sonido que no hizo que ponerme más nerviosa. Cerré mis ojos en un intento de relajarme y alejar todos los impuros pensamientos que me estaban poniendo ansiosa.

Todo iba bien, hasta que sentí sus suaves labios sobre mi nuca. Un escalofrió recorrió todo mi cuerpo en cuestión de milésimas de segundo, nunca en mi vida había sentido esa agradable sensación. Él siguió dando pequeños besos mientras acariciaba mi espalda.

No lo resistí y un ligero gemido escapo de mi boca.

De un solo movimiento me puso boca arriba y comenzó a besarme de manera apresurada, pareciera que si no lo hacía en ese momento nunca más lo podría hacer.

Con el paso de los minutos mi primera prenda en desaparecer fue la blusa, que había quedado en alguna parte del piso. Todo iba en aumento, me sentía un poco preocupada pero también ansiosa. Coloque mi mano sobre su fuerte pecho y lo acaricie de manera lenta.

— Te dejare que lleves el control... —susurró en mi oído— Después de todo tú tienes más experiencia.

Y así como el calor se había apoderado de mi cuerpo este término por desaparecer siendo remplazado por nada más que la frialdad.

— ¿Qué ocurre? —pregunto en cuanto me detuve por completo.

Con ambas manos lo empujé lejos de mí sin parecer muy ruda o grosera, y me puse de pie.

— Necesito ir al baño.

Sin esperar respuesta camine hasta el cuarto de baño y me encerré con seguro para que pudiera estar ahí por un largo rato sin ser molestada.

Él prácticamente me había dicho que ya había estado con más hombres anteriormente, ni siquiera me lo había preguntado y ya estaba seguro de que era así. Él no tenía idea de que seguía siendo completamente virgen.

Jamás había deseado estar con un hombre como había deseado estar con él, pero la cago, y en grande con su tonto comentario.