Una sultana es la mujer de un Sultán y por lo tanto la mujer mas poderosa del mundo, oh bueno solo si no lo compartes con otras sultanas, aunque las reglas dictan que la primera Sultana es la mas querida aun mas si das a luz a un príncipe.
Aunque e...
Esas palabras fueron suficientes para hacerme levantar de la cama de golpe, dos semanas habían pasado desde que Häshämärshä habia arribado nuevamente al Palacio ella y esa nueva chica que no me caía. La chica se llamaba Mahpeyker de origen griego, la Sultana la compro luego de marcharse de Palacio.
-Toma ponle éste!.
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Irma le lanzo un vestido de color indigo con decoraciónes en encaje y fondo de seda rojo. Un bello vestido
Me maquillaron de manera natural y con el pelo en un recojido. Comenzamos a recorrer los pasillos, estaba feliz y aliviada de que Mehmed este de regreso y ni siquiera la presencia de Häshämärshä con su indiferencia me quitaria la dicha.
-T/n no brinques estas embarazada!-me regaño Irma.
-No tiene caso Irma, T/n es como una niña pequeña.-hablo Gizem burlona.
-Callense estoy solo feliz porque Mehmed haya regresado con bien.-comenze a acelerar mi paso.
Llegamos a los aposentos de Mehmed, Irma y Gizem se quedaron fuera de la habitación mientras que yo al ver la mínima abertura de la puerta entre de golpe, y lo vi ahí parado con su turbante azul y su cabello rubio sucio, me sonrio y me volvio el alma al cuerpo, la felicidad me inundo.
-Mehmed. -Mahidevhran.
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Corri a abrazarlo
y el me recibió con brazos abiertos, me apreto con cariño sonreí, no podía describir la sensación de alivio y felicidad de tener a mi lado a Mehmed. Me hacia falta su presencia y ahora que Häshämärshä estaba en Topkapi me hacia falta su presencia.
-Mirate estas hermosísima.-me dio un Casto beso y poso su mano en mi henorme vientre.-Hijo mío has cuidado de tú madre.
El bebé se removió, estaba feliz y Mehmed jadeo sorprendido.
-Te ha extrañado mucho, igual que yo.
-La revuelta en Damasco duro mucho, en ese tiempo me hiciste una falta que no puedo describir.-me miro con amor.
