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Me gustaría que me hicieran saber de cualquier error ortográfico que haya tenido en capítulos anteriores o de los futuros capítulos, ya sea que me coma palabras o ponga de más, o que la palabra este mal escrita, es para que tangan una mejor experiencia al leer. Se los agradecería mucho :)


-JungKook-

El reloj ya marcaba más de las nueve de la mañana y no tenía ninguna noticia de SaeJin. Se suponía que ella me avisaría de la hora y el lugar en que nos veríamos, pero no daba ni una señal de vida. Ni siquiera sabia donde vivía como para ir a buscarla, y ese era una de las tantas cosas que quería resolver, pues quería comenzar a recogerla para llegar juntos a la agencia.

Al escuchar el sonido del timbre di un salto del sofá y me apresuré a abrir la puerta.

— Siento llegar tarde. —sonrió de lado.

— Aun no me arreglo.

Ambos llevamos la mirada hasta mi pijama, nada extravagante pero tampoco infantil.

— No hace falta que lo hagas. —sin decir nada se adentró al interior del departamento, eso no me molesto en absoluto. Lo que no había notado con anterioridad eran las grandes bolsas que colgaban de sus manos— No saldremos a ningún lugar.

Antes de poder decir algo camino hasta la cocina y dejo las bolsas sobre la mesa, y yo no hice más que sentarme al otro lado en una de las sillas. Comenzó a sacar todas las cosas que había en su interior y me sorprendí bastante al ver que había comprado varios ingredientes que no sabía realmente cuales eran su fin, pero lo que más me dejo impresionado fue la cantidad de frituras que descansaba a lo largo de la mesa.

— Sera un día de películas, así no tendremos que salir y gastar energía de más. —se recargo sobre la mesa para poder acercarse más a mí— Puede que este exagerando, pero quiero mantenerte a salvo de cualquier cosa que te pueda ocurrir.

— Eres hermosa.

— ¿Eh?

Sin querer desaprovechar la oportunidad me pare de la silla, la tome de su nuca y estampe mis labios contra los suyos. Al inicio sólo fue dejar ahí los labios sin hacer nada, pero luego de unos segundos comencé a mover los míos, poco después ella me siguió el ritmo.

[...]

Ya íbamos por la tercera película y cada una era más interesante que la anterior. No podía recordar muy bien el nombre de las películas, pero sí que estas estaban dentro del género de acción y suspenso.

Resulto que había sido buena idea quedarnos en el departamento, pues luego de una hora de que SaeJin había llegado el cielo se nublo y comenzó a llover tanto que estaba seguro de que las calles ya estaban inundadas. El clima estaba loco.

Estábamos en mi habitación, recostados en mi cama y cubiertos por varias mantas para no pasar frio.

— Siento no habértelo dicho antes, —comencé a hablar mientras la película estaba en una escena donde no había diálogos, solo acción— pero quedé con mis padres que en año nuevo iríamos los tres a Busan.

— Me parece bien. —no despegó la mirada del televisor y sonrió de lado dándome tranquilidad al saber que no estaba molesta u ofendida por tomar decisiones tan precipitadas— Pero, —creo que me había adelantado— ¿Los tres? —volví a relajarme.

La película la tenía bastante entretenida.

— Sí. Tú, tu abuela y yo. —dejo de mirar la televisión para mirarme directamente a la cara— Sé que tan importante es tu abuela para ti, así que quiero que también sea parte de todo esto como lo serán mis padres.

— JungKook...

— Con esto quiero que sepas que lo nuestro va muy enserio.

Sin decir nada se sentó en su lugar y me abrazo con ambos brazos, casi al instante pude sentir su irregular respiración en mi cuello.

— ¿Estas llorando?

Trate de separarme un poco para confirmar mis sospechas, pero ella se aferró más a mí.

— Claro que no.

Bien. No estaba llorando, pero por el sonido de su voz y la velocidad de su respiración era probable que en cualquier momento lo hiciera, así que no hice nada más que pegarla más a mí.

— Te amo, JungKook.

Sus palabras me dejaron conmocionado por unos segundos, pero después una sensación de calidez inundo todo mi cuerpo. Si bien no era la primera vez que lo decía, bueno, sólo lo habíamos dicho una vez, pero al no estar haciendo nada más que estar abrazados le daba un significado especial.

— Te amo, SaeJin.

El calor de su cuerpo me hizo sentir a gusto, por lo que mis ojos comenzaron a pesar. No quería ser muy apresurado, pero ya podía imaginarme como seria cuando por fin viviéramos juntos, sin nada de estar esperando en llegar a la agencia para poder verla, sin tener que esperar tanto tiempo para poder besarla.

Y con esos pensamientos inundando mi cabeza me quede dormido sin importar el ruido de la televisión o de la lluvia torrencial de afuera. Estar a su lado me daba toda la paz que necesitaba para estar tranquilo.

[...]

— Esto se ve y huele delicioso.

Mencioné una vez que tuve frente a mí un plato de Bulgogi. Con sólo olerlo ya sabía cuan bueno iba a estar, y mis papilas gustativas estarían eternamente agradecidas. Ambos comenzamos a comer sin decir mucho, y no era como si necesitáramos decir algo para estar a gusto.

— ¿Qué tipo de sueño quieres cumplir?

Pregunte mientras la veía lavar la bajilla, había insistido en lavar todo por mí mismo, pero ella simplemente no me dejo.

— ¿De qué hablas tan de repente? —pronuncio sin voltearme a ver.

— Ya sabes, del tipo de sueños que todos tenemos. Querer hacer algo que nos guste tanto que nunca nos cansemos.

Dio vuelta en mi dirección mientras secaba sus manos con un trapo de cocina, se veía pensativa.

— Vaya. —sonrió con confusión— No lo sé.

— ¿Qué?

— No sé si en algún punto de mi vida tuve esa clase de sueño. —recargo su cadera en el lavabo y cruzo sus brazos por debajo de sus pechos, haciendo que estos se alzaran considerablemente. Eso me trajo recuerdos de aquella noche donde vi cada rincón de su cuerpo.

Sacudí mi cabeza repetidas veces para alejar esos pensamientos impuros.

— Tenia catorce años cuando tuve que comenzar a trabajar en empleos de medio tiempo para poder ayudar a mi abuela con los gastos de la casa. Y eran unos sueldos tan miserables que sentía que se burlaban de mí con cada pago que recibía. —bajo su mirada hasta sus pies y la mantuvo ahí— Con el pasar del tiempo todo se volvió difícil para mí, al final tuve que dejar la escuela dándole como pretexto a mi abuela que eso ya no me interesaba. Después de eso no tuve cabeza para nada más que trabajar e ir a un sinfín de entrevistas para conseguir un empleo decente, hasta que entré a Big Hit, donde conocí a muchas personas que cambiaron mi vida.

Jamás me imagine que ella hubiera tenido tantas dificultades en su pasado, se veía tan calmada y tranquila con la vida que parecía no haber sufrido tanto como me lo había dicho. Ella era una mujer fuerte, y si algún día la viera abatida seria porque realmente había sido herida.

Im Good → J. JungKook   #wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora