Una sultana es la mujer de un Sultán y por lo tanto la mujer mas poderosa del mundo, oh bueno solo si no lo compartes con otras sultanas, aunque las reglas dictan que la primera Sultana es la mas querida aun mas si das a luz a un príncipe.
Aunque e...
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Región de Alicante, España, Noviembre de 1511.
Cuando las hojas de los árboles cambian sus colores vívidos a colores muertos y el frío comenzaba a hacerse presente en la gran casa Castein eran días de tensión. Si bien había pasado una semana del cumpleaños de la dulce niña de la casa seguían siendo los aniversarios luctuosos del que alguna vez fue el señor de la misma. Todos los sirvientes sabían que la señora madre de los jóvenes Duques era más irritable en estas fechas.
Y si bien Sofía siempre tuvo una actitud completamente autoritaria y reservada siempre se supo cuando estaba de buen humor y cuando no. Encima desde que se había oficializado el matrimonio futuro entre la única hija de la casa con el único hijo varón de los reyes españoles, cualquier cosa en defecto mínimo contra su nombre y el cuestionamiento sobre sus hijos por lo general nunca fue tolerado con ninguna benevolencia; todos desde la servidumbre hasta otras familias nobles sabían que meterse con la Casa de Los Castein y con Doña Sofía Valerius nunca fue una buena idea. Una mujer que en manera hipotética sólo era alguien por ser esposa del difunto Duque, sin embargo había demostrado siempre que era más que una simple noble casadera. No, ella siempre estuvo a la altura que su esposo.
Y solo los sirvientes saben cuánto afectó a su manera a la señora la muerte de Alejandro de Castein.
El día que nació la Duquesa Tn Marie fue una noche de tormentas estrepitosas pero eso no importó cuando Sofía la tomó en sus brazos y ligeramente le sonrió con amor.
Tristemente su alegría no duró.
Y así tan pronto la dicha de su primer hija fue desplazada por la tragedia de la muerte.
Apartó a su bebé de sus brazos y nunca la miró, nunca más la cargo u observo con amor.
Tn había sido condenada a jamás saber lo que era el amor de su madre.
Y siempre había sido una niña muy quieta y mansa, para tener cinco no era muy juguetona. Siempre en lecciones y clases de etiqueta. Los sirvientes tenían pena de ella.
Pero eso no importaba mientras en pocas ocasiones ella reiría y sonriera porque solo en ese instante la casa estaría llena de la alegría infantil de la pequeña.
Usualmente solo pasaba cuando Omar estaba cerca de ella.
Pero hubo un día, un año y un mes que nunca olvidaría Tn.