Im Good → J. JungKook #wattys2019

18

-JungKook-

Ya llevábamos tres horas en la sesión de fotos, y ya estaba más que fastidiado. Todas las luces de alrededor ya me tenían mareado, y ni qué decir del dolor de cabeza.

Miré nuevamente por todo el lugar, pero tampoco hubo algún rastro de ella, solo la había visto por la mañana y desde entonces no la había vuelto a ver. No sabía si era por lo que había pasado la noche anterior, pero se notaba que me estaba evitando al propósito, como si mi presencia la pusiera nerviosa. Y la verdad no sabía en que estaba pensando, por dios, casi la beso.

— Terminamos.

Anunció el camarógrafo y algunas personas del staff comenzaron a aplaudir, ni siquiera sabía porque hacían eso, solo era una sesión más.

Pasamos al camerino para quitarnos la ropa y el maquillaje. Lo mismo de siempre.

Terminé de abotonarme la camisa justo cuando Youra entró a la habitación con unos cuantos papeles en mano, eso me recordó a SaeJin, ella siempre andaba con papeles en sus manos.

— Eso es todo por hoy chicos, pueden ir a descansar.

— Sé que esto no tiene nada que ver, pero, —todos dirigimos nuestra atención hacia TaeHyung— ¿Dónde está SaeJin?

— Aún no puedo hablarles sobre esto. —por primera vez vi preocupación plasmada en su rostro, cosa que me asustó— Necesito recibir una orden del CEO Bang ShiHyuk para eso.

— ¿Pasó algo con SaeJin? ¿Ella está bien?

Youra se quedó viendo de una manera extraña a Jin por su exagerada preocupación hacia la chica.

— No puedo decir que está en una situación linda en estos momentos. —eso me alarmó al instante— Pero ustedes no se preocupen por eso, no quiero que de distraigan.

Y sin más salió del lugar.

Tan pronto como terminé de procesar la información un raro sentimiento se comenzó a sentir en mi pecho, era como si no pudiera respirar muy bien.

— Vamos, tenemos que desocupar el lugar.

NamJoon fue el primero en romper el silencio que se había formado. Todos retomaron lo que estaban haciendo antes de que entrara Youra, pero yo no podía moverme.

Quería saber que era lo que pasaba con SaeJin.

[...]

Ya había perdido la cuenta de cuantas veces había dado vueltas por toda la habitación con el celular en mano. Y es que no me decidía.

Quería llamar a SaeJin para saber si todo estaba bien, nunca me había sentido así de preocupado por alguien que no fuera de mi familia, no entendía mi insólito comportamiento.

Solté todo el aire que tenía retenido y apreté la primera opción, la cual era para llamar. Mis nervios me volvieron a traicionar y estuve a punto de cancelar la llamada, pero su voz me detuvo.

— ¿Hola?

Su voz se escuchaba cansada, y parecía no haber visto quien era la persona que le estaba llamando.

— SaeJin...

— ¿JungKook? —reconoció mi voz al instante— ¿Pasa algo?

— ¿Estás bien?

— ¿Por qué lo preguntas?

— Youra nos comentó algo. —me senté en el sofá para tranquilizar un poco mis nervios— Dijo que estabas en una situación no tan agradable.

— Algo así. —de fondo se escuchó el ruido de unos autos— Pero ya todo está solucionado, ya mañana Youra y CEO hablarán con ustedes sobre lo ocurrido.

— Bien. Eso es lo único que quería saber.

— Bueno, adiós.

— Adiós.

Estaba por colgar, pero nuevamente su voz me detuvo.

— Jeo-... Quiero decir, JungKook.

— ¿Sí?

— Gracias.

No la podía ver, pero por el sonido de su voz pude saber que estaba sonriendo ligeramente.

— ¿Por qué?

— Por preocuparte por mí y llamarme a pesar de la hora. Eres el único que lo ha hecho en todo el día, estoy agradecida por ello.

Mi boca se abría y cerraba intentando encontrar las palabras correctas para contestarle, peor simplemente no encontré nada.

— Hasta mañana.

Y ella fue quien terminó la llamada.

Sin pensarlo puse una sonrisa de idiota en mi rostro, y es que ella me había agradecido por el solo hecho de haberle llamado para saber cómo estaba. Sentía que las cosas serían diferentes a partir de ese momento.

[...]

La cara del CEO me dejaba saber que lo que diría no sería nada bueno.

Nos encontrábamos en la sala de reuniones, Youra y SaeJin estaban sentadas a los costados del CEO, mientras que todos los demás estábamos alrededor de la mesa esperando a que hablaran.

— Había una demanda para ustedes. —esas palabras nos sorprendieron. ¿Una demanda? No habíamos hecho nada malo, bueno, no que yo supiera— Un hombre dijo que una de sus canciones fue robada por ustedes, y quería todas las ganancias que habíamos producido con ella.

— Eso es ridículo. —NamJoon se notaba furioso.

— Tranquilo, Nam. —interfirió Youra.

El CEO parecía tan relajado que dudaba que le interesara realmente el problema.

— ¿No escucharon lo que dije al inicio? —nadie contestó— Que distraídos son. Dije claramente que había, de tiempo pasado.

— ¿Entonces? —me quería reír por la cara que Tae estaba haciendo ante la confusión, pero me aguante al saber que no era el momento.

— SaeJin se encargó de eso.

Todos llevamos nuestra mirada hasta ella, y se sonrojo. ¿Cómo que ella se encargó de eso? Se supone que está para acompañarnos a nosotros, no para resolver los jodidos problemas de la agencia.

— Ella solo tenía que acompañar al abogado, por formalidad. —comenzó a explicar Youra— Pero las cosas se salieron de control y la parte contraria pudo haber sido el ganador pues nuestro abogado estaba comprado por ese hombre, pero SaeJin dijo unas cuantas palabras que estuvieron a favor de ustedes.

En la pantalla que teníamos enfrente se comenzó a reproducir un vídeo, mal grabado ya que estaba prohibido grabar las sesiones de los tribunales.

— ¡Usted es él que está mintiendo! —todos nos sorprendimos por el repentino grito proveniente del vídeo. Nunca había escuchado a SaeJin gritar de esa manera— No sabe cuántas horas se desvelaron para poder escribir una sola palabra de toda esa canción, no sabe cuánto les costó poner en armonía todo, pero, sobre todo, no sabe el sentimiento que pusieron en ello. Puede que esté exagerando, pero esos chicos pusieron sudor y lágrimas en su trabajo, y no solo en esa canción, ellos han peleado día con día para lograr su sueño, como para que ahora usted quiera llegar y sacar ventaja por una completa estupidez. Ni siquiera tiene pruebas de que le pertenezca. ¡Exijo otro abogado, él está vendido!

En cuanto terminó el vídeo todos giramos a ver a SaeJin, quien tenía su rostro cubierto con las manos.

— Hay dios, les dije que no mostraran eso. —aún con las manos en su rostro se paró de la silla e hizo una reverencia— Me retiro primero. —salió prácticamente corriendo de la sala.

Sonreí como tonto al saber lo que había hecho por todos, era una mujer única.