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Capítulo 26: Tienes que admitirlo

Escuché el timbre de la puerta y fui a abrir, me sorprendí al ver a Joshua con una sonrisa parado en la puerta.

—Buenos días Emily ¿Cómo has estado?

Me quedé extrañada —Hola Joshua, bien ¿y tú?

—Muy bien.— parecía mas alegre de lo normal.

—¿Qué te trae por aquí?— negué con la cabeza —Pero que mal educada ¿quieres pasar?

Asintió y entramos, me sentía un poco incómoda con su presencia en el departamento.

—Yo en realidad venía a invitarte al parque, claro a tus hijas también.

Me sorprendí, pero que directo.

—Por mi está bien pero tendré que preguntarles a las niñas si quieren ir, espérame un momento.

Caminé al cuarto, Lía y Candy estaban en su habitación haciendo su tarea.

—¿Ya terminaron niñas?— pregunté al entrar.

—Si mami, mora mi dibujo.— me enseñó y sonreí, era muy tierno.

—Está muy bonito Candy.

—Mira mamá el mío.— me lo mostró Lía —Es papá, tú, Candy y yo, es un dibujo de nuestra familia.

Traté de sonreír —Es muy bonito.

—Gracias.

Sacudí la cabeza tratando de concentrarme en lo que venía a decirles —¿Quieren ir al parque?

Las dos saltaron felices —¡Si, parque! ¿Va ir papá?— preguntaron emocionadas y sus ojitos brillando.

—Está vez no, pero mi amigo Joshua si ¿saben? Él nos invito.

—Que bien.— contestaron al unísono un poco desganadas.

—¿Entonces si vamos?— pregunté tratando de animarlas.

—Esta bien.

Salimos tomadas de la mano de la habitación, Joshua sonrió al saber que si iríamos.

—Hola niñas.

—Hola amigo de mamá.— contestaron al unísono.

—¿Quieres que prepare algo?— le pregunté.

—No, ya tengo todo preparado.

Vaya, así que ya tenía todo planeado y también tenía la certeza de que aceptaría ir con él. Nada mal.

—Pues entonces andando.

Todos asentimos y salimos en silencio, después de media hora llegamos a un parque muy bonito.

Nos bajamos y después de encontrar en lugar en dónde sentarnos nos pusimos a comer, todos estábamos comiendo en silencio, mis niñas se reían pero sólo entre ellas.

Esto no se comparaba en nada al día en que Landon nos había llevado al parque, ese día había sido de pura risas y alegría. Y no quería comparar a Joshua con Landon pero me era inevitable no hacerlo.

—¿Qué les parece?

Al ver que mis hijas no contestaba hablé —Está muy bonito el parque Joshua, gracias por la invitación.

Sonrió —No hay problema.

—¿Podemos ir a los juegos, mami?— preguntó Candy.

Asentí y amabas se fueron a jugar, los juegos estaban enfrente de donde nosotros nos encontrábamos así que las podía supervisar fácilmente.