EL RESPLANDOR DE LA LUNA (terminada)

CAPITULO 47. EL DIA EN QUE DOS CORAZONES SE UNIERON

–Es por eso que vengo ahora yo a solicitar esa oportunidad para que me brindes tu amistad y tu apoyo... Decía Clitia viendo directamente a Serena.

–Muy bien...te escucho....Decía Serena confiada.

–Necesitamos que junto con su ayuda podamos destruir a Apolo...

–¿Porque el cambio de bando? Decía Seiya analítico.

Serena lo observó un instante y dijo. –¿Porque ahora?

Kore se acercó a Clitia y dijo. –porque ya estamos cansadas...han sido miles de años soportándolo, humillandonos... Decía Kore mientras Clitia agachaba la cabeza avergonzada.

Serena miró a Seiya que estaba usualmente callado.

–¿Como podre volver a confiar en ti? La ultima vez me traicionaste al igual que Flegonte... Te confíe lo que sentía y tu solo te dejaste guiar por tus celos....Decía Seiya un poco alterado. –No permitiré que vuelva a pasar y no permitiré que se vuelva a repetir la historia. Decía Seiya con un cúmulo de sentimientos.

Clitia lo miró con ojos cristalinos y al querer decir algo, Seiya levantó la mano para que parara.

–Yo no confió en ti Clitia. Tu te metiste en ese embrollo...tu sola salte...Decía Seiya dando por finalizada la conversación.

Serena se quedó impactada al ver la reacción de Seiya, jamás creyó que pudiese actuar de esa forma, si bien era cierto que no confiaba al cien por ciento en ninguna de las dos, también creía que decían la verdad y que podrían ser una ayuda vital para la derrota de Apolo.

–Yo si confió en ti. Serena decía mientras se acercaba a Clitia y tomaba su hombro con su mano.

Los ojos de Clitia se tornaron más cristalinos, a punto del llanto.

–El Helios que tu conociste murió hace miles de años...y aunque ambos seamos la reencarnación de aquellos príncipes no somos los mismos, tu conociste a la perfección a Helios y yo conozco a Seiya...dale tiempo y sobre todo no lo decepciones de nuevo...de lo demás yo me encargó....Decía Serena.

Algo cálido comenzó a invadir el cuerpo de Clitia, ella se sentía asombrada, aquel poder que había sentido aquella noche hace miles de años en el Reino solar la volvió a cubrir, era increíble que fuera tan noble y compasiva.

–Estaremos en contacto...si saben algo...ya saben donde encontrarme...Decía Serena mientras se daba la media vuelta, se ponía el casco, se subía a la moto, se aferró al cuerpo de su estrella y ambos salieron a toda velocidad hacia el amanecer.

–¿Quieres hablar sobre lo que ocurrió? Decía Serena mientras se sentaba en el sofá de la casa de los Tsukino.

Después del encuentro con Clitia, Seiya y Serena fueron a casa de los Tsukino, donde mama Ikuko invito a Seiya a desayunar y después de eso ambos se sentaron un poco desvelados en el sofá de la sala...en la noche ninguno de los dos había podido dormir, la proximidad de sus cuerpos había hecho que la atmósfera se sintiera tensa.

–No hay mucho que hablar bombón...Decía Seiya bostezando

Serena acarició las marcas moradas que se habían formado debajo de sus ojos.–Creo que merece una oportunidad...

Seiya agarro su mano y la beso. –Tiene un gran corazón futura señora Kou...

Serena se sorprendió al escuchar el nombre. Seiya comenzó a reír y dijo. –¿Acaso no te gusta?

Serena parpadeó dos veces con asombro, sonrió y dijo. –Me encantarÍa ser la Señora Kou...DecÍa Serena arrojándose a sus brazos y dándole un beso.