Terry se estaba dando paseos de un lado a otro, preguntándose por qué Candy de nuevo se había ido son despedirse, estaba enojado, pero se sentía más dolido; Pronto él también volvería a la desdicha que tenía en su casa, que en realidad no era su casa, pero era lo más cercano que podía llamarse así. Era un tormento y por eso no se podía concentrar en su papel.
La obra estaba apunto de comenzar, entonces, como era costumbre, Terry no aparecía hasta que era la tercera llamada, pero antes de que saliera a escena se apareció Robert.
— ¿Estás bien, Terry?
— No... digo sí, tengo que salir ahora. — Contestó Terry sin prestar atención.
— A mi me parece todo lo contrario —. Volvió a decir Robert.
— Estoy bien, Robert —. Contestó Terry sobresaltado.
Nunca había estado tan nervioso en una presentación, y Robert conocía poco de su pasado y presente, sabía que de nuevo había estado atormentándose, y como un padre cariñoso que era, aunque en realidad no lo fuera, se acercó a él. Hacia mucho tiempo que no lo hacía, pues creía que él sólo sabía cómo salir adelante.
— Me parece que de nuevo tienes dudas —. Comentó Robert en un hilo de voz, como si no quisiera que Terry escuchase.
— No lo son. Pero si te tranquiliza, iré con todo el elenco ahora — Concluyó Terry.
A final de cuentas, lo que menos quería era llamar la atención, ya todos sabían que siempre se demoraba en llegar, pero Robert fue el único que lo vio en ese estado, sabía que podía confiar en él.
— En realidad, no estoy listo —. Comentó Terry dandole la espalda a Robert.
— No entiendo cómo te sientes, Terry, pero eres un profesional, y debes demostrar que tú eres más fuerte que tus problemas. — Lo animó él.
— Sí, lo sé, pero los problemas del corazón son más fuertes que yo en este momento —. Contestó con un hilo de voz, aún dandole la espalda a Robert.
Robert no sabía qué decirle, había confirmado todas sus sospechas. De lo poco que sabía de su situación con Susana, no era nada bueno, pero no sabía a qué grado era la angustia de Terry por regresar con ella.
Nunca en su vida profesional se había encontrado en una situación así, ni en su vida personal, quizá lo que ahí estaba pasando sí era digno de una obra de teatro, así que a Robert, se le ocurrió una idea. Y antes de que Terry saliera a escena le dijo:
— Un vez alguien dijo que la solución a los problemas es convertirlos en literatura. — Robert se puso delante de Terry y se fue.
Terry se quedó pensando en las palabras de su colega, pero hizo un mohín, al principio lo juzgo de loco, pero después reflexionó.
Tal vez esa sea una buena solución a todos sus problemas, pero en ese momento la prioridad era salir a escena.
Después de todo, como siempre salía bien, y después de ese final, el elenco se despidió, pues era la ultima noche que se presentaban en Florida. Terry miraba al publico, como esperando ver la dulce cara de Candy, aunque sabía que en el fondo no estaba ahí. Otra de sus desdichas, es que no había visto ni una sola vez la obra de teatro. Así que Terry supuso que no era momento de lo viera en pleno apogeo.
Se sentía nuevamente dolido por todo lo que pensaba, pero sería la ultima vez que se veía en esa situación.
Durante la presentación, se le había ocurrido tomar la decisión de dejar la casa de Susana en cuanto llegara a New York. ¿Por qué lo había decidido así? Por Candy. Se había dado cuenta de muchas cosas otra vez, y una de esas es que seguía profundamente enamorado de ella; ni Susana ni su madre impedirían que volviera con ella, pero necesitaba el apoyo de alguien.
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Eres mi amor eterno
RomantizmDespués de que Candy regresara a la mansión de Lakewood, Albert se percata de que la pecosa no es muy feliz del todo. Él trata de animarla dejándola vivir a su manera, pero no funciona. Candy sólo esconde su tristeza y trata de complacer a todos con...