Capítulo 11: Es una cita

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¿Aceptar o no?

—Vamos Emily, no muerdo.— se acercó más a mi y me guiño el ojo. —O sí…

No era una buena idea, mejor dicho, era una pésima idea, pero aún así estaba demasiado tentada en aceptar su invitación.

—De cuerdo.

Maldición, Había cedido con demasiada facilidad. Suspiré, es por arreglar las cosas, traté de convencerme a mi misma.

—Es una cita.— afirmó Landon.

Apenas lo iba a contradecir cuando fui interrumpida por mis pequeñas, que para mi mala suerte habían escuchado lo que dijo Landon.

—¡Mamá y papá tienen una cita!— gritó Candy dando pequeños saltos emocionada provocando que las demás personas pusieran por un momento su atención sobre nosotros.

Me sentía mal por ilusionarla de esta manera, ellas no tenían la culpa de los problemas que habían entre Landon y yo, y sabía muy bien que estaba mal ocultarles la verdad.

Esta era la verdadera razón por la cual debíamos hablar en privado, habían tantos asuntos pendientes que arreglar entre nosotros y los cuales no valía la pena posponer.

—¡No!— vi su cara de decepción y confusión y me retracte de inmediato —Es una cena de adultos, sólo eso.

¿Había sonado convincente? Esperaba que sí.

—¿Qué no es lo mismo?— preguntó confundida mi pequeña Lía.

No sabía que contestar o de que manera, era muy pequeñas para explicarles cuál era la diferencia que había entre una cita y sólo una cena.

—En parte.— contestó Landon confundiéndolas aun más de lo que estaban.

Oficialmente podía admitir que Landon y yo juntos éramos un desastre como padres, a mi se me había olvidado alistarlas en la mañana para su escuela y él se le olvido darles de desayunar.

¿Qué me estaba pasando? Antes de la llegada de Landon era muy buena en mi tarea de madre, no era la mejor del mundo ñero tampoco la peor.

Maldito seas Landon.

Gracias a el estaba volviendo la Emily del pasado, desvariando mis deberes como madre.

—¿Ósea?— pregunto Candy.

—Esto quiere decir que, su madre y yo vamos a salir a cenar esta noche juntos.— recalcó la palabra juntos mirándome directamente y después volvió a mirar a nuestras hijas —Así que tienen que ayudar a su mamá a vestirse muy bonita y quedarse con su tío Chad.

Nuestras hijas. En este momento, parecíamos una verdadera familia, los cuatro sentados en una misma mesa son problemas y pasando momentos felices juntos.

Esto no esta bien.

—Si, vamos a ver películas con mi tío.

—Mañana tenemos escuela Candy.— dijo obvia Lía.

—¿Saben qué? Mejor vamos a comer porque después la comida se va a enfriar.

[…]

Me di un vistazo en el espejo, y suspiré nerviosa, me sentía como una adolescente en su primera cita. Tenía los mismos sentimientos encontrados que tuve la primera vez que salí a cenar a solas con Landon, cuando sus padres nos obligaron.

—Te ves muy bonita mamá.— me halago Lía, le sonreí con ternura.

—Mamá siempre está bonita.— respondió Candy.

Sus comentarios me reconfortaron, cualquier sonrisa que me regalarán mis hijas me subían el ánimo de una manera sorprendente.

Escuché el sonido del timbre y comencé a sudar, mis hijas salieron emocionadas a ver a su padre.

Vestido floreado, cabello ondulado y un maquillaje ligero, estaba bien para sólo una cena no cita para platicar de asuntos entre nosotros.

Salí de la habitación y me quedé embobada viendo a Landon, estaba más atractivo de lo normal, vestía de traje, me recordó a aquellos tiempos en los que él era mi jefe.

—Deja de babear, hermanita.— susurró divertido Chad a mi lado.

Me sonroje y le di un codazo en el estómago —Cállate idiota.— susurre de igual manera, no quería que de nuevo mis hijas me escucharán diciendo “malas palabras”

Landon se acercó a mi, tomó mi mano y depósito un beso en ésta —Te ves hermosa.

—Papá esta enamorado de mami.— le susurró Candy a Lía pero todos logramos escucharla.

Yo me quedé en silencio al igual que Chad, en cambio Landon sonrió y habló —No duden de eso, princesas.

—¿Nos vamos?

Landon asintió —Mamá, el beso de buenas noches.— me dijo Lía a modo de reproche.

Me acerqué a ellas y besé su frente como lo hacía todas las noches, las dos traían sus pijamas idénticas, viéndose adorables.

Ambas se acercaron a Landon —¿Nos das un beso de buenas noches, papá?— preguntaron al mismo tiempo, él no pudo evitar que una sonrisa se le formará en el rostro.

Fui la escena mas adorable que había presenciado en todo el día, la felicidad que tenían mis hijas al estar con su padre era la misma que yo sentía al verlas felices.

—De acuerdo papás, sólo van a salir a cenar no se van a ir a otro país.— Landon y yo le dedicamos una mirada de pocos amigos a Chad.

—Cuídalas bien o si no me encargó de que ya no vuelvas a tener novia, hermanito.— le dije manera amenazante y le di un beso en la mejilla.

—Adiós princesas.

—Adiós mamá y papá.— se despidieron mis pequeñas, les sonreí, salimos del departamento en silencio.

—La noche recién comienza, Emily.— lo dijo con una sensualidad impresionante que me erizo la piel.

—¿Qué tienes preparado Landon Evans?— pregunté con la ceja arqueada, tenía que disimular mis nervios.

—Ya verá, señora Evans.

Me abrió la puerta del auto y subí, tardamos unos 10 minutos en llegar a nuestro destino, un restaurant elegante.

—Te lo tomaste muy en serio ¿no crees? Sólo vamos a charlar como dos adultos civilizados.

Me ignoro olímpicamente y me tomo de la mano para adentrarnos en el restaurant —Déjeme mostrarle su mesa, señor Evans.— recién llegamos y el mesero nos atendió amablemente, nos llevó hasta nuestra mesa, que se encontraba muy apartada de las demás.

—¿Qué te parece?— preguntó Landon sirviéndonos whisky, me ofreció la copa y la tome por no ser mal educada.

En realidad no pensaba tocarla, si lo hacía esto terminaría en tragedia.

—Esta bonito.— no debía de prolongar las cosas por el bien de todos —Pero necesitamos hablar.

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N/A

No maten, en el siguiente capítulo explicaré todo. Decidí prolongar un capítulo el capítulo triste por esté un poco “romántico”

Los quiere, Fatima <3

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