al final sonrió y dijo —al parecer no fui la única con un mal día.— ambos se rieron y el volvió a hundirse en un recuerdo de su sonrisa, imágenes de ella bailando y sonriendo en la playa, con un vestido amarillo y un sombrero blanco grande, haciendo caras y sujetándolo de las mejillas mientras se sentaba frente a el, en sus piernas, y abrazados veían el Llego la hora Stephanie y Cristina caminaban hasta donde encontrarían con el "héroe", mientras caminaban Cristina no dejaba de decir cosas como, ya quiero conocer el bombón, ya quisiera que Marcos fuera un poco mas caballeroso a duras penas baja la tapa del baño el odioso—
ella era una mujer realmente elocuente, y divertida, había sido una gran compañía para Stephanie y mas aun desde que conoció la triste historia que rodeaba su pasado, ella siempre trataba de que su amiga tuviera la mente ocupada, y su alegría no terminara, ambas se apoyaron en momentos difíciles y en cuanto a problemas se trataba la una siempre contaba con la otra.
La camioneta de Sebastián estaba estacionada y el estaba hablando por teléfono cuando ella logro verlo, Sebastián se bajo del auto y saludo a Stephanie de largo mientras esta se acercaba el corto la llamada de lo mas natural, Stephanie lo saludo y dijo —Ella es mi amiga Cristina— dirigiendo su mano a ella, y antes de que Sebastián pudiera decir algo Cristina le dijo, —así que tu eres el ángel que salvo a mi amiga, ahora ya puedes decirme cuales son sus intenciones con ella.—
El le ofreció su mano y dijo —las mejores se lo aseguro.—
Cristina agrego tomando su mano —se donde vives así que pórtate bien— El sonrió y Stephanie volteo a otro lado y ladeaba la cabeza avergonzada.
Cristina dijo —llego la hora de irme, fue un gusto Sebastián— paso por el frente de Stephanie y ella pudo leer sus labios cuando decía ‹‹esta buenísimo›› guiñándole el ojo en señal de aprobación y agrego en voz alta —te llamo en la noche, deséame suerte—
Stephanie solo le dijo —no olvides enviarme el correo del nuevo dueño del local—
Cristina solo grito —lo hare— al voltear vio que Sebastián la veía fijamente y ella agrego —disculpa a Cristina es que ella es, bueno no es muy normal—
Sebastián contesto —descuida he conocido personas con menos cordura,— y pregunto —¿nos vamos?— le abrió la puerta del automóvil y los dos se pusieron en marcha.
Sebastián dijo —¿cuéntame que tal tu día? Ella lo vio y exhalo fuertemente por la nariz cerro los ojos y movió la cabeza le lado a lado, contestando —un caos, y demasiado estresante— Sebastián volteo un momento y dijo con una expresión algo curiosa —¿que fue lo que ocurrió?—
Stephanie le dijo —veras soy la encargada de la exposición final de pintura en retratos y el local en el cual hacíamos los eventos se vendió y no podemos contactar al dueño, debe ser un prepotente malcriado porque no quiso contestar en toda la mañana y al parecer el local tiene orden de demolición, y estoy molesta porque es tan perfecto si lo vieras tiene una iluminación increíble, es muy amplio y moderno es hermoso, perdona debo parecerte una parlanchina solo debí contestar que fue un día muy ajetreado—
Stephanie volteo hacia el frente y Sebastián dijo —fui yo quien pregunte, así que descuida, por cierto me agrada que seas parlanchina—
Stephanie dijo —ahora es tu turno cuéntame ¿como estuvo tu día?—
Sebastián dijo –la verdad terrible, tuve un problema con la mudanza, al parecer mis cosas no llegaran hasta el sábado, y ya había sacado mis cosas del hotel, no estuve mucho tiempo en la oficina hoy, y recibí una llamada de mi madre al parecer mi hermanita llevo otro perrito a la casa, con este ya son cinco, mi madre quiere que la convenza de darlos en adopción.—
Stephanie hacia caritas y expresaba en cada palabra ella atardecer.
Ella le dijo devolviéndolo rápidamente al presente —es mi imaginación o ¿huele a sushi?— El dijo —espero te guste—
ella dijo —estas bromeando me encanta, ¿como lo haces?,—
—a que te refieres— pregunto Sebastián
—sabes que es lo que me gusta— dijo ella algo contenta
—es solo suerte— agrego el, volviendo su vista a la carretera.
Stephanie traía los vasos a su sala, había invitado a pasar a Sebastián a su apartamento el dijo —no tenias que invitarme a subir— ella le respondió —tu trajiste la cena es lo menos que podía hacer— le dio una sonrisa agradable y sirvió el refresco, el dio las gracias, mientras cenaban.
El pregunto —¿vives aquí hace mucho?— ella le contesto luego de dar un sorbo a su refresco, —hace unos cuatro años, mi madre dio el grito al cielo pero fue un gran paso, sentí que debía hacerlo, ya sabes ser independiente, además el lugar me gusto de inmediato es muy agradable y los vecinos muy amables—
Sebastián le sonrió al ver que ella decía esto por el, mientras lo veía y mostraba su hermosa sonrisa, sus mejillas estaban rosadas, el dijo —si yo vivo solo desde hace mucho, y entiendo lo de ser independiente, y sobre el edificio se ve muy cómodo—
Stephanie dijo —lo es, es bastante cómodo—
Sebastián le pregunto
—¿donde pasaste tu infancia?—
Stephanie contesto esquivamente y dijo
—¿a que se debe tu pregunta?—
El le noto su cambio drástico y dijo
—perdona tienes razón, era simple curiosidad— ella pregunto tratando de evitar preguntas
—¿donde viviste antes?— el contesto con tranquilidad —no estuve en el país en mucho tiempo, mis padres me enviaron a Alemania al terminar el instituto así que estuve fuera del país casi ocho años, luego regrese y estuve trabajando en Seattle y ahora heme aquí.—
sonó su teléfono interrumpiendo su conversación y ella no quiso contestar el dijo —creo que ya debería ir a descansar, por cierto ¿puedo utilizar tu colchón esta noche?— ella le dijo —¿disculpa?— el soltó una carcajada y dijo —perdona eso sonó muy inadecuado, me refiero al colchón inflable, es que no quiero ir a buscar un hotel a esta hora— ella soltó una pequeña risa y dijo —¡ah! claro, el colchón, ven esta por aquí.—
Stephanie lo dirigió a un pequeño closet que estaba de un lado del baño, y le dijo —esta en la caja de arriba—
el solo se empino un poco y logro alcanzar la caja, Stephanie solo pudo pensar en lo alto y atractivo que era, el tomar la caja y acercarla a la orilla del estante arrastro otra caja, cuando esta estaba a punto de caer directamente en la cabeza de Stephanie el la empujo un poco y coloco las manos en la pared para protegerla y la caja le cayo en la espalda, quedaron frente a frente y el luego de mostrar una cara de dolor se hundió en la mirada de Stephanie, ambos se vieron por un momento, Sebastián se acerco a ella lentamente, Stephanie estaba agitada ella lo veía a los ojos, Sebastián estaba cada vez mas cerca de tener sus labios junto a los de Stephanie, ella lo esperaba pero luego se alejo ella reacciono y dijo —¿estas bien? ¿Te duele algo? ¿Estas lastimado?—
el recogió la pesada caja y la aparto a un lado y dijo —estoy bien descuida solo fue un susto nada mas, pero esta caja es mejor tenerla aquí abajo esta muy pesada—
ella se le acerco y dijo —solo déjame ver tu espalda, quizá tengas un golpe, déjame ponerte algo,— el la esquivo y dijo bruscamente alejándose mas de ella —¡no!— ella lo vio con duda y el agrego tomando la caja del colchón —ya debo irme y muchas gracias por esto—
tomo la caja donde estaba el colchón inflable y salió lo mas pronto posible del apartamento de Stephanie y ella de nuevo se preguntaba porque actuaba tan extraño.
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Memoria de Amor
Novela JuvenilStephanie es salvada por Sebastian, amor a primera vista? pero Sebastian la reconoce al instante, ¿que sucede con Teff que no recuerda al amor de su vida? después de un trágico accidente ella no lo recuerda, pero el tampoco podría confesarlo ya que...