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-SaeJin-

No había sido mucho tiempo, pero si había podido descansar un poco mientras Jeon practicaba unos cuantos bailes. Y realmente no sabía para que lo hacía si desde que había comenzado con sus ensayos lo había hecho más que bien.

— ¿Ya nos vamos?

Pregunté al ver que él aún seguía bailando. Parte de su cara y cabello estaban empapados por sudor, cosa que me dejó claro porque era tan delgado y no subía de peso tan fácil.

— ¡Jeon!

No me gustaba que me ignoraran.

— ¡No me llames así! —dejó de practicar para verme de manera molesta.

— Pero es parte de tu nombre.

— No me gusta que me llames así, me hace sentir como si me odiaras. —se acercó hasta mí— Dime JungKook.

No sabía si había sido mi imaginación, pero juro haber visto un ligero sonrojo en su cara. Algo muy raro para tratarse de él.

— Bien. JungKook.

En automático una sonrisa se dibujó en su rostro dejando ver que tan agusto había quedado con mi respuesta.

[...]

No sabía cómo era que había terminado aceptando que Jeon me llevara a casa, ni siquiera sabía que él tuviera licencia de conducir.

— ¿Desde cuando tienes licencia?

Rompí el no tan incómodo silencio que había durado desde que salimos de la agencia.

— Desde hace tres meses.

Al escuchar su respuesta me aferré al cinturón de seguridad, por lo regular la gente que acababa de conseguir su licencia no era buena manejando, ya había visto más de un accidente por ser principiantes en el volante. Él notó mi miedo y bufo.

— No es como si por eso fuera a tener un accidente.

Nunca se sabe.

Luego de media hora de camino llegamos a la parada de autobús más cercana a mi casa.

— ¿Segura que te quedas aquí?

Preguntó mientras veía todo a su alrededor, parecía que para él era un barrio inseguro y de mala muerte, pero estaba totalmente equivocado.

— Sí.

— Te puedo llevar hasta tu casa. Ya es muy tarde para que andes sola, podría pasarte algo.

Le estaba prestando más atención al cinturón de seguridad que se había atascado que a Jeon. Además, no quería que me llevara hasta mi casa y conociera las condiciones en las que vivía, no era que me avergonzara de ello, pero no quería que se metiera en mi vida privada.

— No es la primera vez que camino por estas calles a tan altas horas. —dejé de pelear con el cinturón y lo vi a la cara— Aquel día que me pediste que abriera la puerta de la sala de ensayos regresé caminando aún más tarde.

Por un momento pude ver en sus ojos un sentimiento de culpa.

— Deja te ayudo con eso. —se acercó un poco a mi asiento y trató de quitar el cinturón— Se atascó.

Ambos comenzamos a hacer fuerza, parecía ser que esa cosa se había quedado a gusto con mi presencia y no quería dejarme ir. Al dar un último jalón el cinturón regresó a su lugar original con un poco de violencia, haciendo que el cuerpo de Jeon quedara prácticamente sobre el mío.

Nuestras respiraciones chocaban entre sí, y estaba segura de que podía escuchar cómo era que latía su corazón. Era la primera vez que lo veía así de cerca, y sus ojos por primera vez demostraban tener un sentimiento cálido. Él se fue acercando poco a poco a mi cara, sabía lo que se venía, pero no podía reaccionar.

Parpadee varias veces para salir del trance en el que me encontraba. De manera rápida puse mis manos en su pecho para empujarlo y poder tener a salvo mi espacio personal.

— Gracias..., por traerme.

Y como si de un rayo me tratara tomé mi bolso y salí del auto para comenzar a caminar, casi correr, en dirección a mi casa.

No sabía cómo lo vería a la cara después de lo ocurrido.

[...]

El bolso que tenía entre mis manos acabaría aporreado de tanto que lo estrujaba. Nunca antes había estado tan nerviosa, ni siquiera esa vez cuando me asaltaron a mano armada.

Solté un último suspiro y entré a la agencia con una sonrisa totalmente fingida. Me comportaría de la manera en que siempre lo hacía y trataría a Jeon como siempre, total, nada había cambiado.

— SaeJin.

Me asuste un poco por la repentina voz detrás de mí. Al girarme me tranquilice un poco al ver que se trataba de Jin, y solo un poco, porque él también me ponía un poco nerviosa.

— Buenos días. —hice una pequeña reverencia mostrando respeto.

— No seas tan formal. —se hizo el enfadado— Y buenos días para ti también.

Solo sonreí al no saber que decir o hacer.

— Vamos antes de que lleguemos tarde.

Tal vez había notado mi incomodidad. Comenzamos a caminar en completo silencio hasta el ascensor, y una vez que estuvimos dentro él apretó el botón del piso al que iríamos. Las puertas estaban por cerrarse, pero una mano impidió el acto.

La sangre subió a mi rostro en cuanto vi a JungKook frente a mí, sosteniendo las puertas del ascensor.

Él también se notaba algo nervioso.

— ¿No vas a subir?

La voz de Jin nos hizo reaccionar. JungKook asintió y entró al ascensor quedando a mi lado, y Jin del otro. De fondo se comenzó a escuchar una de sus canciones, y tal vez por mis nervios, comencé a tararearla mientras movía mis dedos al compás. Podía sentir la mirada de los dos sobre mí, y no era nada cómodo.

En cuanto las puertas se abrieron salí disparada sin esperarlos, prácticamente iba corriendo, y sabía que me veía infantil, pero era más mi incomodidad en ese momento.

— SaeJin. —Tae fue el primero en saludarme con una sonrisa en el rostro, pero esta se borró al ver el estado en que había llegado— ¿Te encuentras bien?

— Sí, no es nada. —podía sentir como me hacía falta el aire en los pulmones.

Poco después llegaron Jin y JungKook, los dos se notaban totalmente tranquilos, como si no hubieran notado la rara atmósfera de minutos atrás.

— Que bueno que llegaron, —habló YoonGi, parecía que tenía sueño— vamos tarde.

Todos comenzaron a hablar, a excepción de JungKook, hasta que llegó Youra diciendo que era hora de partir.

Im Good → J. JungKook   #wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora