Im Good → J. JungKook #wattys2019

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Okay, Okay. Atención mis hermosas lectoras, quiero que disfruten este capitulo especial ya que estaré desaparecida por algunos días (¿O semanas?), no lo se muy bien, pero lo que si es que regresare. Nos leemos después ; )

-JungKook-

Quería saltar por la ventana, literal.

SaeJin no había dejado de ignorarme desde la noche anterior después de que entro al baño. No entendía que había hecho mal, si no quería estar conmigo lo hubiera entendido.

— ¿Algo paso entre ustedes? —hablo la señora Yoon desde la parte trasera del auto.

— No. —se apresuró a contestar SaeJin.

El resto del viaje fue igual o peor de incomodo, SaeJin siguió ignorándome haciéndose la dormida cada que le hablaba, y con la única que intercambiaba palabras era su abuela. Tenía que saber qué es lo que estaba pasando con ella.

Una vez que llegamos a la misma parada donde habíamos quedado para vernos baje junto con ellas para ayudarlas a bajar sus cosas de la cajuela.

— Fue un gusto conocerte JungKook. —hablo la señora Yoon— Espero que algún día pases por la casa a comer mi deliciosa comida.

— Me asegurare de ir.

Con una última sonrisa se despidió y camino hasta la banca de espera. Me gire un poco para poder quedar cara a cara con SaeJin. Su semblante serio no había cambiado para nada, es más, se notaba más distante que antes.

— SaeJin...

— Nos vemos en la agencia. —ni siquiera me había visto a los ojos— Descansa.

Y sin más fue hasta donde estaba su abuela y se sentó a su lado para esperar la llegada del autobús.

¡¡¿Qué había hecho mal?!!

[...]

Ya había pasado medio día y no había conseguido ver a SaeJin ni por un segundo. No entendía si era por lo ocurrido esa noche o porque estaba ocupada con alguna cosa.

— ¿Qué ocurre Kook? —pregunto TaeHyung al sentarse a mi lado.

Nos encontrábamos en la sala de prácticas, preparándonos para una presentación que tendríamos en Music Bank.

— ¿Por qué?

— Te notas decaído. —estiro sus pies a lo largo del piso— ¿Peleaste con SaeJin?

— ¿Cómo lo sabes? —él se burló de mi reacción.

— Mi querido amigo, —puso su mano en mi hombro, como si eso ayudara en algo— con solo verte se nota, además, SaeJin te ha estado evitando.

Si me sentía mal por no saber nada de ella, ya me encontraba de peor ánimo, hubiera sido mejor no saber nada. Me deje caer de lado quedando completamente acostado en el piso.

— Ni siquiera sé lo que hice mal. —me queje más para mí mismo.

— ¿Qué fue lo último que hicieron juntos?

Mi rostro enrojeció ante tal pregunta. Claro que recordaba lo último que habíamos hecho, pero no se lo iba a decir como si nada, no a todos los hombres les daba igual hablar con sus amigos de sus intimidades con las mujeres, o en mi caso la casi intimidad que iba a tener con ella.

— ¿Por qué te pusiste rojo? —pregunto con diversión— Dios, no me digas que... —y su cara de diversión había pasado a una de total asombro— Eres un pervertido Kookie.

Tapé mi rostro con ambas manos y permanecí así por un largo rato. Esperaba que los demás no se enteraran, contaba con que TaeHyung mantuviera cerrada la boca.

[...]

Eran casi las diez de la noche y el lugar estaba completamente vacío, a excepción de mí y de talvez SaeJin. No había conseguido verla en todo el día, así que decidí esperarla para aclarar todo de una vez por todas.

Pasaron cinco minutos más para que pudiera verla caminar por el pasillo con la mirada gacha, estaba completamente sola. ¿Tendrá alguna amiga? Deje ese pensamiento de lado al saber que no era un tema a tratar en ese momento.

— SaeJin. ­—la llame en cuanto paso por enfrente de mí.

Ni siquiera había notado mi presencia.

— Jeon...

Y ya volvíamos con ese molesto apodo. Lo odiaba, en serio que lo odiaba, me hacía sentir muy distante a ella, como si fuéramos dos personas que no pasan más allá de lo laboral. Y no era así, ya habíamos pasado esa línea desde hace mucho tiempo, incluso desde antes de saber que me gustaba.

— Tenemos que hablar. —trate de no ser muy rudo o mandón al decir aquellas palabras, no la quería hacer enojar más de lo que ya estaba.

— Ahora no, tengo que ir a casa. Fue un día muy largo. —quiso retomar su camino, pero se lo impedí— Es en serio.

— Yo también lo digo muy en serio.

— Bien. ¿De qué quieres hablar? —se recargo contra la pared más cercana.

— ¿Po qué me has estado evitando? ¿Hice algo mal? —me pare frente a ella y la mire directamente a la cara, pero ella sólo veía al suelo.

— ¿Realmente no sabes que hiciste?

— No. Y si lo supiera te hubiera pedido disculpas en ese mismo momento. —jugué un poco con mi cabello al sentirme tan ansioso— ¿Fue por qué pregunté por tus padres?

— ¿Qué? No. —hasta ella se notaba sorprendida por mi pregunta, así que lo descarte al instante.

— ¿Entonces qué es lo que ocurre?

Se quedó callada por unos largos segundos, hasta que de manera fría soltó algo que nunca me hubiera imaginado.

— Insinuaste que ya había estado con varios hombres antes. —y ahí sí que me miro a la cara con enfado— Me molesto la manera en que lo dijiste. ¿Cómo puedes hablar de algo tan delicado como si no fuera nada?

Así que era eso...

— Nunca busqué ofenderte con tales palabras, sólo lo dije porque sabía que anteriormente ya habías tenido pareja.

Y supe que la había vuelto a cagar en cuanto su semblante se volvió más sombrío.

— ¿Crees que me acostaría con todos los hombres que me pidieran ser su novia? ¿Me tienes catalogada como esa clase de mujer? —dio unos cuantos pasos cerca de mí— Y para que lo sepas, soy virgen.

Santo dios...

La verdad no me esperaba esa confesión, y no era porque la tuviera visualizada como una mujer con experiencia, sólo que viendo lo bonita que era junto con su cálida personalidad imagine cosas que jamás habían pasado. Y pensar que aquella noche había querido que yo fuera el primer hombre con el que compartiera su intimidad me hizo sentir prácticamente en las nubes, pero volví a bajar a la tierra al recordar que estaba molesta conmigo.

— Sae... —ella ya no estaba frente a mí, ni siquiera cerca.

¿En qué momento se había marchado?