EL RESPLANDOR DE LA LUNA (terminada)

CAPITULO 41: LA OSCURIDAD DE TEMIS

En aquel oscuro cuarto donde Temis se encontraba trabajando con aquella extraña flor, sus peopòsitos aùn eran oscuros, siempre tratando de defender a su amo a toda costa...Aun despuès de tantos años recordaba para qué propósito la había utilizado por primera vez.

FLASHBACK

Temis siempre había sido sobreprotectora con Apolo, había tenido varias peleas con Flegonte debido a eso, ya que Flegonte le decía que su comportamiento era obsesivo, incluso se ponía fúrica cuando la reina Tea regañaba a Apolo por su mal comportamiento.

La reina Tea continuamente le llamaba la atención a Temis por ser demasiado condescendiente con Apolo y eso ocasionába que fuera grosero y egocéntrico y con la influencia de Temis a lo largo del tiempo también narcisista. La reina Tea no sabía que Temis era quien influía en el comportamiento de Apolo diciéndole cómo actuar.

Desde que había nacido Helios, Temis sentía que toda la atención era para el más pequeño de los príncipes, se podía escuchar a las sirvientas del castillo susurrar sobre lo bello que era, cosa que no había pasado cuando Apolo nació. Temis no comprendía el por que de esa actitud de la gente del castillo si sólo se trataba de un pequeño bebé que no se comparaba con la grandeza de su hermano mayor.

Apolo amaba y adoraba a su hermano, diario iba la habitación de Helios a ver al pequeño, y se quedaba todo el día ahí, vigilando su sueño.

Conforme Helios fue creciendo, ambos hermanos eran inseparables, pero Temis seguía viendo que conforme el tiempo pasaba las muestras de cariño eran diferentes, siempre había una sonrisa cálida para Helios, siempre le regalaban dulces a escondidas de la Reina, todos en el castillo en verdad lo adoraban, y ni hablar de las ninfas...enloquecían al ver al pequeño príncipe, sin embargo Apolo sólo obtenía muestras solemnes de respeto.

Temis se molestaba al grado de enfurecerse y querer golpear a todos aquellos que no veían la grandeza de su amo.

~Temis creo, que debes de tomar las cosas con un poco más de calma. Decía Flegonte mientras veía a ambos príncipes jugar con las mariposas que una ninfa del reino les proporcionaba.

Temis se encontraba fúrica. ~¡NO PUEDO!, ¿Acaso no entiendes? Ese niño es mi vida entera, no soporto esas faltas de respeto.

Flegonte se acercó más a ella, pero sin levantar sospechas. –Para mi también Helios es mi vida, pero no tomó personal todo aquello que las sirvientas hagan o digan... A veces creo que tu protección es un tanto enfermiza ...

Temis lo miró con furia. ~¿Qué estás tratando de insinuar?

Flegonte la miró con decisión y dijo: ~Sabes a lo que me refiero, ¿Acaso no te has puesto a pensar? La mala actitud de Apolo es consecuencia de lo que tu le transmites, siempre le dices cómo comportarse, he escuchado como les dices que trate a las sirvientas cuando no hacen algo que le agrade...incluso aplaudes su mal comportamiento...si esto llega a oídos de la reina...

~¿Pretendes ir a decirle todo la Reina Tea? Temis lo miraba con duda.

~Por supuesto que no!, Temis yo te amo, pero debes de dejar todo esto...

–Es tan fácil para ti decirlo, cuando a Helios es quien siempre se lleva toda la atención, ese niño no se compara en nada con Apolo...Decía Temis mientras miraba con desdén al pequeño de los príncipes.

–No te voy a permitir que hables así de Helios...y menos en mi presencia Temis...por mucho que te ame...el siempre será mi prioridad...Decía Flegonte contrariado. Flegonte había encontrado en Temis al gran amor de su vida, pero esos sentimientos que había desarrollado por Helios hacía que se cuestionara seriamente sobre el futuro de su relación, sobre todo porque no comprendía el porqué de sus sentimientos hacia Helios.