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Me encanta leer sus comentarios, y sentir esa emoción que experimentan al leer, o cuando me alienta para que siga adelante. En serio mil gracias.

-JungKook-

— Lo sentimos mucho hijo.

Las cálidas manos de mi mamá les dieron calor a las mías. Me dieron unas tremendas ganas de llorar, pero me aguante pues no quería llamar la atención de la poca gente que había en el lugar.

— Nunca llamamos porque creímos que estabas demasiado ocupado, o porque te quitaríamos mucho de tu tiempo.

— Ustedes jamás serán un estorbo. —por alguna razón recordé las palabras que SaeJin me dijo un día después de mi cumpleaños— Siempre estaré libre para una llamada de ustedes.

— Prometemos llamarte seguido, —aseguro mi papá— y a tu hermano le podremos mano dura a partir de ahora. Tienes razón al decir que se descontrolo demasiado.

Sonreí en su dirección y continuamos hablando sobre todas las cosas que nos habíamos perdido como familia, una plática larga, pero que dejaba un buen sabor de boca. SaeJin ya había logrado dos grandes cosas en mi vida con su llegada, y no sabía si alguna vez llegaría a agradecerle lo suficiente por todo lo que había hecho.

Una vez que me despedí de mis padres, y asegurarme de que se marcharan a salvo, comencé a escanear el lugar en busca de una pequeña mujer de cabello largo, pero no la podía ver por ningún lado, y eso me preocupo. Ella había acordado esperarme fuera del lugar mientras hablaba con mis padres.

— ¿Cómo te fue?

Al escuchar esa voz me gire de inmediato, solo para encontrarme con la persona que había estado buscado segundos antes. SaeJin tenía un helado en su mano y un gorro de pueblerino colgando de su espalda, se notaba que había estado recorriendo el lugar durante las largas horas que yo estuve adentro.

— ¿Entonces?

— Muy bien.

Trate de agarrarla de la mano, pero ella se apartó de inmediato, con algo de confusión la mire a la cara buscando alguna respuesta.

— Estamos en público. —agacho la cabeza y comenzó a jugar con sus manos.

Se suponía que ella había escogido ese lugar por estar retirado de Seúl y de los lugares más concurrido por los turistas para poder reunirme con mis papás a gusto. Y así era, el pueblo estaba casi vacío, y dudaba que las pocas personas que ahí vivían supieran de mi existencia. Y dudaba que alguien me reconociera con la gorra y el cubre bocas que llevaba puestos.

— Nadie aquí nos va a notar.

Y sin esperar alguna respuesta de su parte tomé su mano y comencé a caminar sin rumbo alguno. No había muchas cosas entretenidas en el pueblo, pero las pocas que habían eran divertidas. Habíamos pasado de comer un poco de kimchi jjigae hasta unos helados naturales según el hombre que me los vendió.

— Creo que después de todo ese helado no era natural. —habló SaeJin mientras frotaba su estómago— Mi estómago no ha dejado de hacer ruido.

Y justamente cuando termino de decir aquello su estómago hizo un sonido hueco, como si algo en su interior se estuviera revolviendo.

— Me hizo daño.

Se levantó de la banca en la que estábamos sentados, y sin entender que es lo que pasaba le agarre de la mano para detener sus pasos.

— ¿A dónde vas?

— A buscar algún baño. No te muevas de aquí.

Con una sonrisa tímida se soltó de mí y comenzó a caminar mientras agarraba su estómago con algo de fuerza. Nunca me imaginé que sería algo normal ver a mi novia mal del estómago, era gracioso y lamentable al mismo tiempo.

Los minutos pasaban y ella no volvía por lo que decidí caminar un poco para distraerme. A lo largo de la calle había varios puestos, algunos eran de comida, otros de artesanías y unos cuantos más de diversas cosas, pero uno llamo en especial mi atención. Eran collares de pareja.

¿Sera ridículo para ella si compro unos?

— Deberías comprarlos. Tu novia se alegrará de saber que pensaste en ella mientras los comprabas. —me animo la señora que estaba al otro lado del puesto.

Había tantos que por un momento me quede ido sin un punto en específico.

— ¿Qué es lo que ves?

Me sobresalte por escuchar de manera tan repentina la voz de SaeJin.

— Dios. Son hermosos. —ignoro por completo el hecho de que me había sorprendido su presencia y comenzó a observar cada uno de los collares.

Me olvide por completo de mi alrededor y solo me centre en ver a SaeJin. Una gran sonrisa estaba plasmada en su rostro mientras sus ojos estaban más pequeños debido a esta, su largo cabello caía libre y algunos mechones eran movidos por el ligero aire. Una imagen simple para muchos, pero muy significativa para mí.

De un rápido movimiento saque mi celular del bolsillo de mi sudadera y le tome una foto.

— Gracias.

De manera rápida guarde mi celular al ver que ella se había girado en mi dirección, y no es como si lo que había hecho fuera algo malo, sólo me sentía un poco avergonzado por el hecho de haberle tomado una foto a escondidas.

— ¿Qué es eso? —pregunte al ver una pequeña caja entre sus manos.

Sin responder a mi pregunta abrió la pequeña caja y saco dos collares. Se trataban de unos búhos, uno más grande que el otro.

— Collares de pareja. —dijo con obviedad— Este es para ti.

Me entrego el collar con el búho más grande.

— Había modelos mucho más bonitos, pero creo que estos pueden pasar más desapercibidos ante los ojos de lo demás. —observo fijamente su collar.

Ella pensaba demasiado en no ser descubiertos por la gente, pero eso no la limitaba a hacer cosas de pareja.

— Date vuelta.

— ¿Qué?

— Que te lo voy a poner. —me quito el collar de manera suave.

Sin decir nada me di media vuelta y flexioné un poco mis rodillas para quedar a una estatura más baja, aún más baja que ella para facilitarle la acción.

— Sí, como no, ríete de mi estatura. —se quejó— Listo.

— Eso fue rápido. —mire en dirección a mi pecho, y pude notar que el collar se veía más pequeño de lo que había notado— Es mi turno, date la vuelta.

Me entrego su collar y se dio media vuelta como le había pedido. Con una de sus manos sostuvo su largo cabello dándome acceso directo a su cuello, me quede perdido por un momento en la delgadez y palidez de este.

¿Qué se sentirá posar mis labios sobre su cuello?

Un escalofrió recorrió todo mi cuerpo e hice desaparecer por completo todos esos pensamientos, eso no era nada sano.

— Listo.

Y como si pudiera llegar a hacer algo indebido frente a tanta gente me separe de ella a una distancia prudente. No me había gustado como había reaccionado mi cuerpo. 

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Jejejejeje se me estaba olvidando, estos son los collares; 

Jejejejeje se me estaba olvidando, estos son los collares; 

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Im Good → J. JungKook   #wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora