25 ||Editado||

246 13 3
                                    

Al terminar la ceremonia pude poner mi mente en otra cosa. En ese momento me di cuenta de que ni Francesca ni Diego vinieron. ¿Donde estaban? En este tiempo nos enteramos que Matteo y León siguieron sus vidas. Ahora son novios de Nina y Fran, la verdad me duele, pero así es la vida. Estaba pensado mientras veía como todos se dirigían al jardín para iniciar el festejo.

— ¿No es raro que ni Francesca ni Diego hayan venido no?

— Si, estaba pensando en eso. ¿Les habrá pasado algo? — Pregunté preocupada.

— No creo, hable con cami y ella me dijo que Fran tenía una supuesta cena con su familia. Pero que duda que sea así ya que la noto nerviosa. — Explico confundida.

— ¿Y Diego?

— Me dijo que no iba a poder venir. — Comentó una voz a sus espaldas.

— Pero, ¿Le pasó algo? ¿Te dijo porque no venía?

— No, igual lo noté medio, no se nervioso y apurado. Quería que termine la llamada lo antes posible, pero no sé porque. — Comentó dudoso.

— A bueno, gracias Marco.

— No hay de que nada — Dijo antes de salir al jardín.

— Me voy con Fede al jardín.

— Bueno, nos vemos después. — Saludo antes de salir.

Yo me di vuelta y camine hacia una mesa, abrí el cajón en el que guardaba mi caja. Saque la tapa encontrando un montón de fotos, las pase una por una antes de mirar fijamente la última. La más escondida, como desearía volver a aquellos tiempos, donde no había problema y éramos todos felices.

— ¿Por qué se fueron? — Pregunto parado detrás de mi mirando las fotos.

— Nada importante. — Susurré nerviosa guardando las imágenes.

— Violetta, te conozco. ¿Por qué se fueron? ¿Qué no confías en mí?

—León... — No sabía que decir. —Es que, no te puedo contar.

— ¿Por qué no? — Insistió.

— Porque no.

— Violetta por favor. ¿Acaso no te importa lo que sentimos nosotros? Te fuiste así, sin decir nada.

— Era eso o que ustedes salieran lastimados. — ¿Por qué lo dije? Tengo que dejar de ser impulsiva.

— ¿De que hablas? — Pregunto enseguida notablemente confundido. Por su mirada supe que no iba a dejar de insistir hasta que le contará así que solo suspiré y mire la puerta que daba al jardín.

— Este no es el lugar para hablar de esto. — Dije y le agarre la mano llevándolo a mi cuarto.

— Ahora sí, ¿Me vas a decir a qué te referís diciendo que "íbamos a salir lastimados"?

— Mira, te voy a decir, pero tenés que prometer que no te vas a enojar y que me vas a entender. — Lo entendería si se molestaba por no decírselo pero no soportaría pelear con él.

— Lo prometo. — Respondió más confundido que antes. — ¿Qué pasa?

— Bueno...

Volvimos ||Editada||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora