En una habitación de un hotel en Nueva York se encontraba un hombre vestido con un elegante traje negro, mirando por su ventana mientras se ajustaba la corbata. El hombre estaba inquieto, sus pensamientos eran un lió ya que no dejaba de pensar en aquella chica de ojos marrones y cabellos castaños ,pues ya han pasado 3 meses desde la última vez que la vio en aquella habitación del hospital, él sabía que ella era la elegida para desafiarlo por el trono , y estaba consciente de que no sería fácil derrotarla, pues se dice que posee un poder inimaginable, por lo cual decidió buscar otra forma de acercarse a ella, y qué mejor forma que acercándose a su mejor amiga, admitía que engañar a una universitaria no había sido fácil, pero aquella chica enserio estaba desesperada por atención y su plan había empezado a marchar a la perfección, más no contaba con la interrupción de su hermana mayor, ella siempre estaba arruinando sus planes, sin embargo, saber que la chica ahora también era una vampiro hacía más fáciles las cosas, ahora él pondría a prueba el poder del que tanto se hablaba.
Alejandro Pierce, líder de los vampiros oscuros, quienes creían que los humanos y los vampiros no debían convivir juntos, que los humanos solo eran comida para alimentar a los vampiros, y que los lobos, brujas, y hadas solo eran mascotas con los cuales uno podía jugar.
En el reino de los vampiros, él era el vampiro más temido, su reputación de asesino lo perseguía, pues había asesinado a una aldea completa de vampiros, sin dejar ningún sobreviviente, también se oponía a las leyes de los vampiros de no lastimar a los humanos a menos que sea en defensa propia. En sus manos no solo corría sangre de vampiros sino también sangre humana, pues se divertía asesinando humanos solo por placer. Con el tiempo logró reunir a una gran cantidad de vampiros que concordaban con sus ideales, llegando a tener un enorme ejército de vampiros a sus pies, tan grande era su ejército que uno ya no podía confiar en nadie, pues cabía la posibilidad de que ese alguien fuera un espía a su cargo. Y tenía muchos espías en el castillo.
-Pero bueno -se dijo así mismo , ya estaba hecho , el gran día se acercaba, no le gustaba mucho la idea de pelear contra una mujer pero ya que se iba a hacer , ya estaba hecho , el reloj comenzaba a sonar , la batalla final se acercaba , y él ganaría pues tenía un plan perfecto para ganar la corona y que los humanos y vampiros se inclinarán ante él.
Pero había un problema , los hombres lobos y las brujas , ellos no permitirían que el se acercara a la corona , tenía que hacer algo rápido , de pronto sus pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de alguien tocando la puerta.
-¿Qué quieres Remus?, ya les dije que no me interrumpan mientras pienso - dijo el rey , mientras seguía viendo por la ventana. El hombre hizo una reverencia al entrar.
-Majestad ella aceptó verlo - dijo aquel hombre llamado Remus.
Alexander sonrió, su plan marchaba a la perfección , pronto tendrá la ayuda de la reina de las Hadas.
-Perfecto-Se volteó y miró a aquel hombre -Muy bien , no hagamos esperar a la reina de las Hadas -dijo saliendo de la habitación.
-Sí , majestad- dijo Remus
Así , Ambos hombres salieron de la habitación hacia el bosque de las hadas donde la Reina de las Hadas esperaba para hablar con aquel que se hacía llamar el Gran rey Vampiro
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La Reina Vampiro
VampirosVee Anderson era como cualquier chica normal, hasta que un día un grave accidente cambio su vida para siempre . Ahora Vee se ve envuelta en una guerra sobrenatural, donde deberá pelear por el trono de los Vampiros , reclamar la corona real, y evitar...