Im Good → J. JungKook #wattys2019

6

-SaeJin-

Ya habían pasado algunos minutos y nuestros ojos aún seguían unidos, era como si ninguno de los dos quisiera romper esa conexión.

— Jin. —al escuchar esa voz nos alejamos de manera rápida entrando en un ambiente incómodo.

— ¿Qué pasa, Kook? —la voz de Jin delataba que tan nervioso estaba.

— Te está buscando NamJoon. —no hacía falta que lo volteara a ver para saber que me estaba fulminando con la mirada.

— Ahora voy. —no sabía lo que estaba esperando pues no se movía de su lugar.

Me agache, agarre mis tenis y asiendo un reverencia salí de ahí lo más rápido que pude. La tensión se sintió en todo el aire.

Aún con los tenis en mis manos comencé a correr a lo largo del pasillo mientras rogaba por que no hubiera nadie alrededor o pensarían que estaba demente por correr descalza. Hasta el dolor en mi pie había olvidado.

Esas cosas solo me podían ocurrir a mí.

Antes de llegar a la puerta de entrada pare de correr y me puse los tenis lo más rápido que pude.

— SaeJin. —a una velocidad sobre humana me gire para ver quién me hablaba y al ver a HoSeok me tranquilice un poco.

— ¡Ey! —con una mano comencé a abanicar mi rostro para tratar de recuperar un poco del aire que no me había dado cuenta que perdí— ¿Qué pasa?

— Eso es lo que me pregunto yo. —colocó una mano en su barbilla, como si estuviera analizando la situación— Pareciera como si alguien te estuviera siguiendo. —dirigió su mirada hacia el pasillo por donde momentos antes yo había salido corriendo para ver si realmente alguien venía detrás de mí.

Negué varias veces aunque él no me estuviera viendo mientras pensaba en que decir, no quería hablar sobre el incómodo momento en el salón de ensayos.

— Estaba buscando un baño. —que mentira más estúpida.

— Hay uno junto a la sala de ensayos. —no se lo había creído ni un poquito.

— ¿En serio? —me hice la sorprendida— No me había dado cuenta, para la próxima ya no tendré que correr tanto.

— Eres extraña. —ambos nos quedamos en silencio, él totalmente serio y yo queriendo desaparecer de ahí— Pero aún así me agradas demasiado. —y como si fuera una niña pequeña revolvió mi cabello mientras él reía.

Sin evitarlo comencé a reír con él pues aunque tratara de parecer seria no podía.

— Oh, por cierto, —dejó mi cabello en paz— ya te puedes ir a casa, Youra me dijo que por hoy ya no hay nada más y que tienes que descansar para acompañarnos a la entrevista de mañana.

— No sabía nada de esa entrevista. —hablé para mí misma— Bueno, entonces iré a casa, —hice una pequeña reverencia— hasta mañana.

Él hizo lo mismo y me deseó un buen viaje a casa, ese chico era adorable.

[...]

Con pesadez me dejé caer sobre el sofá, ya no aguantaba a dar otro paso más. Ser asistente era más difícil de lo que parecía pero tampoco me podía quejar ya que la paga era buena.

— Te vez cansada. —al sentir las manos de mi abuela sobre mis hombros dando un pequeño masaje me relaje.

— Estoy bien. —no quería que se comenzara a preocupar por algo insignificante— ¿Cómo está la señora Eun?

Cambie rápidamente el tema de conversación. Mi abuela era de esas personas que se hacía amiga de medio vecindario sin esforzarse siquiera un poco, mientras a mí me costaba trabajo entablar una conversación con alguien.

— Esa pobre mujer. —negó en desaprobación— Tiene cinco hijos y ninguno a venido a verla en los últimos cuatro años, ¿Puedes creerlo?

— Esas personas no se pueden llamar hijos. —negué de la misma manera que ella— Sería bueno que vayamos a verla para comer juntas y pasar el día a su lado, podría ser en mi día de descanso.

— Me parece bien, ella necesita compañía. —así éramos ambas, no teníamos demasiado pero lo poco que teníamos lo compartíamos con los demás.

Después de una hora de estar hablando con mi abuela decidí que era mejor ir a descansar ya que me esperaba un día ajetreado.

[...]

En el momento en que la camioneta se detuvo baje lo más rápido que pude y me acerque a los chicos que estaban siendo escoltados por seguridad al interior del edificio. Algunos jalones se habían hecho presentes por parte de algunas ARMY que por la emoción no sabían lo que hacían, o eso es lo que quería pensar.

— No hay tanta seguridad como esperábamos. —Youra habló a mi lado con la voz ajetreada— Tendrás que estar al pendiente, trata de estar lo más cerca que puedas de ellos.

— Sí. —me comenzaba a sentir algo asfixiada por los empujones que recibía de todos lados.

Con dificultad y algunos rasguños en mis brazos logre llegar al interior del edificio donde pude respirar con tranquilidad. Una vez recupere el oxigeno comencé a buscar a los chicos con la mirada, y los pude ver acomodándose en una larga mesa frente a todos los periodistas.

Antes de caminar hasta ellos arregle mi ropa y me coloque el abrigo que me había quitado por el calor para poder ocultar los arañazos.

— Agradecemos la presencia de todos el día de hoy. —habló Youra por el micrófono— Como ya todos sabrán ésta entrevista se debe al nuevo álbum de los chicos, por lo que agradecería evitaran preguntar cosas que no tengan que ver con el tema. Sin más, damos comienzo.

En cuanto Youra había terminado de hablar los periodistas comenzaron a bombardear con preguntas a los chicos, todo iba bien y parecía que no tardaría tanto como lo había pensado.

Como Youra me lo había pedido estaba parada cerca de los chicos al tanto de cualquier cosa rara que llegara a suceder pero gracias al cielo todo estaba tranquilo.

Luego de una hora la entrevista llegó a su final y los chicos se pararon frente a la mesa para hacer una reverencia y dar las gracias. Los periodistas se pararon de sus sillas y se acercaron lo más que pudieron al templete tratando de sacar buenas fotos mientras que los de seguridad trataban de mantenerlos a una distancia prudente de los chicos.

Y ahí es cuándo me di cuenta de que la seguridad del lugar no era tan eficiente como muchos esperaban.

Entre todo el desorden del lugar había una chica que vestía una sudadera bastante grande, tenía puesta el gorro que le cubría el rostro por completo, y en una de sus manos llevaba un cartel que me llamó bastante la atención; "JungKook, el grupo estaría mejor sin ti", eso es lo que recitaba aquel cartel.

Pude ver como sacaba algo de uno de sus bolsillos y esperaba que por primera vez en la vida que no acertara en lo que iba a pasar.

Al saber que JungKook era su objetivo subí lo más rápido que pude las escaleras del templete y corrí hasta él, poniendo mi cuerpo como escudo.

— ¿Qué haces? —él, al igual que todos, estaba confundido.

Estaba por aclarar todo pero un impacto en mi cuerpo me lo impidió.