De Vuelta a ti | ✓

Capítulo 19: Pequeños detalles

Baje del auto cuando escuché sonar el timbre de la escuela, me acerqué a la puerta y minutos después vi a mis pequeñas salir.

Corrieron hacía mi y me agache para poder abrazarlas —Hola princesas.

—Hola mami.

—¿Cómo los fue?— le pregunté, me agarraron de la mano y comenzamos a caminar hacia el auto.

—Muy bien, la maestra nos llevo al zoológico.

—¿A si?

—Si, y vimos muchos animales.— comento emocionada Candy.

Iba agachada viendo a mis pequeñas emocionadas contándome su día y cuándo levanté la vista me quedé muda.

—Hola.— nos saludó Landon acercándose hacia nosotras con un ramo de flores en la mano.

—¡Papá!— gritaron emocionadas Candy y Lía corriendo hacía él para saludarlo.

—Princesas, las extrañe mucho.

Lía se rió —Pero si nos vimos ayer.

Landon negó divertido —¿Ayer? Fue demasiado tiempo.

Candy también rio divertida —Ay papi.

Landon se levantó y se acerco a mí, tenia una sonrisa encantadora —También te extrañé a ti Emily.— me ofreció el ramo y lo termine aceptando —Cuándo las vi me recordaron a ti, así que me fue imposible no comprarlas.

—Gracias.— susurre todavía sorprendida y con el corazón acelerado.

—Fue todo un placer señora Evans.

Sacudí la cabeza —Despídanse de su papá niñas, tenemos que ir a su clase de ballet.

Ambas hicieron pucheros —¡No!

Landon acarició las cabezas de sus hijas y me sonrió —¿Qué te parece si las acompaño? Tengo el resto de la tarde libre y nada me haría más feliz que me permitieras ir con mis hijas a sus clases.

—Yo…— fue interrumpida por nuestras hijas.

—Si mamá, que mi papá vaya ¿si? Por favor.— empezaron a suplicarme y hacer sus pucheros.

Me reí, a ellas no había nada que no pudiera negarles.

—De acuerdo, por mi no hay problema. Pero andando que se nos hace tarde.

—¡Si!

[…]

—Se pueden sentar por allá ¿señores…?

—Evans.— se apuró en contestar Landon, interrumpiéndome antes de poder hablar.

—Señores Evans.— corroboró —Se pueden sentar por allá a esperar a que termine la clase.

Los dos asentimos y comenzamos a caminar —Señorita Western y señor Evans.— lo corregí.

—Todavía estamos casados.— se defendió.

Rodé los ojos, aunque no me gustara admitirlo todavía éramos marido y mujeres, y por ende seguíamos siendo el matrimonio Evans. Pero a pesar de eso obviamente no le iba a dar la razón.

—Pero estamos separados.— le contesté desafiándolo.

—¿Y por que no lo dijiste a ella?— se paro y se cruzo de brazos, yo imite su acción.

—Porque no quería hacer un escándalo.

—¿Qué no es eso lo que estás haciendo?

Gruñí molestan, la mayoría del tiempo terminaba sacándome de mis casillas —Imbécil.