Memoria de Amor

X

Stephanie, tomo dos copas de champan, y le dio una a su acompañante, y luego de tomar un trago viendo una pintura, Stephanie, le tomo la mano a Sebastián y lo llevo a una zona del edificio que aun tenia las luces apagadas, al parecer no había nada en esa habitación,

Sebastián le dijo —que pasa aquí, porque esta oscuro,— Ella le soltó la mano y comenzó a caminar, Sebastián pregunto, —¿acaso me trajiste aquí para matarme?, ¿no me perdonaste aun?—

ella dijo —solo espera— ella encendió la luz, y luego camino hasta llegar donde Sebastián que estaba en el centro de la exposición, y dijo

—esta es la exposición de retratos, a mi parecer es la mejor de todo el edificio,— comenzó a caminar para dar el recorrido personal, a Sebastián,

ella dijo —cada uno de los retratos tienen una gran historia detrás, por ejemplo este, es una de mis favoritas, era una mesera en una pequeña cafetería del centro, ella se enamoro tanto de un fotógrafo que tomaba el té todas las tardes en ese lugar, el le confeso su amor mediante las pequeñas notas que dejaba junto a la propina cada día, le pidió su primera cita, en fin se enamoraron y el día que el le pediría matrimonio, ella no llego, murió en un accidente de auto, el la retrato en esta pintura, es un gran amigo mío, y me presto su mas preciada obra,—

Sebastián se perdía al ver como Stephanie contaba las historias maravillosas ver como sus ojos brillaban al ver aquellas obras, escuchaba cada frase de su boca, mientras caminaban por el salón de luz tenue, y decorado de manera moderna y al mismo tiempo elegante, con mantos plateados, y bellos pedestales blancos, el miraba con asombro lo hermoso que estaba todo, llegaron a la ultima pintura y Sebastián al verla tenia una expresión sumamente desconcertada, pero trato de ocultarla rápidamente para que Stephanie no se diera cuenta.

Sebastián pensó ‹‹Kyle››, el le dijo a Stephanie —quien pinto este retrato,—

ella contesto —esa fui yo— viéndole a los ojos, mientras Sebastián trataba de preguntar, —¿cual es la historia?—

ella vio su obra y solo dijo —no lo se.— Stephanie sonrió con la pintura y agrego —sigamos.— ella quiso avanzar pero regreso el paso hacia atrás, volteo hacia Sebastián y dijo —sabes tu tienes cierto parecido a el, pero es imposible, la pinte mucho antes de conocerte— El la vio con suma tristeza, y entonces ella dijo —ven conmigo es hora de regresar con los demás.

Uno de los maestros de Stephanie se le acerco y dijo —esto es todo un éxito, es una artista increíble, señorita Parker, me informan que hay alguien interesado en una pintura, —¿de verdad?— pregunto ella pero agrego de inmediato —pero, creí que las pinturas en venta se vendieron antes de la exposición,—

su maestro dijo —la pintura que desean es una titulada ausencia— Stephanie dijo —¿una de mis pinturas?, mis pinturas no están en venta— Stephanie, deberías pensarlo, su oferta es impresionante, se que no necesitas el dinero pero, deberías pensar en lo bien que le haría a la escuela de arte.— dijo su maestro inclinándose por el dinero, ella le repitió —dígale al señor o señora que mis pinturas no están en venta—

Sebastián soltó una pequeña risa, y al retirarse su maestro, ella se acerco a Sebastián y le pregunto —¿porque te ríes?—

Sebastián la vio a los ojos y dijo —El comprador soy yo— ella lo observo con duda pero luego le dijo —porque haces eso—

—creo que tu arte es el mejor en esta galería, y me interesa esa pintura—

—pero ¿porque no me lo dijiste a mi?

—¿me habrías vendido la pintura a mi si te lo decía?

—claro que no, pero te habría evitado la molestia.

— esta bien, así que escuela de arte

—hay mucho de mi que no conoces aun Sebastián.

—es lo que mas quiero Teff

Ella se sonrojo al oír eso y ofreció una copa de vino, la velada fue muy interesante, y el éxito de esa galería, gracias a Stephanie había sido todo un éxito, muchos le daban las gracias, y le llegaban invitaciones de todos lados, y halagos por sus pinturas, agradecimientos por la venta de muchas pinturas, y tenia muchas ofertas de trabajo, era muy conocida en el medio.

—Gracias por la invitación, fue increíble.— dijo Sebastián mientras estaba frente a la puerta del departamento de Stephanie, mientras le ayudaba abrir la puerta, ella le dijo —me alegra que la hayas pasado bien.—

Sebastián agrego estando frente a frente —creo que debería irme y dejarte descansar.—

Stephanie le dijo casi balbuceando mientras el se acercaba a ella lentamente, —s-si.. creo, que ya deberías... irte..—

El la beso tiernamente, de un beso que ella correspondió con intensidad, mientras el la llevaba adentro, ella dijo al separarse de el,

—yo nunca hago esto, somos prácticamente desconocidos—

el dijo —lo siento es solo que yo— el volvió a besarla y esta vez llegaron a la pared donde el la acorralo, Stephanie le dijo con una voz algo agitada, —no esta bien, mañana debemos...—

Sebastián le tomo del cuello besándola con pasión, sin dejarla terminar la oración el la rodeo con ambos brazos y la levanto, sentándola en el desayunador, sus manos acariciaban el cuello y la cintura, Stephanie le rosaba el rostro y sus dedos se deslizaban en el cabello, ella se aferro a el, y Sebastián la cargo hasta la habitación donde la acostó lentamente en la cama besándole el cuello, soltó el vestido de Stephanie ella le tomo la cabeza y el se detuvo, ella le dijo, teniéndolo tan cerca de sus labios,

—ya no hablare—

Sebastián le sonrió y dijo —que bueno— tomándola en sus brazos y dándole el beso mas intenso. Esa noche fue larga y la oscuridad guardaría en secreto, lo que fue la noche de amor para dos almas destinadas a estar juntas, donde Sebastián sellaba su pacto de amor en silencio, donde le juraba amor eterno a su dulce Stephanie.

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