Memoria de Amor

XLII

—¡Stephanie!—

ella abría los ojos lentamente mientras escuchaba una voz muy suave y lejos, sentía un fuerte dolor de cabeza y su visión era mas que borrosa, cuando pudo ver el rostro de la persona que decía su nombre dijo

—Alex, ¿dónde esta mi hermano Kyle—

Sebastián se quedo atónito, el silencio fue largo hasta que pudo contestar con otra pregunta —¿recuerdas a Kyle?—

Stephanie insistió —¿donde esta mi hermano?— ella no miraba a Sebastián a la cara, y sus ojos estaban llenos de lagrimas.

Sebastián dijo poniendo su mano rosando la suya —Stephanie, tienes que descansar— Stephanie lo vio a los ojos con rabia y dijo —¿descansar?, ¿puedo seguir descansando de toda la mentira que inventaste? Dime la verdad ya Sebastián, Alex como diablos te llames no me importa solo dímelo ¿donde esta Kyle?—

Sebastián soltó —Kyle murió, hace siete años—

Stephanie volteo la mirada a otro lado mientras sus lagrimas comenzaron a caer humedeciéndole las mejillas. Y su grito conmovió a Sebastián hasta las lagrimas.

Sebastian intento acercarse pero Stephanie reacciono con fuerza y no quería que Sebastián la tocara, se movía de un lado a otro mientras se preguntaba «¿por que?»

Las enfermeras entraron, Stephanie estaba descontrolada, una de ellas le coloco un sedante y lentamente Stephanie fue tomando su posición en la cama mientras veía directamente a los ojos a Sebastián.

Sebastián entraba en la habitación de Stephanie, y mientras ponía unas cosas en el sillón y la enfermera cambiaba el suero de Stephanie ella le dijo
—¿que haces aquí?—
—te traje un poco de comida y agua, el doctor dice que necesitas comer, y van a hacerte unos exámenes en la tarde, necesitas descansar—

sin verlo a los ojos contesto

—¿entonces que haces aquí?, quiero que te vayas déjame sola—

La enfermera lo vio apenada, y luego de eso se disculpo y salió de la habitación, Sebastián dijo acercándose a ella –—estoy aquí para ti, no me voy a alejar, quiero ayudarte—

Stephanie dijo —quieres ayudarme entonces ¡lárgate!— su rabia se reflejaba en su mirada.

—Stephanie escúchame por favor se que me equivoque, se que me odias, pero déjame explicarte— dijo el acercándose.

—¿como piensas engañarme ahora? No quiero verte nunca mas, no lo entiendes—

—déjame decirte por favor, déjame contarte como paso todo, no mas secretos, yo no quería que salieras lastimada de todo esto

—convertiste nuestro amor en tu vil engaño para tenerme, me ocultaste la verdad desde siempre, ocultaste lo mas importante de mi vida, y abusaste de mi

—¿qué? No, No claro que no

—lo vi, vi el lobo de tu espalda, tu...—

Sebastián interrumpió de golpe y dijo —por favor escúchame, escúchame te lo ruego, déjame contarte cada detalle, es lo único que puedo hacer, prometí hacerte feliz el resto de mi vida, lo haré, haré lo que quieras, solo dímelo, pero quiero que sepas que estoy dispuesto a ayudarte, quien mejor que yo, que estuve en cada momento, para contarte lo que en verdad paso, yo estuve el día en el que el falleció— el silencio de Stephanie hizo que el se diera la vuelta y llegara a la puerta, al abrir la puerta el escucho la voz de Stephanie decir
—entonces te escucho—.