¿Unos traguitos no le harán mal a nadie, cierto?
—¿Sabes? Me agradan "Los Toros" —admito recostándome de las gradas, le doy un sorbo a mi lata de refresco.
—Sarah, te agradan sus cuerpos, en especial sus traseros que es distinto, golosa —reprocha Marco tomando un puñado de papas fritas y llevándoselo a la boca.—¿Quién dijo: Marco, opina?
De forma olímpica ignora mi comentario.
—Todos sabemos que el mío es mejor —alardea con la boca llena de papas.
Rio ante su ataque de ego imprudente.
—¿Cómo se llama el equipo de Isaac? —inquiere Zoe con la mirada atenta en los jugadores del equipo contrario que están estirando en una posición, que en mi opinión, es violable.
—Son Los Troyanos —responde Santiago antes de que siquiera llegue a abrir mi boca para responder.
—Ok, gracias por la información —Zoe toma de mi lata de resfresco, traga y se aclara la garganta—. ¡Destruyan a esos hijos de bitcha! —En realidad ella dijo otra palabra que no planeo mencionar—. ¡Háganlos puré, que pidan piedad! ¡Masacrenlos, Troyanos! —chilla con una euforia e intensidad por este deporte que es indiscutible. Ella ama el baloncesto—. ¡Mátense! ¡Quiero ver sangre y tripas!
También ama la violencia innecesaria.
—¡Troya, Troya, Troya! ¡Troyanos!
La masa de gente en las gradas grita animando al equipo de Isaac.El bullicio comienza a aturdirme y más porque Zoe se ha unido a la masa y tengo sus gritos al lado. Zoe, un silbato, algo que animar y gente gritando son la combinación perfecta para dejar el silencio en el olvido.
—¡Activos en la pista, Troyanos! ¡Abran chancha, ditos pitiyankees, fuck!
Decir que Zoe es una amante empedernida de este deporte es poco, ella es una fiel seguidora del baloncesto. Aunque creo que aquí solo se está desahogando.
La cancha múltiple de la escuela de Isaac es ocupada por el equipo contrario. "Los Toros" que están en los laterales y la banda de la escuela se encuentra en el centro de la cancha como apertura, aumentando la euforia de las masas.Hay dos bandos, los que apoyan el equipo de la institución "Los Troyanos" que con honestidad son apasionados seguidores, y los que apoyan al equipo contrario "Los toros", cada bando anima entre sí, como si rugieran demostrando territorio.
El sol de la tarde en vez de desganarlos, enciende más las ganas y sed de victoria del público.
Los eventos deportivos —que no sean de natación o que no estén relacionados con lo acuático—, nunca han sido de mi mayor interés, pero, Isaac me invitó a su partido de baloncesto y, no puedo permitirme el lujo de despreciar la oportunidad de ver a sus posaderas bien dotadas, redondas y firmes en acción.
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El mar de su sonrisa ©
Teen FictionDicen que cada persona es un mundo, pero ¿qué tan grande y lleno de maravillas puede estar ese mundo? ¿Crece tanto cómo lo hacemos nosotros en la vida? Preguntas así me invaden con su presencia. Lucas, no el de la Biblia, ni el de la esquina. Mi vec...