48 ||Editado||

198 9 3
                                    

— ¿Y? ¿Qué te dijo? — pregunto a penas atendio. Luego de unos segundos sonrió satisfecha. — Perfecto, es el momento indicado para dar el siguiente paso. — Ambos se miraron preguntándose de que hablaba. — No, mientras mas constantes sean los mensajes mas nerviosa se va a poner. — Ambos se sorprendieron, ¿A caso amenazaban a alguien? — Si, tenés razón, nos vemos en casa y lo hablamos mas tranquilas. Chau. — Se despidió y corto para seguir su camino rápidamente.

Sl llegar a su casa subió las escaleras de dos en dos y toco la puerta del cuarto de la rubia. Ambos chicos se apoyaron en la puerta para escuchar la conversación que iban a tener las chicas que se encontraban raras, desde ya, hace varios días.

— Hola. — Escucharon la voz de Violetta.

— Hola. — Saludo Ludmila. — Ahora si, más tranquilas. ¿Cual es el próximo paso?

— Hay que seguir con los mensajes. — Comentó Violetta totalmente decidida. — Eso la puso nerviosa, así vamos a conseguir que cambie de opinión.

— Si, tal vez amenazarla con su dinero la afecte mas. — Eso confirmo las sospechas de ambos chicos que no entendían a quien querían amenazar ni porque.

— Si. Solo así vamos a conseguir ser felices como se debe... — Suspiro cansada.

— ¿Pero...? — Pregunto Ludmila esperando que continuará.

— Pero, ese odio que siente. No se porque es, pero voy a averiguarlo, cueste lo que cueste. — Aseguro.

— ¿Qué pensas hacer?

— Tenemos que entrar a la mansión. — Comentó y la rubia chillo.

— ¡¿Qué?! ¡¿Te volviste loca?! — Exclamó sorprendida y aterrada a la vez.

— No, es el momento perfecto. Sharon viaja cada mes y todavía no lo hizo. ¿Me haces el favor de averiguar cuando viaja? — Pidió suplicante.

— Estas loca. — Afirmó la rubia sin creer lo que su hermanastra le pedía.

— Por favooooor. — Rogó.

— Bien. — Acepto molesta por haberse rendido tan fácilmente. — Pero ¿Por qué no lo podes hacer vos? — Pregunto confundida.

— Yo aún tengo que solucionar el tema de Fran y ver como seguimos con los mensajes.

— Okey, pero tranquila. Todo se va a solucionar con Fran, si me preguntas a mi me resulta rara su actitud. Ella no te tenia rencor, solo quería una explicación de porque te fuiste y ahora que se comporte así es. No sé, es raro. — Comentó pensando en la situación de su hermanastra.

— Si, no sé. — Susurro confundida. — Solo me gustaría que entendiera, que sepa que no la quise dejar.

— Bueno, tal vez tenés que entender primero lo que le pasa a ella. — Sugirió y la castaña la miro.

— Tal vez, pero si no me explica no puedo hacer nada.

— Lo mejor es que le des tiempo. No vale la pena que estés así por eso. — Hubo un silencio por unos segundos antes de que la rubia volviera a hablar. — ¿Bajamos a comer algo? A noche no comiste y hoy te fuiste muy temprano. — Le recordó y ella asintió.

— Anda, yo te alcanzo en unos minutos.

Eso provocó que los chicos salieran de la puerta y se metieran en el primer cuarto que encontraron. Para su mala suerte era el de violetta, no les quedo de otra que esconderse en el armario de la chica. Segundos después escucharon la puerta abrirse y cerrarse seguido por un suspiro. La vieron ponerse frente al piano el cual estaba junto a la ventana y con la mirada pérdida empezar a tocar.

(Ignoren a los chicos los aplausos y las partes habladas)

La letra era muy dulce, al terminar de cantar miro la foto que tenia a su lado, la cual los chicos no habían visto, en la cual estaban maria y ella.

— ¡VIOLETTA! — La llamo Ludmila desde abajo pues ya se estaba tardando.

— ¡VOY! — Grito en repuesta y dejo la foto sobre el piano para salir del cuarto, segundos después los chicos igual.

Hoy publique 2 capitulos porque estoy feliz de que esta historia haya llegado a los 3K 👏👏👏 estoy muy contenta y esperó que les guste.

Volvimos ||Editada||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora