Capítulo 15: Familia paterna

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—Adelante.— nos recibió el mayordomo, lo saludamos y nos adentramos en la casa.

Sentido un escalofrió que me recorrió toda la columna, era tan extraño volver a esta casa. Aquí era en donde había comenzado, donde las cosas habían empezado entre Landon y yo, y donde también habían comenzado los problemas entre él y yo.

—¿Quién es él mamá?— me pregunto Candy, me relaje al escuchar la voz de mi hija, ahora ellas estaban aquí para darme fortaleza y hacerle frente a los problemas que se vinieran —¿Nuestro abuelito?

Le sonreí, ellas estaban tan nerviosas como yo, pero se suponía que yo era la fuerte y la madre responsable —No princesa, es una persona que ayuda a sus abuelitos con la casa.

—Oh.— las dos soltaron una expresión de sorpresa intercalando sus miradas del mayordomo a la casa frentes a sus ojos.

Seguí siendo igual de hermosa y lujosa, era la jaula de oro perfecta para las fieras que tenía Landon como prima y abuelita. Era una lástima que el siguiera todavía ciego.

—La casa es muy bonita mami.— dijo Lía cuando nos detuvimos en la sala, la casa se encontraba sumida en un silencio.

Yo había pensado lo mismo la primera vez que había venido aquí, pero también me di cuenta de que era mejor vivir en un departamento plenamente feliz a vivir en una casa lujosa en una vida de hipocresía.

—Y ustedes podrán jugar aquí siempre que quieran.— les dijo Landon arrodillándose a su altura.

—¿Enserio?— preguntaron ambas al mismo tiempo, sus ojitos estaban brillando, levantaron la vista hacia mí y yo asentí afirmando lo que había dicho Landon.

—¡Claro! Yo encantada de tenerlas aquí.— dijo una voz femenina desde las escaleras, las tres levantamos la vista de Landon hacia las escaleras, eran Adelia y Kaleb.

Venían los dos tomados de la mano con una sonrisa en el rostro, habían pasado 5 años desde la última vez que los había visto, pero seguían muy bien conservados.

—¿Quiénes son ellos?— pregunto Lía susurrando, podía notar los nervios en su voz.

—Son sus abuelitos.— cuando estuvieron Adelia y Kaleb enfrente de mí, me posicione a la altura de ellas —Vayan a saludarlos princesas.

Adelia me dio una rápida mirada y después devolvió su mirada a Candy y Lía, ellas se acercaron tímidamente a ellos cuando por fin llegaron, Adelia jalo la mano de su esposo para que ambos se posicionaran a la altura de ellas.

—Hola princesas, nosotros somos sus abuelitos.— les dijo Adelia, podía notar la emoción en su voz —¿Me darían un abrazo?

Ellas asintieron con la cabeza y se acercaron a ellos, era un bonito abrazo, Adelia estaba tan emocionada que comenzó a llorar de felicidad. Y por poco yo también, era una escena muy conmovedora.

Landon yo intercambiamos una mirada felices, con esa simple mirada podía ver lo feliz que él se encontraba con esto, que nuestras hijas hubieran aceptado a sus abuelitos con facilidad era un alivio.

Después de que ellos se separaran Adelia se acercó a mí, le sonreí, no sabía exactamente cuál era la manera apropiada de saludar -Hola Adelia.

Ella me devolvió el gesto divertida -Ven aquí, Emily.- me jalo hacia a ella, y me abrazo.

Al principio le devolví el abrazo un poco tensa y después me relaje, era la única persona en la que podía confiar en esta casa y me brinda su apoyo y cariño. Me hubiera gustado haber recibido consejos de su parte en mi proceso de aprender en cómo ser mamá, en los primeros meses hubiera sido de gran ayuda.

—Te extrañe.— me susurro divertida —Aquí entre nosotras, todos aquí te extrañamos, bueno ya sabes, excepto las brujas.

—Vaya es bueno saberlo.— dije a modo de broma.

—Que gusto volver a verte de nuevo Emily.— dijo Kaleb a modo de saludo.

—Igual, señor Evans.

—Vamos al jardín, pedí que sirvieran la comida ahí y además así podremos jugar un rato con las niñas.

—Claro.

—Gracias por esto, Emily.— me susurro Landon.

—No hay de qué.

Caminamos entre bromas al jardín, Landon y yo íbamos hasta atrás juntos, en algún momento del camino sentí como e tomaba de la mano, pero no dije nada, se sentía bien, demasiado bien. Pero cuando llegamos a la mesa nos soltamos de la mano discretamente.

¿Esto estaba mal? Porque se sentía demasiado bien.

[...]

—Creo que ya es hora de irnos, Landon.— le susurre.

El asintió y se levantó de la mesa, yo imite su acción —Gracias por la cena y todo Adelia, pero creo que ya es tarde y las niñas necesitan descansar.

Me sonrió —Lo entiendo, pero déjame decirte que yo soy la que esta agradecida por dejarme conocer a mis nietas.

—Jamás las privaría de algo así, ni a ellas ni a ustedes.

—Era una buena madre.— me dijo Kaleb, podía detectar la sinceridad en su voz.

—Gracias a ambos. Nos vemos luego.

Landon se despidió de sus padres y nos metimos adentro de la casa, Lía y Candy se encontraban profundamente dormidas en los sillones de la casa, después de jugar todo el día las había dejado agotadas.

—Creo que vamos a necesitar cargarlas, están muy dormidas como para despertarlas.— le comente.

—Tu cargas a Candy y yo a Lía.— asentí con la cabeza y lo hicimos.

No pude evitar sonreír, esto se sentía demasiado bien, era algo que me podría acostumbrar con facilidad, los dos compartiendo las tareas de padres era muy bonito.

Él me ayudo a colocar a Candy en mis brazos y después el cargo a Lía, el mayordomo nos ayudó a abrir abrió la puerta de la entrada y luego la del auto. El trayecto a casa fue silencioso y cómodo.

Me preguntaba como hubieran sido las cosas si no hubiera pasado ningún malentendido, nuestras rutinas como serian, donde viviríamos, como sería nuestra relación, como hubiera sido e proceso de mi embarazo, como sería ser una familia feliz, en conclusión, como sería todo ahora sino no hubieran empezado los problemas.

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N/A

Un capitulo relajado y feliz. Tengo una idea, que les parece si me hacen preguntas y yo las contestare en un capítulo especial solo para eso, pero una pregunta, ¿seria sobre la novela o sobre mí? Háganmelo saber y después nos ponemos de acuerdo.

Si PUEDO HACER ALGUN ESPACIO LIBRE tratare de publicar capítulo en la semana, sino hasta el domingo.

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