XXXIII

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Stephanie se puso su overol manchado y comenzó a pintar un lienzo, la pintura era oscura, colores neutros, tomaba el pincel y hacia trazos rápidos de un lado a otro, paso una hora en eso, mientras escuchaba (Prestissimo, en piano de Beethoven) hermosa pero oscura,

era su manera de botar el estrés, una voz dijo al entrar en el estudio

—¿alguien esta molesta?— Stephanie no contesto, sabia quien era el que hablaba,

Adam se acerco y le dijo —escucha se que no tuvimos un buen inicio, estaba ebrio y me comporte como un idiota, discúlpame—

—fuiste mas que un idiota, y creo que no te sorprenderá que este es mi ultimo día aquí— dijo ella mientras aun sostenía un pincel en la mano,

Adam dijo —¿renunciaras?—

—si, lo hare

—creí que era mas profesional que esto

—¿disculpa? profesional, tu nivel de cinismo es demasiado alto sabias?

—quieres que no me acerque a ti, bien no lo hare, pero me han dicho que eres la mejor en esto así que quédate

—terminare mi trabajo con el Van Gogh pero me iré en cuanto este hecho

—eres muy interesante Stephanie pero me agrada tu trabajo mas que tu belleza dime que quieres para quedarte

—¿de verdad estas dispuesto a cumplir lo que quiero?

—prometo ser tu amigo nada mas, solo eso

—no quiero ser tu amiga, solo se mi jefe, solo eso

—eso significa nada de comentarios de lo hermosa que te ves hasta con ese sucio overol—

Stephanie lo vio molesta y Adam agrego —bien ese el ultimo, prometo tratarte como una empleada nada mas eso—

Stephanie dijo —esta bien entonces, seguiré en mi trabajo—

Adam le dijo

—bienvenida señorita Parker— salió del estudio y Stephanie siguió dando trazos a su lienzo.

————

—¡patinaremos!— dijo Kara realmente sorprendida, su rostro estaba luminoso, la emoción era mutua, Stephanie dijo —se que no es hielo como te gusta pero espero nos divirtamos mucho—

—¡estas bromeando! ¡me encanta!

—entonces vamos por los patines— dijo Stephanie al ponerse de pie y tomar de la mano a Kara, cuando estaban a punto de entrar en la pista de patinaje,

Kara dijo —sabes mi mamá no quiere que vuelva al equipo, ella se asusto mucho cuando me quebré mi brazo

—imagino que tu, también estabas asustada

—solo dolió un poco, mi mami es un poco protectora

—eso es bueno, significa que te ama

—¿tu mamá también es protectora?— pregunto Kara con un poco de duda en su rostro, Stephanie se quedo pensando un poco y dijo —si ella es...—

suspiro y agrego —es una mamá—

—¿me das la mano?— pregunto la linda Kara con un poco de nervios,

Stephanie dijo —lo haremos juntas esta bien— entraron a la pista y de inmediato cayeron al suelo, ambas comenzaron a reírse a carcajadas,

Stephanie dijo —creo que para mi también ha pasado mucho tiempo sin patinar—

Kara dijo —lo haremos juntas de nuevo—.

Pasaron una hermosa mañana juntas, desayunaron panqueques con mucha miel y fresas, mientras caminaban por el parque Stephanie colgaba la llamada con Sebastián dándole las indicaciones de donde estaban, ellas tomaron asiento en una banca frente a un jardín de hermosas flores

Stephanie miro al cielo recibiendo los rayos tan cálidos del sol, Kara dijo

—Stephanie— ella bajo la mirada dándole la mejor sonrisa del mundo, Kara continuo diciendo

—tus ojos son lindos, ¿eres la niña de la foto verdad?—

Stephanie pregunto con curiosidad —¿foto? ¿Que foto?—

—la foto de mi hermano, la que tiene en casa, debes ser tu, son tus ojos verdes y también la misma sonrisa

—¿y me parezco mucho a esa niña? ¿Como es la foto?

—están en el viejo tobogán de mi casa, estas tu, Sebastián y otro niño que se parece mucho a Sebastián...

Memoria de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora