Capítulo 06: Como familia

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Trate de moverme a mi izquierda y sentí un pequeño bulto a mi lado, después lo intente a la derecha y sentí lo mismo, sonreí divertida, a pesar de que fuera fin de semana a mis pequeñas les encantaba levantarse temprano y cuando llegaban a mi cuarto y veían que todavía seguía durmiendo se dormían otro rato a mi lado. Mis niñas siempre me derretían de ternura el corazón.

Me acosté de mi lado derecho viendo a Lía que ya se había despertado, ella me sonrió contenta —Hola mami.

Le devolví la sonrisa —Hola hija.

—¿Por qué Lía duerme mucho?

Me reí, Candy era tan perezosa a como yo era antes, por ese mismo motivo, porque la comprendía la dejaba dormir todo lo que quisiera y necesitara.

—Porque ella gasta todos los día al 1000 por ciento sus energías, así que necesita dormir para recuperarse y volver a estar radiante al día siguiente. 

—Que aburrido, yo prefiero leer libros a andar corriendo.

Me reí, mis pequeñas tan diferentes pero tan amorosas, a pesar de tener eran demasiado inteligentes, me sentía tan orgullosa de ellas. Había veces en la que no me podía creer que ellas fueran mis hijas, me inundaba una felicidad enorme cada vez que las veía.

El amor que sentía por mis pequeñas era totalmente diferente al que sentía por Landon, el amor que sentía por mis hijas me impulsaba a levantarme todos los días con una sonrisa en el rostro y una inmensa alegría. Desde el primer momento en que me había enterado de que tenía una vida en mi vientre, que después descubrí que eran dos, me di cuenta de que daría mi vida por ellas y por su felicidad.

—Mami.— murmuró Candy tallándose los ojos, recién despertaba.

—Ya despertó mi bella durmiente.

Las dos se abrazaron a mi cuello, la puerta se abrió y las tres volteamos sorprendidas. Chad había abierto la puerta pero detrás de él se encontraba Landon.

—Buenos días.— saludaron ambos.

—Hola papá.— saludo Candy y fue corriendo hacia él para abrazarlo.

La cargo y comenzó a hablar —Venía invitarlas al parque ¿aceptan?

Sentí la vista de mis hijas sobre mi, sabía que a las dos les había gustado la noticia pero también sabían que yo era la que decidía.

—Parece una buena idea.— mentí —¿Quieren ir, pequeñas?

No me agradaba para nada la idea, no quería pasar mucho tiempo al lado de Landon, eso sólo me confundiría, pero debía de hacerme a la idea de que Landon ahora ya era parte de la vida de mis hijas y que eso involucraba verlo más a menudo.

—Entonces hay que alistarnos, vayan a cambiarse que to haré lo mismo.

Candy y Lía salieron corriendo a sus habitación para vestirse, Chad salió de mi habitación y minutos después Landon.

Tarde más de una hora en elegir mi ropa, estaba nerviosa de sólo pensar en que estaríamos toda la tarde conviviendo en “familia”. Mis hijas tenían derecho a convivir y conocer a su padre, y yo no era quién para prohibirles eso.

Me posicione enfrente del espejo y respiré profundamente —Vamos Emily tu puedes, si lo soportaste como tu jefe lo podrás hacer como el padre de tus hijas ¿cierto?

Negué, era mejor salir a enfrentarlo a seguirme atormentándome. Cuando salí a la sala, mis hijas estaban a cada lado de Landon, parecía que le estaba contando algo, parecían muy entusiasmadas.

—¿Listos?

—Si, ya vámonos mamá.

Cada una me tomo de la mano y prácticamente me arrastraron afuera del departamento, Landon venía detrás de nosotras divertido y feliz por la situación

Me alegraba ver emocionadas a mis hijas con su padre pero a la vez me aterraba, no quería que Landon por una estupidez las hiciera sufrir como a mí, ellas no lo soportaría y yo jamás se lo perdonaría.

—¡Mamá!

Salí de mis pensamientos por el grito de Candy —¿Qué sucede?

—Ya llegamos.

Alce la vista y era cierto, nos encontrábamos en el parque de la ciudad, Landon tenía una cesta en las manos y mis hijas una manta. Por estar metida en mis pensamientos ni siquiera le había puesto al trayecto del departamento al parque.

Les sonreí de manera dulce —Entonces andando.

Lía tomó la mano de Landon y Candy la mía y entramos al parque, todo se veía tan alegre y tranquilo, pero era un poco incómodo, sólo había familias y parejas. Nos sentamos en el lugar más cómodo y alejados de las demás personas, queríamos privacidad, además de que los árboles que habían en esa zona daban una buena sombra.

—A comer.

Tenía hambre, por tardar tanto en alistarme ni siquiera había tenido oportunidad de desayunar.

—Coman bien hijas porque rente una bici cuatro para pasearnos.

¿Bici de cuatro personas? Esperaba que ni siquiera se le cruzará por la mente que yo me subiría a esa cosa.

—¿De cuatro, papá?

—Si hija, para pasearnos tu mamá, tu hermana, tu Lía  y yo.

Maldición.

—¿Cómo una familia?

—Como una familia, Candy.

[…]

—Otra vuelta.— dijo Candy comenzando a peladear de nuevo.

—No… basta… estoy agotada…

Desde la vuelta 20 había perdido la cuenta de cuántas veces le habíamos dado vueltas al parque, pero parecía que a mis pequeñas no se les agitaban las energías en cambio yo parecía ansiana.

—Mamá que perezosa.— refunfuño Candy.

Entrecerré los ojos —Vuelve a quejarte Candy y te prometo que hago que madrugues todos los días.

Lo bueno de que fueran mis hijas era que también podía jugar y bromear con ellas.

—No puedes.— me saco la lengua divertida.

—Basta, cero peleas.— las tres nos quedamos calladas.

Cuando Landon dijo eso, me sentí como otra niña de 5 años siendo regañada por el adulto.

—Creo que ya es hora de irnos.— comentamos todos al mismo tiempo, el camino al departamento fue tranquilo.

Salimos del elevador, en la entrada del departamento estaba tres personas de espaldas a nosotros, una mujer y dos hombres. Me acerqué dudosa, casi no teníamos amigos aquí, no tenía ni la menor idea de quiénes podrían ser.

Cuando esas personas se dieron la vuelta me quede pálida, por un momento me olvidé de todo.

—¿Alex?

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N/A

Nuevo capítulo: rápido y corto, lo sé y lo siento. Nos leemos después

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