Nos seguiremos leyendo y bienvenido de nuevo a esta aventura, espero y disfrutes de la lectura :3 Si te gusta espero que dejes tus opiniones abajo y tus estrellitas brillando.
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Miré a las pequeñas entre mis brazos con una sonrisa, estaba feliz, me sentía llena y completa. Tener a mis dos hijas conmigo era la mayor alegría que había sentido en mi vida, ser madre era lo mejor que me había pasado, no me arrepentía de ninguna decisión que había tomado hasta ahora en mi vida.
Sentir su pequeño cuerpo en mis brazos era una sensación indescriptible, se sentía tan frágil y cómo si en cualquier momento se fuera a romper su pequeño cuerpecito. Tenía a cada angelito en uno de mis brazos, ambas eran tan pequeñas y hermosas.
—¿Puedo cargarla?— me preguntó Chad con una sonrisa soñadora en el rostro.
Acepte con una afirmación de cabeza, Chad había sido la persona que me había apoyado y acompañado en todo mi embarazo, además de que desde un principio le emociono la idea de ser tío.
Le pasé con cuidado a la pequeña que tenía en mi brazo derecho con sumo cuidado tratando de no despertarla.
—No la despiertes, batalle mucho en dormirla.
Siempre había sido una persona que protegía sus horas de sueño ante todo, pero desde que me había convertido en madre eso había dejado de tener importancia.
—Es increíble verte en tu faceta madre. Sigo dudando de que sean tus hijas, son demasiado hermosas y angelicales.
Lo mire con cara de pocos amigos —Claro que son mías, idiota. Estuve sufriendo por muchas horas el parto para que me digas eso.
Dar a luz fue una de las situaciones más difíciles que había experimentado en mi vida, entré sola al parto, era madre primeriza y para agregar, eran dos bebés no uno.
—¿Cuáles serán sus nombres?
Coloqué a la pequeña que tenía en mis brazos sobre la cuna tratando de no despertarla, aunque lo dudaba, ella era la más tranquila de las dos. A pesar de ser gemelas y estar muy pequeñas ya se podían distinguir las diferencias entre ella, eran muy diferentes, una dormía mas que la otra, una lloraba más, y otra reía más.
Una de mis princesa era mas extrovertida que la otra, y ambas eran hermosas, eran el retrato de Landon pero en mujer y mas inocentes.
—Todavía no tengo unos nombres específicos, pero quiero que las iniciales de sus nombres sean L y C.
Desde que me enteré de que eran gemelas, me volví loca y ese mismo día me vino esa idea, quería que las pequeñas llevarán las iniciales de los hombres más importantes de mi vida.
—¿Y eso?— me preguntó curioso.
—Quiero que el nombre de mi pequeña extrovertida tenga la inicial de tu nombre, la C, su personalidad me recuerda a ti cuando eras niño.
—¿Y la L?
Pasé pesadamente saliva, sentí una fuerte opresión en pecho pero aun así trate de sonreír.
—Por su padre. Sé que el ni siquiera sabe de su existencia pero quería que ellas lleven algo de él.
—Lo entiendo.— se quedó pensando un momento antes de volver a hablar —¿Qué te parece, Candy?
—¿Hablas en serio? Candy, como Caramelo.
—Si, para una personalidad extrovertida, un caramelo es divertido y dulce.— me guiño un ojo.
—Suena bien.
—Ya tenemos uno, falta el nombre de la pequeña más tranquila
—Será Lía, una vez leí que son personas reservadas, inteligentes y bondadosas.
—Candy y Lía, se escuchan bien juntos.
Chad me devolvió a mi pequeña para que la recostará en la cuna, la pequeña Candy recién toco la cuna y se movió hasta quedar encima de su hermanita abrazándola.
Eran tan tiernas.
—Mis pequeñas ya tiene nombres, unos hermosos nombres para unas hermosas princesas.
Chad salió de la habitación y yo lo seguí. En el departamento sólo había tres habitaciones, una la ocupa Chad y la otra yo junto a mis pequeñas.
Desde que me había enterado de mi embarazo ambos habíamos decido dar un cambio de aires, para que mi salud no se viera afectada por estar en la misma ciudad que Landon y para él no se enterará de mi embarazo. Sabía que no debería de ocultarle el hecho de que ahora era padre, que no era justo y que mis pequeñas tenía derecho de conocer a su padre pero no estaba lista para enfrentar la situación.
Landon y yo no habíamos quedado en buenos términos, sabía que volverlo a ver me afectaría y no tenía la certeza de cómo reaccionaría ante la noticia, no quería que rechazará a mis hijas.
—Yo estoy aquí para apoyarte hermanita.
Lo abrece, él era mi único apoyo —Gracias por no dejarme sola a pesar de todo.
—No volveré a cometer el mismo error del pasado.
—¿Crees que estoy haciendo bien al ocultarle a Landon la verdad?
—Ellas merecen saber la verdad, tarde o temprano lo tendrás que confesar.
—Lo sé, pero ellas todavía son unos angelitos y no entienden de la situación.— le comenté mientras las observaba dormir plácidamente.
—Pero cuando crezcan querrán respuestas al ver como sus compañeros presumen a sus padres.
Sabía que ese momento llegaría, pero no me quería adelantar aún prefería disfrutar de mis hijas.
—Suerte que aún no llega ese momento.
Mis hijas se habían convertido en mi razón de vivir, eran fruto del amor que Landon y yo nos habíamos tenido.
Ellas me devolvieron la felicidad que había perdido, hicieron que volviera a sonreír, eran mi posesión más sagrada y no dejaría que las lastimaran, las protegeria contra todo y todos.
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De Vuelta a ti | ✓
RomanceSegundo libro de la Duología: Matrimonio Evans. A pesar de no estar juntos ellos ahora ya son una familia, y a pesar de que ambos traten de ocultarlo aún hay una historia con unos fuertes sentimientos detrás que todavía está inconclusa y necesita un...