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26 ||Editado||

Lo mire unos segundos, estaba nerviosa. ¿Y si alguien nos había seguido? ¿Y si Sharon nos vigilaba? ¿Y si Rey estaba cerca? Suspiré para calmarme antes de hablar.

— Luna es mi hermana.

— ¡¿Qué?!

— Lo sé. Nos enteramos unos días antes de desaparecer. — Comenté sabiendo que me esperaba un interrogatorio.

— ¿Cómo? Pero, ¿Por qué desaparecieron?

— Nos encontramos en la calle. Se que es raro pero entramos en confianza rápidamente porque sentíamos que ya nos conociamos. Por cosas del destino terminamos en la mansión Benson en donde escuchamos a nuestra tía, Sharon, gritar que nosotras éramos hermanas. — Dijo salteando la parte de sus verdaderos nombres. — Ella nos contó la verdad pero después nos amenazó con lastimarnos si no nos alejábamos, y así lo hicimos.

Él se quedó en silencio unos minutos antes de hablar.

— Pero, nosotros las podíamos ayudar.

— No, Gregorio, no es quien piensan. Él en realidad se llama Reinaldo, y estaba en el estudio para vigilarnos, pero me cansé de esconderme. — Se lo veía sorprendido, pensé unos segundos en la que dije y recordé. — Casi me olvido de Roxy y Fausta.

— ¿Que tienen que ver ellas con todo lo que pasó? — Pregunto mientras yo tomaba el bolso con mis cosas. Se lo pase y él lo miro confundido. — ¿Que es esto?

— La verdad. — Me miro confundido pero solo señale el bolso.

Él lo abrió encontrando los lentes, la peluca y la ropa que sabía que reconoceria en cualquier lado.