Golpearon a la puerta y Stephanie vio la hora en su teléfono marcaba la 7:28 y pensó ‹‹tiene que ser así de puntual bien›› se coloco el arete y dijo —estoy lista— se dirigió a la puerta y la abrió lentamente, Sebastián la vio en cada espacio que mostraba tras abrir la puerta, un vestido color verde oscuro, y hermoso que mostraba sus delicadas piernas, y se había sujetado su cabello con un moño algo despeinado y una trenza pasaba por su cabeza, se veía tan delicada y fina, sus lunares en el escote de los brazos y hombros resaltaban, cuando ella lo vio, igual de formal como lo había visto en la tarde, sonrió ya que había tomado la decisión correcta.
—te ves preciosa,—
ella se rio un poco y dijo —deja eso— sonrojada luego agrego —gracias, ¿nos vamos?,— pregunto ella tomando su bolso,
Cuando llegaron al auto, el abrió la puerta y le ayudo a subir, le coloco el cinturón de seguridad, era bastante caballeroso con ella, Stephanie estaba algo nerviosa pero después de un rato dijo —¿por qué no me dijiste que tu eras el dueño de la constructora?—
El dijo —creí que seria divertido, a demás no preguntaste,—
—creíste seria divertido, no fue gracioso para mi yo estaba muy nerviosa, y a demás tu fingiste no conocerme, fue muy descortés de tu parte—
—querías que te diera una audiencia conmigo eso hice— dijo Sebastián viéndola por instantes y dándole su sonrisa tan seductora, ella soltaba breves risas, y colocándolo de tras de la oreja, los cabellos sueltos dijo —no fue para nada gracioso, pero dime te convencí como profesional o simplemente me diste tiempo porque somos vecinos y no quieres que te odie—
—creo que la segunda—
—¿es enserio?
—claro que no, eres muy ágil para convencer a las personas que el negro es blanco, eres muy apasionada, es mas me encantaría escuchar mas sobre tu hermoso discurso del arte.
—y puedo hablarte de eso por muchos días, así que no estés tentándome porque luego no podrás callarme
—quien podría callarte, es el sonido que mas me gusta.-
Stephanie estaba realmente sonrojada, no encontraba donde comenzaba la simpatía y amabilidad de aquel sujeto y donde terminaba su coqueteo.
Llegaron a un restaurante italiano muy lujoso, tenia hermosas alfombras rojas, y manteles blancos con una rosa roja al centro, la luz era bastante tenue, y los candelabros de un cristal precioso, un escenario así hacia que Stephanie deseara haber comprado un vestido aun mas elegante, Sebastián le tomo la mano y la sentó, moviendo su silla para acomodarla de la mejor manera, ella ya sabia que aquel sujeto era refinado desde que lo conoció, su ropa era muy fina, pero jamás hubiera imaginado que tenia tanto dinero, Sebastián pidió el vino y le pregunto si el elegía la cena ella no opuso resistencia, y luego de eso, dijo —espero no te incomode este lugar, quería que celebráramos nuestro acuerdo de la mejor manera—
Ella lo vio directo a los ojos y dijo —me invitaste a cenar antes de nuestro acuerdo, así que ya sabias que aceptarías—
el dijo —sabia que eras muy capaz y no me equivoque, pero quizá esta cena hubiese sido para consolarte por la destrucción del edificio—
ella levanto su ceja izquierda y luego de voltear sus ojos al cielo dijo
—siempre eres así de petulante— Sebastián dijo —solo cuando lo amerita.—
Llego la botella de vino, El indico que la sirvieran, dijo —quiero hacer un brindis,—
ella tomo la copa y dijo —me parece bien ¿porque quieres brindar?—
ESTÁS LEYENDO
Memoria de Amor
Teen FictionStephanie es salvada por Sebastian, amor a primera vista? pero Sebastian la reconoce al instante, ¿que sucede con Teff que no recuerda al amor de su vida? después de un trágico accidente ella no lo recuerda, pero el tampoco podría confesarlo ya que...