Candy y Lía se sonrieron cómplices y después me miraron —¿Por qué tú no nos confundes?
—¿Por qué debería?— les pregunté divertido.
—No lo sé.— se acarició Lía la barbilla pensando, fue un gesto que me recordó a mí, a veces yo lo hacía cuándo analizaba algo.
—Nuestra maestra del kínder siempre nos confundía decía que éramos idénticas.— dijo Candy con el ceño fruncido.
Y lo eran, pero desde que las había conocido tuve una intención de cuál era cual, fue mi instinto de padre, algo extraño pero real.
—¡Vamos a preparar los waffles!
—¡Si! ¡Waffles!— dijo Candy dando pequeños saltitos emocionada.
Sonreí feliz, ver a mis hijas contentas me ponía contento a mi también. Mis hijas.
—No lo creo…
Candy interrumpió a su hermana haciendo un puchero —No seas aburrida Lía.
Lía rodo los ojos y volvió a hablar —Ya casi es hora de irnos a la escuela y falta que nos peinemos.
¡La escuela! Lo había olvidado por completo.
—¿Y mi mamá?— pregunto Candy
—Se fue al trabajo ¿la necesitan para algo? Yo las puedo ayudar en lo que quieran.
—¿Se fue al trabajo?— pregunto asustada Lía.
Candy se llevo las manos a la cabeza negando —¿Qué vamos a hacer?— susurró alarmada.
—¿Qué sucede?
—Mi mamá siempre nos peina antes de ir a su trabajo.
Oh mierda, ella se había ido antes de tiempo a su trabajo por mi culpa.
—Mierda.
—Papá es malo decir malas palabras.— me regaño Lía con los brazos cruzados.
—Yo…
¿Esto era ser padre primerizo? Ni tener ni la remota idea de que hacer en estas situaciones.
—¿Yo las puedo ayudar?— estaba seguro que eso había sonado más a pregunta que a sugerencia.
No sabía que iba a hacer ¿cómo se supone que peinaría a mis hijas de 5 años? Debería de ver tutoriales para aprender a cocinar y otro para hacer peinados, y así estar preparado para situaciones para estás.
—¡Si! Yo primero.
Me acerqué al tocar de la habitación y agarré el cepillo que Candy me ofreció, ella se sentó enfrente de mí y to me quedé viendo fijamente su cabello.
—Se supone que tienes que pasar el cepillo por su cabello papá.— canturreó Lía a mis espaldas.
Genial, estaba comportándome de manera idiota enfrente de mis hijas.
—Si, sólo estaba pensando en que hacer en el cabello a tu hermana.
—¿Sabes hacer muchos peinados como mi mamá?— preguntó Candy sorprendida.
Ni siquiera sabía como hacerle la trenza, esto estaba resultando más complicado que manejar una empresa.
Tomé el cepillo con decisión y empecé a cepillar el cabello de Candy, agarré con un puño todo su cabello y traté de alizar la parte de arriba pero cuando alizaba un bordo salía otro en otro lado.
La puerta de la habitación fue abierta por el hermano de Emily que al ver la situación se burló.
—¿Qué se supone que haces?

ESTÁS LEYENDO
De Vuelta a ti | ✓
RomanceSegundo libro de la Duología: Matrimonio Evans. A pesar de no estar juntos ellos ahora ya son una familia, y a pesar de que ambos traten de ocultarlo aún hay una historia con unos fuertes sentimientos detrás que todavía está inconclusa y necesita un...