EL RESPLANDOR DE LA LUNA (terminada)

CAPITULO 36. LA REVELACIÓN DE LOS NUEVOS PODERES

Del otro lado de la ciudad Apolo estaba con el brazo aún vendado, Temis y Flegonte estaban en la habitación, bastante tensos, el humor de Apolo habìa cambiado para mal, nunca lo habían visto tan irritado desde aquella batalla en la cual Helios despertaba y Sailor Uranus le había dado ese golpe en el brazo, que aún no cicatrizaba.

~¿Ya me pudieron investigar quiénes diablos son esas cuatro guerreras? Decía Apolo mientras se paseaba por la habitación.

~Mi señor, Si, son Sailor Neptune, Sailor Uranus, Sailor Plut y la más pequeña Sailor Saturn. Flegonte se dirigía a Apolo con seriedad.

Apolo reaccionó ante el último nombre con asombro.~Vaya, escuche varios relatos que involucran a Sailor Saturn...ninguno muy bueno a decir verdad...

Temis se asombró. ~¿A que se refiere?

~Sailor Saturn es considerada la Sailor del nacimiento y de la destrucción, esa pequeña niña tiene el poder de destruir un planeta entero si se lo propone, obvio con los tres talismanes, lo que hace que las otras tres guardianas sean igual de poderosas. Apolo se veía la herida causada por la espada de Saturn.~Es por eso que esta herida està tardando en cicatrizar mucho màs de lo normal...Decía irritado.

~Entonces necesitamos neutralizarlas a ellas primero para que no causen problemas, las otras sailor son débiles a comparación de ellas, fácilmente pudimos derrotarlas en la primera ocasión, pero llegaron y les dieron la oportunidad de prolongar su vida un poco más...Decía Temis fríamente.

Flegonte la observó temeroso y dijo: ~Aunque asi lo hicieramos, Helios ya despertó, es solo cuestión de tiempo para que recupere sus recuerdos y pueda controlar por completo su poder.

Apolo se volteó furioso, la ira recorría sus venas: ~Lo mate una vez, fácilmente puedo hacerlo de nuevo....

–Si pero con ese brazo lastimado dudo mucho que puedas hacerlo...Flegonte decía irritado.

Apolo lo miró con desprecio y dijo. –Temis, necesito que garantices que mi báculo podrá darme el doble de poder para poder aniquilar a Helios y a sus lindos guardias...quiero volver a ver a Serenity sufrir por su amado y a Helios morir sin poder culminar ese amor que tanto predican...

Temis con asombro lo miro. –Mi señor...pero eso es algo imposible...el báculo lo hace lo suficientemente poderoso, necesitaria una fuente poderosa para poder lograr lo que desea...

–Esa es la razón por la cual necesito que busquen el cristal de oro...Apolo decía tranquilo.

Temis y Flegonte se miraron uno al otro. –¿Cree que aún se encuentre en el cuarto real? Han pasado demasiados años...Flegonte decía cauto.

–El cristal del oro debía ser purificado para poder pasar a las manos del gusano de mi hermano, pero como no se llevò a cabo la boda y con la muerte de mis padres...si... debe de estar exactamente donde se quedo la ultima vez que lo vi...Decía Apolo sonriente pero calculador.

–Pero era imposible acercarse, la barrera que lo protegía era impenetrable. Temis se mostraba preocupada.

–Esa barrera la provoca el mismo cristal, como ya lo dijiste han pasado muchos años, al no haber descendientes el cristal debió de caer en un tipo de hibernación hasta que lo encuentre alguien de la realeza...Apolo se sentaba en su mesa. –Aìi que necesito que vayan al reino solar y me traigan lo que me pertenece de vuelta...Apolo decía enfadado.

–¿Y si Helios ya fue en su búsqueda? Flegonte decía cauto.

–¡POR ESO LES ESTOY ORDENANDO QUE VAYAN Y LO TRAIGAN DE VUELTA ANTES DE QUE EL GUSANO DE MI HERMANO LO HAGA! Apolo gritaba histérico golpeando la mesa lo que causó asombro en Temis y Flegonte.