Memoria de Amor

XXI

La llegada al hotel, fue increíble, desde su llegada al aeropuerto, los recibieron en una limosina del hotel, el camino parecía un paraíso hermoso donde las flores adornaban cada metro, todo parecía alucinante, y llegar al hotel fue la madre de la belleza,

Stephanie veía la entrada tan bella de aquel hotel, sus ojos y su expresión mostraban lo encantada que estaba con esa maravilla de hotel, aun daba el sol de la tarde y aquella luz tan tenue no hacia mas que favorecer el paisaje que ahora Stephanie tenia en la cabeza, mientras caminaba por el lobby tan lujoso, aquellas mesas de mármol, y las pinturas que decoraban las paredes, las bellas columnas que sostenían los hermosos balcones con sus cortinas completamente blancas, y sus adornos dorados.

Los recibió un hombre muy bien vestido y dijo —Señor Kent, es un gusto poder recibirlo, y ella debe ser su prometida la Señorita Stephanie Parker, —

Stephanie estaba algo distraída con tanta belleza inspiradora a su alrededor pero al escuchar la palabra "prometida" su mente y su cara volvieron al presente, rápidamente ella estaba extrañada, la palabra daba algo de miedo, los llevaron a la habitación era tan grande y cómoda, tenia muebles, y todo parecía tan lujoso pero al mismo tiempo tenia un gran toque acogedor, con esas luces aqua, y en frente aquella piscina con luces en las orillas todo era radiante, Sebastián cerro las puertas y dijo —al fin solos—

Stephanie sonrió fingidamente y dijo —si verdad, creo que pasare al baño fue un viaje largo—

se movió lentamente al baño y se comportaba de forma muy extraña, al cerrar la puerta, soltó el aire lentamente por la boca

Sebastián noto cada paso, así que le toco la puerta luego de pasar unos quince minutos y dijo —Teff, quieres salir, quiero explicarte—

ella abrió la puerta lentamente y asomo una parte de su cara y dijo —¿como sabes lo que me pasa?—

Sebastián se abrió paso en la puerta y la saco de las manos, y dijo —dije que eras mi prometida, porque el señor Harrelson es una persona muy...—

hizo una pausa, y agrego —como lo explico, es un hombre conservador, y por eso tuve que decir que eras mi prometida, así que tranquila—

Stephanie dijo —siento haberme comportado así es solo que, me sorprendí es todo, perdona— el agrego —ahora tranquila no tienes que usar un anillo—

ella se rio como solo ella sabia hacerlo de esa manera tan tierna y al mismo tiempo tan divertida, Stephanie dijo —si esto es como un papel tendrías que pedírmelo de una manera muy romántica para pensar si acepto,—

Sebastián la llevo afuera de la habitación, pasando por la puerta trasera que daba directamente a la piscina, El le dijo al mostrarle ese hermoso atardecer, se coloco de rodillas, y dijo —algo como esto—

Stephanie coloco su cara de sorpresa y dijo —Sebastián ¿que haces?-—

Sebastián le amarro los cordones de los tenis de Stephanie ella dijo —¿es enserio?—

Sebastián le dijo —cariño no pensaste algo extraño ¿verdad?—

se levanto y la abrazo fuertemente y dijo en su oído —por mi me caso ahora mismo contigo pero dirías que aun no es tiempo—

ella lo abrazo de la cintura y lo llevo hasta la orilla de la piscina y dijo —esto es mi venganza de la mañana— y lo llevo con ella adentro, cayendo los dos en el agua, cuando salieron a flote Sebastián dijo —estas venganzas deberían parar, antes de que uno de los dos termine ahogado—

Stephanie dijo —entonces haremos una tregua,— ella le lanzo agua a la cara y el se acerco a ella, hasta darle un beso, ella le dijo —empezando desde ahora— Lo abrazo por el cuello y le devolvió ese beso con una sonrisa en los labios