Capítulo V

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Sebastián cerro la puerta de su apartamento, luego coloco la caja en el suelo y el se sentó en el único sillón que tenia, y se coloco las manos en la frente, las paso a su cara y comenzó a decirse —Stephanie que voy ha hacer, yo no puedo, definitivamente no puedo estar contigo, y ahora que el destino nos volvió a unir...— suspiro— no podría seguir viviendo sin ti, pero porque no me reconoces, porque actúas como si no hubiera pasado nada, como si en verdad fuese la primera vez que nos vemos, fuiste mi primer amor, eres y seguirás siendo el único amor de mi vida, pero como seguir contigo, si en vez de ser amable y llegar a amarme deberías odiarme—.

Stephanie se recostó en su cama y dando vueltas sin poder dormir sus pensamientos comenzaron a invadir su mente, **porque actúas tan extraño, de verdad quiero conocerlo mas, es tan extraño como siento que te conozco**

Era sábado por la mañana y Stephanie estaba sentada en su pequeño estudio dibujando un retrato, era la ultima pieza que quizá presentaría en el evento de la clase, y no sabia como había comenzado con ella, solo sabia que su mente la había traído y sus manos solo buscaban plasmarla para siempre como algo inmortal, luego de darse un pequeño descanso, tomo un vaso de jugo de fresa con mucho hielo y dando un sorbo escucho que tocaron la puerta, ella camino hacia ella con sus pies descalzos, sus pantalones anchos y su despeinado cabello, abrió la puerta y en frente de ella estaba el chico que la traía tan confundida, allí estaba El de pie ante ella con dos latas de pintura y una sonrisa preciosa, ella sin escuchar ninguna palabra de Sebastián dijo, —me das tu habilidad como artista— Stephanie simplemente le sonrió.

Stephanie tomaba las brochas y dijo paseándose por todo el apartamento de Sebastián, —si, creo que si necesitas mi ayuda—

—lo se, me gusta tener a una vecina experta en esto, y lo bueno de esto es que me saldrá gratis—

Stephanie volteo a El y dijo teniendo una expresión de burla

—jamás dije que no te cobraría,— comenzó a reírse,

el agrego —ya enserio, no se si interrumpí algún plan de sábado en la noche, si no tienes tiempo descuida, no tienes que hacerlo—

–estas bromeando, que clase de vecina dejaría que arruinaras las paredes del edificio tu solo, estoy aquí para asegurarme de que no quede ridículo, así no les costara rentarlo de nuevo cuando te vayas dentro de un mes y venga un tipo atractivo que quizá sea mi futuro esposo—

el soltó una gran carcajada y dijo —si, será mejor que no lo arruine—

Stephanie abrió la primera lata de pintura y vio el color tan oscuro un tono naranja, y dijo luego de soltar un suspiro decepcionante,

—tu, pediste mi ayuda para pintar y no para elegir el color, este color es lo mas horrendo que he visto en la vida—

Sebastián soltó una carcajada como ya era de costumbre y le dijo con toda la soltura del mundo

—¡ay! Teff sigues sin filtrar nada cierto?—

esta pequeña oración llego a los oídos de Stephanie y ella lo sintió tan familiar su sonrisa se borro de su expresión y se levanto viendo a los ojos de Sebastián que aun reía, y dijo —¿perdona como me dijiste?... tu, ¿tu me llamaste Teff? ¿ tu, me conociste antes?—

El se acerco a ella muy serio y dijo luego de un corto silencio —lo siento, perdona, no se a que te refieres—

Ella volvió a decir —¿por qué me dijiste Teff? ¿por qué hablas como si me conocieras de siempre?, ¿por qué siento que te conozco?—

Sebastián respondió —Stephanie lo siento, es solo que ¨Teff¨ fue solo una abreviatura y lo demás fue solo una expresión yo no se porque lo hice lo lamento si, pero no entiendo porque me preguntas si te conocí tu deberías saber si me conoces o no, yo solo, solo... —

Stephanie sintió mucha pena de cómo había revelado su condición y no quiso dar mas largas del asunto, y agrego —perdona yo no debí preguntar–— desvió la mirada y agrego —comencemos con esto si..—

tomo la pintura y comenzó a moverla, mientras Sebastián bajaba su cabeza y cerraba sus ojos, por decepción , El dedujo porque su amor no lo reconocía y una voz en su mente dijo **perdió la memoria.**


Memoria de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora