XXXVI

11 0 0
                                    

Unas semanas después...

—ha pasado casi un mes, necesito mas que un recuerdo vago como los que he tenido hasta ahora, todo ha sido borroso

—Stephanie, sabemos que el proceso no es fácil, no te desesperes, ten paciencia, intentemos de nuevo

Ella se recostó, cerro los ojos y comenzó a hablar, al abrir los ojos no estaba en el consultorio, ella veía el espejo un hermoso vestido rojo, se acerco lentamente y coloco su mano en el espejo, su cabello estaba precioso, suelto y con ondas, cuando la imagen de un hombre con un antifaz en blanco y negro se acerco a ella, sus ojos verdes se iluminaron, la sensación de ver a este hombre se volvía cada vez mas cálida, ella volteo y se acerco a El, ella dijo

—creí que estabas molesto conmigo—

el hombre del antifaz se inclino y la beso, ella correspondió el beso cuando escucho un —te amo— en un susurro, ella sintió un gran escalofrió en la espalda, y su reacción fue separarse de el rápidamente esa sensación de calidez desapareció,

ella dijo —¿que hiciste?, ¿como pudiste?— ella quiso salir de ese salón hermoso donde veía su rostro asustado en cada espejo y luego el hombre se acerco a ella con un pañuelo en la mano, y ella lucho contra el, hasta caer desmayada, al abrí los ojos estaba de nuevo en el consultorio, su pulso estaba acelerado, y el doctor Davis estaba a su lado y dijo

—¡tranquila!, ¡tranquila! Stephanie aquí estoy estas bien—

Ella se tranquilizo en un momento cayendo en cuenta de donde estaba, y dijo —¿eso fue un recuerdo? necesito saber si fue un recuerdo o un sueño, o mas bien una pesadilla

—las lecturas indican que fue un recuerdo

—¿un secuestro?, creo que fui secuestrada, porque mi madre me oculta esto, necesito saberlo

—Stephanie debes tomarlo con calma, esto es muy serio.

—¿serio?, vamos mi primer recuerdo en serio y es esto—

Stephanie se levanto estaba realmente alterada salió del consultorio, ese día no regreso al trabajo, hizo una llamada al salir y sentada en una banca hizo una llamada donde contestaron con un —jefatura de policía de Minnesota—.

había tenido un mes lleno de emociones y trabajo, el fin de semana siguiente, estaba el evento de caridad en el museo, la invitación se la entrego en persona el mismo Adam, ella recordaba el comentario que le hizo ese día mientras leía la invitación, el dijo colocando la tarjeta en su rostro mientras Stephanie abría la puerta del estudio,

—llegaron esta mañana quería darte la tuya en persona—

Stephanie dijo —creí que llegarían hasta el sábado me encanta el diseño, quedo preciosa—

—si, llegaron esta mañana— Stephanie recibió en sus manos la brillante tarjeta Adam agrego

—hiciste un excelente trabajo— Stephanie se alejo un poco de el moviéndose muy lejos de su hermosa sonrisa y sus llamativas miradas, ella agrego

—estere aquí temprano por si necesitas ayuda— Adam camino hacia la puerta y dijo —No me importaría si llegaras tarde, así te da tiempo de llenarme de emoción por verte—

Stephanie volteo a un lado soltando el aire fuertemente, Adam agrego

—por cierto el personal tiene que usar rojo, así que ya quiero que sea sábado, te has de ver realmente hermosa en ese color.

—¡largo!— dijo Stephanie mientras cerraba la puerta lentamente

Stephanie cerro la tarjeta y recibió una llamada, al contestar su teléfono sentada en el sillón de su casa, escucho —hola cariño, estoy llegando por ti a la casa, se que estas cansada pero tengo una sorpresa para ti

—una sorpresa, Sebastián solo quiero que veamos una película y me hagas un te, no tuve un buen día

—por favor prometo que después de esto te hare un té de manzanilla y veremos una película de terror, como te gustan, de esas sangrientas para relajarte, te amo llego en quince minutos

Stephanie colgó la llamada y al levantarse rápidamente del sillón vino a su mente un recuerdo, el rostro de aquella persona de su retrato, cuando cayo en un sentón en el sillón, cerro los ojos fuertemente y dijo

—es el rostro que pinte, es El.

Estaba realmente desconcertada tenia queaveriguar si era el mismo retrato que ella tenia en su mente, salió delapartamento solo tomo un suéter, y no llevo siquiera su teléfono, corrió portodo el corredor hasta llegar al portón del edificio donde tomo un taxi quepasaba, al llegar a una calle muy cerca del museo y al ver que el trafico noavanzaba, pago el taxi y se bajo sin decir nada, corrió, pero al llegar laesquina justo para cruzar la calle y ver el museo...    

Memoria de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora